jueves, 21 de febrero de 2013

Destiny - Cap:1




Destiny;

Destino: Fuerza desconocida que actúa de forma inevitable sobre los seres humanos y los acontecimientos que estos enfrentan.



And someday their Destiny will bring them back together, into each other’s arms, where they’ll remain forever… Until the end of time…” Por más que Nick leía y releía aquella frase, no había forma de que pudiera continuar la canción. Era frustrante.

-Esta  canción me está dando muchos problemas. –Alcanzó su celular y se percató de la hora. 2:59-. Maldición. Tengo que recoger a Destiny.

Puso la guitarra a un lado y tomó las llaves. Luego de cerrar el estudio se subió a su camioneta. Tenía exactamente cuatro minutos, no quería llegar tarde. No de nuevo. Cuando encendió el motor la canción Don’t Speak de No Doubt estaba sonando. Golpeó el volante con la muñeca. Cada vez que escuchaba la maldita canción le recordaba a Miley. Sus palabras. Su separación. Como él le había “roto el corazón”. Las lagrimas. Los gritos. Las cosas que le fueron arrojadas. Definitivamente no habían quedado en buenos términos.

-¿Por qué no se mueven, maldita sea?

Las calles a esas horas eran un desastre. Todos los chicos saliendo de las escuelas.  Volvió a mirar el reloj.  3:06. –Dos minutos tarde. Nada mal, Nick. Nada mal. –Aparcó frente a la secundaria North Hollywood y apagó el motor. Antes no lo habría hecho, pero ahora estaba consciente del daño que ocasionaba al ambiente… Por más estúpido que aquello sonara.

-¿Qué haces aquí? –Una joven le hablaba desde afuera. Cargaba una pequeña mochila al hombro y una bolsa extra en la mano. Tenía unos gigantescos ojos azules y el cabello de color castaño atado en una cola de caballo. Su piel era de un blanco pálido, aunque tenía las mejillas rojizas por el calor, no era muy alta.

-Súbete, ¿si? –Nick le ordenó.

Ella suspiró y luego se subió junto a él. -¿Cuántas veces debo decirte que no es necesario que vengas a recogerme para que lo entiendas?

-¿Cuántas veces debo decirte que no puedo pasar un día sin verte, mi vida?

-Ya, ¿si? Probablemente eso les dices a todas.

-Ninguna tan especial como tú.

Ella lo miró con incredulidad. -¿Tratas de ser gracioso?

Nick rio. –Algo.

De repente Destinee se cubrió la cara con una carpeta. -¿Podemos irnos?

Él se percató del problema y arrancó el auto. Un paparazzi al otro lado de la calle les tomaba fotos.

-¡Es todo tan molesto! –Destiny gritó cuando estuvieron lejos.

-Perdona. –Nick pidió con seriedad.

-Es a ti a quien buscan, ¿Por qué no me dejan en paz?

-Hago lo que puedo, nena.

-A veces lo que puedes no es suficiente.

-Muchas personas matarían por esta vida que tienes.

-Yo mataría por no tenerla. –Confesó.

Nick decidió ignorarla. -¿Te llevo a comer?

-No tengo ganas.

-Quiero pasar tiempo contigo.

-Yo no…

-Destiny, por favor… Lastimas a los demás con tu actitud.

-¡Tú me lastimas todo el tiempo!

-¿¡Cómo!? –Se veía alterado-. ¿¡Cómo te lastimo!? ¡Te amo! ¡Eres mi vida!

Destiny rio con cinismo. –Esas fotos en las revistas. Esas en las que estás por todas partes con aquella mujer.

-¿De qué forma te lastiman?

-Las personas lo comentan, papá…

Nick asintió. –Ya.

-Todos saben las intimidades de mi familia.

-Trataré de ser más discreto.

-Eso dices siempre… -Hubo un silencio incomodo antes de que Destiny volviera a hablar-. ¿Por qué dejaste a mamá?

-Hemos hablado de esto…

-Jamás me das una respuesta concreta.

Nick se notaba incomodo. –Las cosas dejaron de funcionar entre tu madre y yo.

Nick y Miley se habían casado siendo ambos menor de edad, luego de la llegada de su hija al mundo. Destiny obviamente no había sido planeada, ellos tenían 15 y 16 años cuando sucedió. Fueron felices durante diez largos años, pero hacía seis se habían divorciado y al parecer de su hija, todo había sido culpa suya.

-Les pedí un hermanito tantas veces.

-Es mejor así, Dest.

Nick detuvo la camioneta frente a la casa que había comprado ocho años antes y que casi no llegó a disfrutar. Era bastante grande. La propiedad en su totalidad ocupaba 5,200 metros cuadrados, tenía dos pisos, seis habitaciones, cascadas, una piscina… En fin, el sueño de cualquiera.

-Déjame ayudarte con esto. –Tomó la mochila y su bolsa, dejando a la joven libre para abrir la puerta de la casa.

-Pensé que irían a comer antes. –Una mujer de mediana estatura salió de la cocina con un libro de recetas en la mano. Tenía grandes ojos color miel y una nariz respingona. El cabello castaño claro sujeto al descuido por un lápiz desgastado, y la piel bronceada.

-Bueno… -Nick comenzó-. A Destiny no le pareció buena idea.

-Mis cosas. –Le quitó sus bolsas a Nick de la mano y corrió escaleras arriba.

Nick y Miley se estremecieron con el sonido de la puerta al tirarse.

-Parece que esta casa tiene puertas muy resistentes. –Nick trató de romper el hielo.

-Ni siquiera me saludó. -Miley masculló y volvió a la cocina.

Él la siguió. -¿Crees que conmigo todo es miel sobre hojuelas? No pasan cinco minutos sin que discutamos…

-¿Acaso hemos hecho algo mal?

-No creo, Miley. Eres una madre excelente. Deben ser las hormonas.

Ella asintió preocupada y continuó con lo suyo.

-¿Qué cocinas? –Nick preguntó.

-Es un pastel... De fresas y chocolate, lo serviré esta noche en mi reunión.

-Parece que todo va bien con tu negocio.

-En efecto. Como siempre soñé.

Miley había estudiado diseño de modas, y hace un par de años inició su propia boutique exclusiva junto a una amiga, era ya reconocida por todos Estados Unidos, su próximo paso era Europa.
-Me alegro mucho, lo mereces. –Nick se sorprendió a si mismo mirándole las piernas. Largas y perfectas piernas que llevaba años sin acariciar.
 -¿Me haces un favor?

-Claro.

-Ve con Destiny y revisa que todo esté bien. A veces me preocupa.

-Claro. Veré que está haciendo.

Subió los escalones rápidamente de dos en dos y antes de llegar se detuvo frente a la puerta semi abierta de Miley. Su antigua habitación. Recordó los momentos tan felices que había pasado allí, también los más tristes. ¡Cuánto había amado a  aquella mujer! Pero obviamente las cosas jamás volverían a ser las mismas.

Sobre la cama se encontraba un diminuto vestido color lila de un solo hombro. Nick no se explicaba como entraría en él, pero sabía que le quedaría perfecto, como todo lo que se ponía. Suspiró y por un segundo deseó ser quien se lo quitara por la noche, como tantas veces había hecho antes de ir a la cama.

Salió del cuarto y se dirigió a la habitación de Destiny, era la última al fondo porque así lo había decidido ella cuando cumplió los trece.

-Princesa… -Dijo luego de tocar la puerta despacio-. ¿Me abres?

Escuchó las puertas del armario cerrarse y luego Destiny apareció frente a él. –Pensé que ya te habías ido.

-No, no. Estaba conversando con tu mamá.

-¿Mi mamá y tú? ¿Conversando? –Se sentó al borde de la cama-. No creo…

Nick se agachó frente a ella y le tomó las manos. –Dest, Miley y yo somos adultos. Entiende eso.

-Lo creo cuando lo demuestren.

Suspiró. –Solo subí a despedirme.

-Bueno, adiós.

Nick la atrajo hacia él y la besó en la frente. –Te amo.

-Bye, gracias por traerme.


-¿Qué estaba haciendo? -Miley le preguntó a Nick devuelta en la cocina.

-No sé, de verdad. ¿Por qué tan preocupada? ¿Ha pasado algo?

-Me preocupo porque cuando yo tenía esa edad no estaba precisamente jugando a las muñecas.

Nick sonrió a medias. –Ya sé… Jugabas conmigo.

Miley rio. –Eso no viene al caso.

-¿No te ha hablado Destiny sobre qué quiere hacer para sus 16?

-No, la verdad es que yo tampoco he preguntado.

-Supongo que tiene muchos amigos con los que querrá salir.

-Probablemente.

-En fin…-Nick se metió las manos en los bolsillos-. Será mejor que me vaya, no quiero quitarte más tiempo.

-Te invitaría para esta noche, pero sé que no te agradan mis amistades.

-Para nada.

Y así era. Nick y Miley nunca tuvieron amigos en común. No se agradaban entre ellos.

 ******

 -Te ves tenso, mi amor. ¿Pasa algo? –Camilla*, la novia de Nick, se sentó en su regazo.

Él suspiró. –Es Destiny, me tiene muy preocupado. Es como si nos odiara a su madre y a mí.

-Es natural, Nick. Está atravesado por todos esos cambios, y ustedes no están juntos. La niña pasa la mayor parte del tiempo sola…

-Miley está siempre con ella.

-¿No me dijiste que estaba muy enfocada en su carrera? Tal vez no le esté dedicando el tiempo suficiente, y tú tampoco  lo estás haciendo. Discúlpame…

-Sabes que trabajo mucho, Camilla.

Ella alzó una ceja. -¿Y eso qué? Me haces pensar dos veces antes  de tener hijos contigo.

-Sabes  más que nadie que no quiero hijos ahora…

-Ya sé. –Camilla se puso de pies-. Solo decía.

-Destiny tampoco es muy apegada a mi familia, no entiendo…

-¿Y qué hay de la familia de su madre? Siempre he sido más apegada a la familia de mamá.

-Viven en Europa.

-Oh… Oye, ¿Por qué no nos presentas? Podríamos ser amigas.

Nick se levantó y se quitó la camisa. –No, no aun… No creo que ninguno de los tres estemos listos.

Camilla asintió. –Entiendo.

-Me voy a dar una ducha. –Le dio un fugaz beso en los labios.

Camilla suspiró y se mordió el labio inferior mientras lo vio desaparecer por el pasillo. –Okay… Te voy a preparar algo de cenar.



 *****

-Hola, hola.  –Un hombre alto de cabello castaño y ojos verdes apareció con una sonrisa en la cocina de Miley.

Ella lo miró con ojos brillosos. -¡Josh! ¿Cómo entraste?

-La puerta estaba abierta.

-¿La cerraste?

-En efecto. –Sonrió otra vez y se acercó a ella tomándola por la cintura-. ¿Cómo estás belleza? –Le rozó los labios.

Miley lo empujó divertida. -¡Que no!

Él suspiró. -¿Por qué no? Te encanta que te ruegue, ¿o no?

Ella rio. –Algo. Pero, es que no hemos formalizado.

-¿Ah no? ¿Necesitas que me arrodille y te de un anillo para dejarte claro que estamos saliendo?

Miley abrió los ojos llenos de incredulidad. -¿Salir? ¿Eso es esto para ti? ¿Sólo salir?

-Miley soy un hombre adulto, no voy a pedirte que seas mi novia, por favor. Sabes que me interesas.

-Oh… Te intereso.

-Ya basta, ¿si? –Se veía desesperado-. Quiero poder tocarte sin que me lo impidas cada vez.

-Eres muy inmaduro para tu edad…

-Pero, así te gusto, preciosa.

Ella trató de no sonreír. –Shhh.

-¿Vas a dejar que me quede esta noche contigo?

-Lo dudo, pero ya veremos.

***
La reunión de Miley con sus compañeros fue todo un éxito, la que no se presentó en toda la noche fue Destiny.



-Dest… -Miley tocó la puerta de la habitación de su hija-. ¿Estás dormida?

Destiny abrió la puerta de un tirón. -¿Qué crees, mamá? Son las doce treinta.

Miley se apoyó de la puerta. –No me hables así, por favor.

-…Buenas noches. –Le cerró la puerta en la cara.


Cuando regresó a su cuarto, Josh la esperaba en la cama.

-Pensé que te habías ido. –Le dijo, mirándolo con seriedad.

-Decidí quedarme. –Sonrió-. Esta noche no te me escapas.

-Josh, tienes que irte. Mi hija duerme dos habitaciones a la derecha.

-¿Y eso qué? Cuando vivías con tu ex, ¿nunca tenían sexo solo por la niña?

-Es diferente.

-Es igual. Ven Miley. No vas a arrepentirte.

-No lo sé… -Desvió la vista.

-Déjame consentirte, Miley. –La atrajo hacia la cama-. ¿Hace cuanto que nadie te hace sentir como te mereces? –La besó en el cuello-. ¿Mhm?

-Trata de no hacer mucho ruido. -Miley le susurró mientras se desvestía. Josh se limitó a asentir-. Y te quiero fuera de aquí antes de que salga el sol.


 ****

En su habitación, Destiny aún estaba despierta. Pegada a su laptop, conversando con alguien por chat.

-¿Cuándo me vas  a dejar verte? –Escribió.

-Ya te dije que soy algo tímido. –Recibió como respuesta.

-Pero si ya he visto fotos de ti. –Rio divertida-. Y eres demasiado guapo para ser tímido.


Destiny terminó de conversar con su amigo alrededor de las cuatro de la mañana. Decidió bajar las escaleras a buscar algo de comer porque se había pasado la noche sin nada de cenar. Antes de entrar a la cocina se percató de que la luz estaba encendida.

-¿Mamá? –Camino de puntillas hacia la cocina.

-No. No soy mamá. –Josh le contestó.

-¿Quién eres? –Aquel hombre era un total desconocido para ella.

Josh la miró de arriba abajo. –Digamos que tu madre y yo somos buenos amigos.

Destiny trató de cubrirse al sentir la mirada del extraño sobre su cuerpo. Por un momento había olvidado que traía pantalones muy cortos, y un top casi transparente. -¿Qué es lo que hace en mi casa?

-Ya estoy por irme. –Le dedicó una sonrisa y con la mirada le recorrió el cuerpo una vez más-. Despídeme de tu madre. –Tomó sus llaves de la mesa y salió de la casa.

Destiny se sintió algo aturdida, asustada. Pero decidió olvidarlo y volver a su habitación, en dos horas debía estar lista para la escuela. Gracias a Dios que era viernes y podría pasar dos días seguidos encerrada en su cuarto, conversando por horas con Taylor, él único que la entendía.

***
-¿Ya estás lista? -Miley había bajado a la cocina como cada día antes de alistarse para preparar el café.

-Así es. –Destiny asintió, y le extendió a su madre una humeante taza de café-. Preparé café.

-¿Qué haces aquí abajo tan temprano, amor? –Le preguntó extrañada, aun así tomó el café y se sentó junto a ella.

-No he dormido nada. –Confesó-. ¿Me quieres contar sobre tu amigo? Lo encontré en nuestra cocina esta mañana.

-¿Cómo que no has dormido? ¿Por qué?

-No tengo sueño.

-Pero, tienes bolsas bajo los ojos. ¿Estás enferma?

-¿Quién es el hombre con el que te acuestas?

-¡Destiny, por Dios!

-¡No soy una niña, mamá!

-¡No voy a seguir soltera simplemente porque tú no puedas superar el hecho de que Nick y yo ya no estamos juntos!

-¡Esto no se trata de mi papá! –Le gritó-. ¡Esta sigue siendo su casa y tú no puedes traer a quien se te de la gana! ¡Eres una zorra, mamá!

Por un impulso, la mano de Miley fue a parar contra la mejilla de Destiny, que no tardó en ponerse roja. Al instante, los ojos de la joven se llenaron de lágrimas y se tocó la cara con las manos temblorosas. 

-Dessie, yo… -Miley trató de enmendar su error.

-¡No me toques! –Destiny se echó hacia atrás-. No quiero que me toques.

-Hija, yo…

-¡Cállate! –Tomó su celular de la barra de la cocina y se fue a la sala.


 *****

Nick se despertó al escuchar el sonido de su celular. Antes de contestar, miró a Camilla dormida a su lado y no pudo evitar sonreír. La amaba. Si alguna vez creyó que Miley era el verdadero amor de su vida, estaba equivocado, Camilla lo era. Sí, no podía negar que la madre de su hija había sido especial, pero nunca como ella.

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Bien nueva novela obviamente no es mi pero es excelente la verdad me hizo llorar, comenten porfavor, y Destiny yo se que todas pensaran en miley hahah asi que me gusta ese look de miley asi que imaginen a Destiny asi como a la miley de la foto LOL

5 comentarios:

  1. Respuestas
    1. sip es Niley, pero ellos están separados y destiny es su hija

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  2. Lloré...
    Te lo juro que lloré, no puedo creer mi sencibilidad :$
    Tengo una pregunta, esta nove tiene un final triste o feliz????
    Buee... cuídate, besis, bye ♥

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  3. es algo diferente me gusta mucho siguela siguela

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  4. hahahah bitch siguela, espero que termine bien, porque si termina mal te juro que no la leo, ok no pero, terminar bien es que Niley quede junto, no me gusta la idea de que Nick este enamorado de otra

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