lunes, 9 de junio de 2014

Tù eres mi Amor - Cap: 27



Sentado descuidadamente en su escritorio, el duque la vió enviar una nota a Emily en la cual le aseguraba que la duquesa estaba alli y le rogaba que enviara a Clarissa a Claymore “esta vez seré yo quien enviara las invitaciones” añadió como posdata “¿quieres ser mi testigo? Afectuosamente Miley”.

Nicholas cogió el sobre y sin tener en cuenta la presencia de su hermano, cogió a su prometida y la besó apasionadamente.

-Volveré dentro de dos horas mas o menos. ¿Me esperaras?
Miley asintió pero se dio la vuelta mientras el se iba.

-Nicholas-dijo suavemente con los ojos llenos de lágrimas-Cuando Vanessa me ha preguntado hace un momento cuales eras mis talentos, no le dije que tenia uno que compensaba mis lagunas en otros terrenos.

Los dos hermanos intercambiaron una sonrisa.

-¿De que se trata querida?-preguntó Nicholas.

-He conseguido ganarme tu amor-dijo con voz vacilante.

La sonrisa de Nicholas se borró y dio paso a una expresión de extremado orgullo. Stephen les dejó solos. Unos minutos después el duque dejó su despacho para ir en busca de Vanesa.

-La dejo en tus manos-le dijo a su hermano guiñándole un ojo.

Mientras Nicholas se iba con Vanesa, 
Miley se sentó, molesta, frente a Stephen.

-¿Qué le hizo retenerme?-preguntó por fin-Era evidente que Nicholas no deseaba mi presencia. ¿por qué ayudarme cuando no me conocia?

-Yo sabia que usted no era cualquier mujer. S llama 
Miley y tiene los ojos verdes. Hace algunas semanas, después de una fiesta un poco agitada mi hermano no hablaba de otra cosa.

Dos horas mas tarde volvió Nicholas.

-Me imagino que lord Stanfield no ha apreciado mucho tu visita-dijo Stephen.

-Se ha mostrado razonable-respondió el duque sentándose al lado de 
Miley y abrazandola-Supongo que los dos estais cansados después de vuestro viaje-dijo dirigiendo a su madre y a su hermano una mirada elocuente-¿No deseais retiraros?

-No es solo el viaje lo que me ha agotado-dijo la duquesa con humor antes de desarles buenas noches.

Stephen no se movió.

-Estoy en plena forma-le dijo a su hermano-Además quiero saberlo todo sobre tus proyectos de matrimonio-Ignorando la mirada incendiaria de Nicholas se dirigió a la joven-¿Cuál será la fecha?

Resignado a soportar su presencia, Nicholas suspiró y miró a 
Miley.

-¿Cuánto tiempo tardaremos en prepararlo todo querida?

Ella se dijo que estaria mejor en sus brazos besándole que discutiendo la organización de su boda.

-Me imagino que habrá muchos invitados.

-Muchos, en efecto-confirmó el duque.

-Entonces hará falta bastante tiempo. Hay muchos detalles que arreglar, el vestido, los ensayos, las invitaciones ¿Cuántos seremos?

-Creo que quinientos o seiscientos-dijo Nicholas.

-Mas bien unos mil, a menos que quieras despreciar a una parte de la alta sociedad y de nuestra familia-corrigió Stephen divertido por la expresión asustada de 
Miley-Los Westmoreland se casan siempre en la Iglesia y la fiesta se desarrolla en Claymore House. Es una vieja tradición y todo el mundo la conoce. No te preocupes.

-¿Se casan en la Iglesia y siempre aquí?-repitió 
Miley mirando a Nicholas-¡Cuando pienso que amenazaste con llevarme a Escocia!

-Es la costumbre querida-explicó Nicholas acariciándole la mejilla-El primer duque de Claymore secuestró a su `novia del castillo de sus padres que se encontraba a varios dias de distancia de Claymore. En el camino se detuvieron en un monasterio. Mi antepasado, al haber comprometido la virtud de su novia, pidió a un monje que les casara de inmediato ya que la familia de ella estaba escandalizada. Como ves, si hubiera cumplido mi amenaza, solo hubiera seguido la tradición familiar.

-El matrimonio de Therese de la Ville estaba lejos de ser tan importante pero sin embargo necesitó un año para prepararlo-objetó 
Miley.

-No-cortó Nicholas-Nada de eso.

-¿Seis meses?-propuso ella.

-Seis semanas-concedió Nicholas.

-Pero eso no será suficiente-insistió 
Miley a la cual el tono imperioso de el no impresionaba en absoluto.

-Muy bien te concedo ocho-concluyó Nicholas.

-Ocho meses, de acuerdo-dijo 
Miley con un suspiro-Tendrá que ser suficiente.

-Ocho semanas-corrigió el-Ni un solo dia más. Mi madre te ayudará y también Hudgins. Todo mi personal estará a tu disposición. Ocho semanas serán más que suficientes.
Miley le dirigió una mirada escéptica pero aceptó con gusto ya que no tenia ganas de esperar ocho meses.

Nicholas continuó hablando alegremente con su hermano cuando notó un peso contra el. 
Miley ya no respondia a sus bromas.

-Esta dormida-dijo bajando los ojos y la levantó suavemente en brazos-El dia ha sido largo-murmuró mientras ella se acurrucaba contra su pecho-Esperame aquí Stephen, tengo que hablar contigo.

Unos minutos mas tarde, se reunió con su hermano después de haber dejado a 
Miley en una habitación de invitados. Stephen estaba bebiendo una copa de coñac.

-Tengo que hacerte dos preguntas-dijo Nicholas con calma.

-No lo dudo Vuestra Gracia-respondió Stephen sentándose comodamente.

-¿Cómo sabias quien era 
Miley?

-Me lo dijiste tu la noche que nos emborrachamos, me hablaste de sus ojos verdes.

Nicholas se inclinó hacia delante mirando atentamente su vaso.

-¿Qué te dije exactamente esa noche?

-Todo-contestó simplemente renunciando a mentir-Todo incluso el daño que le hiciste. Por eso cuando llegó esta tarde creyendo que habias recibido su mensaje, me dije que habia que intentar arreglar eso.

-Tengo otra pregunta-dijo Nicholas seriamente-Me gustaria saber como puedo darte las gracias por lo que has hecho por nosotros.

-No podrás hacerlo nunca-bromeó Stephen.

Mas tarde, en su cama, con las manos detrás de la nuca, Nicholas miró el techo. Apenas podia creer que 
Miley estuviera alli. Luego revivió emocionado su reconciliación.

Mañana le explicaria su brusco cambio de actitud antes del banquete.
Miley emergió de un profundo sueño lleno de pesadillas, al abrir los ojos supo enseguida donde se encontraba y reconoció a Mary, la criada pelirroja.

-Hace horas que Su Gracia esta paseando nervioso por el vestíbulo mirando hacia las escaleras-anunció esta alegremente con su acento irlandes-Me ha pedido que le diga que hace muy buen tiempo y que le prepare un traje de montar.

-Ese hombre se cree el rey de Inglaterra-gruñó Clarissa entrando en la habitación-Decide casarse con mi pequeña y nos hace volver de Francia, le da por ir a una fiesta y nos envia a Londres, esta mañana le apetece cabalgar y entonces hace que me levante al amanecer para que venga aquí con sus cosas. Una no es capaz de pensar a esas horas.
Miley se levantó riéndose.

-Clarissa, te adoro-dijo antes de meterse en la bañera.

Se puso rápidamente una falda de amazona y una chaqueta de tonos tostados, impaciente por ver a Nicholas se recogió el pelo en la nuca y salió corriendo de la habitación. Se detuvo en seco en el descansillo al ver al duque esperándola abajo, el sol que se filtraba por la vidriera hacia que su pelo negro brillara. Su camisa de lana y su pantalón de tonos rojizos le hacian parecer tan viril que 
Miley se estremeció.

Nicholas la vió bajar a su encuentro, miró su cara con inquietud buscando algun signo de arrepentimiento o de amargura. Ella se detuvo en el último escalon y le dirigió una tímida sonrisa.

-Estoy muy molesta-dijo-Todo el mundo va a decir que el novio es más hermoso que la novia.

Nicholas no pudo contenerse y al cogió en sus brazos hundiendo la cabeza en su pelo perfumado.

-Dios mio-murmuró con voz temblorosa-¿Cómo voy a hacerlo para poder esperar ocho semanas hasta hacerte mia?

Notó que el cuerpo de 
Miley se tensaba y se dio cuenta de que ella sufria al recordar lo que el le habia hecho, pero sonrió pensando que todavía tenia ocho semanas para conquistarla con sus caricias y sus besos. Acabaria por despertar su deseo y ella se daria cuenta de que no queria hacerle daño. La noche de bodas, incluso si el acto en si mismo le diera miedo, ella confiaria en el y se entregaria. Entonces el podria demostrarle como deberia haber sido la primera vez. La volveria loca de deseo hasta que se aferrara a el suplicándole que la hiciera suya.

-¿Te gustaria visitar la propiedad?-le preguntó después de desayunar?

-Mucho.

Era un bonito dia de otoño, recorrieron juntos los jardines y admiraron los macizos de flores multicolores. Los jardineros recogían las hojas muertas y quemaban sin al parecer darse cuenta de la presencia de la pareja. Ella hizo una observación que hizo que el duque riera a carcajadas, la cogió con ternura en sus brazos bajo las miradas sorprendidas y las sonrisas cómplices de todo el personal.

La cogió de la mano y la llevó hacia un pabellón al borde del estanque. Fue un momento lleno de serenidad y de ternura, ella miró el cielo azul y se dijo que era el dia mas bonito de su vida.

Desde el pabellón la vista del parque era magnifica, ella se apoyó en una columna sabiendo a ciencia cierta que Nicholas la habia llevado hasta allí para disfrutar de un poco de intimidad. Se quedó inmóvil retrasando el momento en que el la llevaria dentro y la tomaria en sus brazos. Se sorprendió al ver que se situaba delante de ella y le ponia las manos sobre los hombros.

-Haz lo que quieras-dijo el con una sonrisa inclinándose hacia ella-No soy tímido. Me da igual besarte aquí y no en el interior.

Cuando por fin liberó sus labios, el cuerpo de 
Miley temblaba de deseo.

-Nicholas-murmuró ella-yo...

-Me gusta oirte pronunciar mi nombre-cortó el con voz grave-Me da ganas de tomarte en mis brazos, besarte, acariciarte el pecho y sentir tus pezones endurecerse bajo la palma de mi mano.
Miley tomo aire y bajó los ojos, pero a Nicholas le dio tiempo de ver el fuego que iluminaba sus ojos verde jade y que enrojecia sus mejillas. El sonrió con satisfacción. Puede que a ella le diera miedo hacer el amor con el pero era evidentemente un mujer apasionada que pronto dejaria de temer. Miró al pabellón y luego al bosquecillo.

-¿Estos bosques te pertenecen?-preguntó 
Miley siguiendo su mirada.

-En parte-respondió el duque-Hay una vista preciosa. Vamos a dar una vuelta, hay algunas cosas que tienen que quedar claras entre nosotros y prefiero dejarlas arregladas lo mas rápido posible para que el pasado quede olvidado. Creo que ya sabes lo que voy a preguntarte.
Miley comprendió que el queria una explicación sobre su comportamiento el dia de la boda de Courtney.

-Verás-dijo ella con un suspiro-cuando te vi en la Iglesia yo pensaba que seguiamos comprometidos, ignoraba que te habian invitado, crei que habias venido para verme...

Le contó toda la historia sin ocultar todo el dolor que habia sentido. Nicholas la escuchó sin interrumpir.

-¿Qué te hizo venir aquí después de haberme odiado durante todo este tiempo?-preguntó después.

-Emily me hizo comprender que te habia juzgado mal.

-¿Qué sabe ella de todo esto?

-Todo-confesó la joven en voz baja- Ahora me toca a mi hacerte una pregunta-se apresuró a añadir al ver su expresión desconcertada.

-Pregunta lo que quieras.

-¿Por qué me hiciste esa cosa horrible? ¿Cómo pudiste pensar que yo me habia entregado a Paul?

Nicholas respondió a su pregunta con una voz llena de remordimientos.

-¿Creiste lo que te dijo Margaret sabiendo que ella me detesta?-gritó 
Miley con una mirada acusadora.

Al ver que solo conseguia aumentar el sufrimiento de el, ella depositó un beso en sus labios.

-No pasa nada-dijo ella.

-Si-contestó secamente Nicholas-Pero algún dia me vengaré. Ahora vamos a ver si puedes dominar a mi yegua preferida. Hagamos una carrera hasta la cima de la colina.

La vista era maravillosa, 
Miley la contempló intentando imaginar el mismo paisaje en pleno verano, mientras Nicholas ataba los caballos.

-Aquí se puede disfrutar de otras cosas aparte de las vistas-dijo el con voz ronca detrás de ella-



Acercate y te lo demostrare.
Miley se dio la vuelta y vió que el duque estaba sentado en el tronco de un árbol, sus ojos grises expresaban tanta sensualidad que Miley se estremeció, tenia muchas ganas de estar entre sus brazos y besarle pero sospechaba que Nicholas tenia otra cosa en la cabeza. Quiza estuviera pensando que ya no era necesario esperar al matrimonio para poseerla de nuevo. Sin embargo Miley solo concebia la unión carnal si era dentro del matrimonio, aunque hubiera preferido privarse de ello para siempre. Sabia que era imposible pero le quedaban ocho semanas antes de verse obligada a cumplir con su deber conyugal. Le volvió a dar la espalda e intentó distraerle.

-La vista es magnifica-dijo-¿Podriamos bajar al valle?

-Podriamos-dijo el-pero otro dia.

-¿Y porque no ahora?-insistió 
Miley casi suplicando.

-Porque tengo ganas de besarte-respondió el simplemente.

-¿Solo quieres besarme? ¿No intentarás...

-Ven aquí querida-dijo el riéndose al verla enrojecer-Solo quiero besarte. “Y me aguantaré”-pensó

Ella se acercó a el y quiso sentarse a su lado pero el la cogió en sus brazos y la sentó en sus rodillas.

-Hay una vista mejor un poco mas arriba-dijo el.

Rodeándola con sus brazos la atrajo hacia el y ella sola movió la cabeza para recibir su beso. Nicholas le acarició la sien con los labios y luego beso su frente y su mejilla. Con los labios le cerró los párpados evitando su boca por temor a asustarla. De pronto se echó hacia atrás al oir que ella ahogaba la risa.

-Si no apuntas mejor, Vuestra Gracia, voy a verme obligada a regalarte una lupa-dijo ella con los ojos brillantes de malicia.

-¿De verdad?-gruñó Nicholas apoderándose de su boca.

Notó que la mano de 
Miley se deslizaba por su pecho antes de ir a posarse en su nuca, su corazón latia enloquecido. Cuando ella abrió los labios para acogerle, Nicholas sintió que la sangre empezaba a hervir en sus venas con un deseo irresistible. La beso con ardor casi con brutalidad y ella le devolvió el beso gimiendo. El la provocó con su lengua hasta que obtuvo la respuesta que esperaba.

Sus dedos desabrocharon el corpiño de la joven y se posaron en su pecho. El acarició con el pulgar el pezón endurecido. Bajo el corpiño de seda su pecho cobraba vida. El gemido de 
Miley le hizo temblar. De su pecho para bajar hasta su vientre y después su muslo, buscando instintivamente el lugar en el cual el la haria estremecerse de deseo bajo la barrera de sus enaguas. Su boca se hizo mas exigente y cogió el borde de su falda.

Reuniendo las últimas fuerzas que le quedaban, Nicholas consiguió separar su boca de la de ella, después apartó con firmeza los brazos de 
Miley de su cuello. Jadeando la apartó de sus rodillas para no asustarla con la intensidad de su deseo. Bajo los ojos hacia ella conteniéndose con dificultad, queria derramarse en ella, poder mirarla sabiendo que su simiente estaba en lo mas profundo de su ser, ver como se redondeaba su vientre con su hijo.

Nicholas dio un largo suspiro mientras 
Miley le miraba desorientada. El le sonrió sintiéndose traicionado por las reacciones de su cuerpo.

-Querida-dijo-a menos que tengas la intención de volverme loco, creo que es mejor no hace demasiado a menudo este tipo de cosas.
Miley abrió mucho los ojos, quiso apartarse de el pero Nicholas la retuvo contra su pecho.

-No-murmuró-quedate en mis brazos un poco mas.

Se quedaron abrazados unos minutos.

-¿Esta colina es el limite de tu propiedad?-le preguntó ella mientras recogían los caballos.

-Por supuesto que no-respondió el un poco ofendido.

-¿Cuántas tierras posees?-pregunto ella asombrada.

-Mas de un millar de hectáreas.
Miley se quedó muda, lo que recordó algo a Nicholas.

-De hecho queria preguntarte si mi casa te parecia demasiado austera.

-Es espléndida, como tu.

El no podia creer lo que oia. Habia tenido que esperar meses para que ella le llamara por su nombre y ahora en un solo dia le calificaba de hermoso y de espléndido.

Detrás de la ventana, la duquesa y Stephen miraban a la joven pareja que paseaba por el parque con las manos unidas.

-Hacen muy buena pareja-dijo la duquesa divertida.

-En efecto, y tu tendrás muchos nietos. Y apuesto que en poco tiempo.

-Estas exagerando Stephen.

-En absoluto. Lo encuentro maravilloso.

-Lo que queria decir-dijo ella con una sonrisa cómplice-es que ella es maravillosa y que nunca habia visto a tu hermano tan feliz.

-Es verdad-admitió Stephen viendo a 
Miley reir, luego decirle algo a Nicholas y salir corriendo a toda velocidad.

Este la atrapó y la levantó llevándola en el hombro como si fuera un saco de harina. 
Miley se resistió tanto que el la dejó en el suelo y ella aprovechó para escaparse. Nicholas se apoyó en el tronco de un árbol y la joven reapareció enseguida y se lanzó a sus brazos.

-Recuerdame que le pregunte a 
Miley si tiene una hermana-dijo Stephen pensativo.

-¡De verdad!-dijo la duquesa-Hace cinco años que todas la madres de Londres se esfuerzan en presentarte a sus hijas y no entiendo porque no has encontrado todavía la horma de tu zapato. Creo que 
Miley menciono que tenia una prima.

-Si se parece a 
Miley me caso con ella de inmediato.



-¡Bromeas!-dijo la duquesa cuando Nicholas le anuncio que la boda seria dentro de ocho semanas.

-Lo digo completamente en serio-confirmó el duque levantándose de la mesa-Os dejo para que arregleis los detalles entre las dos-añadió depositando un beso en la frente de 
Miley antes de irse-Haced una lista de todo lo que hay que hacer-añadió-y dejádsela a Hudgins.

-¿Quién Hudgins exactamente?-preguntó la joven-No le he visto nunca.

-Es el secretario de Nicholas-dijo la duquesa-Un verdadero mago. Usara el nombre de Nicholas como si fuera una varita mágica y todo estará preparado en ocho semanas. Sin embargo esperaba tener mas tiempo.

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