jueves, 22 de mayo de 2014

Tù eres mi Amor - Cap: 24



Courtney Ashton esperaba al lado de su padre, al fondo de la Iglesia escondida de los ojos de los demas.

-Vas a robarme el protagonismo-le susurró a Miley que era su dama de honor-Pareces un junco con esas flores en el pelo y tu vestido amarillo.

-Y tu pareces un ángel. Pero me parece que estas muy tranquila, deberias estar nerviosa ¿No es asi Emily?

-En efecto-contestó esta distraida.

Le habia confesado a Michael que 
Miley y el duque tenian una disputa y que ella habia invitado a Nicholas esperando que se reconciliaran. Su marido le habia reprochado que se hubiera inmiscuido en lo que no le importaba e incluso habia añadido que los otros no se lo agradecerían.

Ante la insistencia de 
Miley, Courtney habia tenido que tachar al duque de la lista de invitados, pero se habia mostrado encantada ante la idea de Emily. Ni siquiera sospechaba que el señor Westland era en realidad el duque de Claymore.

En ese momento, Emily lamentaba amargamente su estratagema. Las damas de honor empezaron a andar por el pasillo central. Al contrario que sus compañeras, 
Miley no se sentia intimidada en absoluto.

-La proxima vez que hablemos-le sussurró a Courtney-tu seras una mujer casada.

La mirada de Nicholas se detuvo en 
Miley en cuanto la vio y le dio la impresión de que su corazón se detenia. Nunca le habia parecido más radiante y serena.

Ella paso a pocos milímetros de el y todo el cuerpo de Nicholas se tensó con la tortura de esa cercania, pero por nada del mundo hubiera querido renunciar al dolor de sentirla tan cerca.

Cuando Courtney hubo pronunciado los votos, unas lágrimas de emoción cayeron por las mejillas de 
Miley. Echando una ojeada a la gente vió a su tia quien le hizo una señal con la cabeza. Estudió a los demás invitados,su padre, los padres de Margaret Merryton, lady Eubank llevando uno de sus horrorosos turbantes...y un hombre alto y moreno. El corazón de la joven se desbocó cuando el dirigió sus ojos grises hacia ella. Paralizada, leyó en ellos pena y ternura. Luego ella apartó los ojos.

Sin aliento, intento rehacerse. ¡Estaba alli! ¡Por fin habia venido a verla! Jamás la habia mirado asi como si quisiera ofrecerse a ella.

Le dieron ganas de gritar, de caer de rodillas y de llorar, de hacerle sufrir como ella habia sufrido. Al fin tenia ocasión de manifestarle su desprecio. Después no le volveria a ver nunca. El desapareceria de su vida.

De pronto recordo la voz de Nicholas y se dio cuenta de que le amaba y que le estaba pidiendo que la ayudara.

Cuando vió el movimiento de la joven, Nicholas supo que ella iba a mirarle y que el tendría su respuesta. Empezó a rogar a Dios. Ella levantó sus ojos hacia el y la dulzura que el vió en ellos estuvo a punto de hacerle caer al suelo. Hubiera querido ahogarse en su mirada, cogerla en sus brazos, llevársela lejos de esa Iglesia para oirla pronunciar en voz alta las tres palabras que acaba de decirle con los ojos.

La multitud se preparó detrás de los recien casados para dejar la Iglesia. Nicholas fue el último en salir. Se detuvo cerca de la puerta para ver a 
Miley que se estaba riendo. Dudó sabiendo que solo podrían intercambiar unas pocas palabras pero no podia esperar al banquete. Se metió pues entre la gente y se mantuvo muy cerca de Miley. Ella notó de inmediato su presencia y olio su perfume.

-Señorita Stone, te adoro-murmuró el con una voz ronca rota por la emoción.

El notó que a 
Miley la recorria un escalofrio de felicidad. La vio tensarse, luego dio un paso hacia atrás y se apoyo muy ligeramente en el. A el se le cortó el aliento al sentir el cuerpo de ella pegado al suyo. Le puso una mano en la cadera y la deslizó suavemente hasta su vientre para apretarla mas fuerte. Ella no se resistió y se quedó tranquilamente sujeta por el.

Emily se volvió hacia su amiga sin al parecer darse cuenta de que Nicholas la sujetaba asi.

-Quieren que avancemos un poco-dijo.
Miley bajó la cabeza pero Nicholas notó que ella no tenia ganas de dejarle. Por fin ella se alejó y partió sin darse la vuelta, acompañada de las otras damas de honor.

Antes de reunirse con 
Miley en el coche, Emily dudó un momento, miró entre la multitud y encontró la mirada gris del duque quien le dirigió una ancha sonrisa de gratitud mientras se inclinaba.

-¡Estaba ahí!-gritó 
Miley agitada-¿Le has visto?

-Ya lo creo. Estaba justo detrás de ti con un brazo en tu cintura.

-No hay que reprochárselo. No soportaria que le odiaras. ¡Le amo tanto!

-Lo se-respondió suavemente Emily.



Con el corazón a punto de explotar, Nicholas vió como se alejaba el coche. Sabia que 
Miley no se habia dado la vuelta por prudencia. Fue súbitamente consciente de la gente y bajo los escalones. A su paso las mujeres hicieron reverencias y los hombres le saludaron con respeto.

Entonces vió su carruaje mostrando su blasón. En su prisa por ver a 
Miley habia olvidado recomendar a su cochero que cogiera el coche normal que utilizaba delante de sus vecinos.

Nicholas se volvió hacia los que le llamaban simplemente señor Westland. Estaban boquiabiertos. Con una sonrisa de disculpa trepó al magnifico faetón azul oscuro con blasón de plata.
Miley habia previsto anunciar a su tia su ruptura con Nicholas antes del banquete en casa de los Archibald. Temia ese momento desde hacia semanas.

-¡Estas radiante!-dijo tia Anne abrazandola-se quitó los guantes y le pidió a su sobrina que se sentara a su lado-Querida, en la Iglesia me pregunte que es lo que impedia que os mirarais el duque y tu.

-¿No puedo ocultarte nada verdad?

-Querida no has ocultado nada a nadie hace un momento. Todos os miraban a la salida de la Iglesia.
Miley pareció tan horrorizada que su tia empezó a reir.

-Tambien te diré que muchos invitados le reconocieron. Empezaron a murmurar su nombre en cuanto le vieron. Me temo que el señor Westland ha sido desenmascarado.
Miley estaba tan orgullosa de el que hubiera querido decirle a todo el mundo que estaban comprometidos. Hablaban alegremente y después Miley pregunto por Edward.

-esta en España. Parece que le mandaron con urgencia. Prometió volver en seis semanas. Yo solo he venido para la ceremonia y para asegurarme de que todo iba bien entre tuotros ya que tu nunca hablas de Nicholas en tus cartas. Como todo parece ir muy bien voy a volver con mi prima en Lincolnshire. Cuando el duque y tu decidais anunciar vuestro compromiso vendre para ayudarte a preparar la boda. De hecho tu padre ha hecho llegar dos maletas con tu ropa. La he hecho subir a tu habitación y Clarissa esta desembalándolo todo. ¡Ah! Y tu padre dice que tienes correo.

Después abrazó cariñosamente a su sobrina y se fue.
Miley se fue corriendo a su habitación y se sento delante del tocador. Mientras Clarissa arreglaba las flores de su pelo la joven pensó con placer en su encuentro con Nicholas al dia siguiente. El llegaria pronto y... En ese momento se fijó en el paquete de cartas que estaba contra el espejo. Una de ellas contenia documentos oficiales. Notó que llevaba la firma del duque de Claymore. Despidió a la doncella y empezó a leerla.

Se enteró de que ya no estaba prometida al duque de Claymore y que todo lo que el le habia comprado debia conservarlo como regalo. Temblando de los pies a la cabeza, leyó el mensaje en el cual Nicholas le deseaba felicidad con Paul asi como una gran cantidad de dinero. Asi, después de haber abusado de ella, la pagaba como a una vulgar prostituta.

-¡Dios mio!-murmuró-¡Dios mio!

Emily llamó a la puerta para preguntarle si estaba preparada.

-Bajo en unos minutos-respondió con voz ronca-Emily ¿Sabes porque ha venido el duque a la boda? Quiero decir ¿Le invitó Courtney al final?

-Si-admitió Emily-¿No estas contenta?
Miley tuvo la impresión de que el mundo se hundía bajo sus pies. Creyó que se iba a desmayar.

Nicholas no habia venido a verla sino porque estaba invitado. Se suponia que ella habia leido los documentos con la ruptura del compromiso. ¡Como debia haberse reido al ve su sonrisa de adoración! No se habia contentado con sonreírle, se habia dejado abrazar. Debia pensar que le estaba invitando a poseerla de nuevo.
Miley se cogió la cabeza entre las manos pensando en el banquete. Tenia que enfrentarse a Nicholas. Con la cara pálida se reunió con sus amigos y consiguió disimular a pesar de su tristeza.

Al llegar a la casa de los abuelos de Courtney, sonrió a los jóvenes mas atractitu y se esforzó por aparecer favorecida entre los solteros. Al cabo de unos minutos, ya estaba rodeada de varios admiradores. No perdió el dominio de si misma hasta que Paul le besó la mano. Le miró con bastante frialdad pero el parecia tan arrepentido que ella decidió aceptar su compañía.

Ahora se sentia protegida de Nicholas. El duque llegó cuando el circulo alrededor de ella se dispersaba. Su elevada estatura vestida de oscuro llenó el hueco de la puerta y 
Miley vió que su mirada se posaba sobre ella. Ella noto que se sonrojaba.

-Nos estamos olvidando de la novia-dijo alegremente a sus admiradores.

Sin dirigir una mirada a Nicholas, ella llevó a sus amigos hacia Courtney. Nicholas sabia que ella le habia visto. Se sintió molesto al verla coquetear con todos esos hombres. Cogió una copa de champán devorándola con los ojos. Ella debia estar esperando el momento apropiado para ir hacia el. Se moria de ganas por tocarla, por oir su voz.

Anunciaron la cena, Puede que 
Miley pudiera liberarse un momento.

-¡Claymore, viejo amigo! Estoy contento de volverte a ver-dijo una voz masculina.

Reconoció a lord Anthony, un viejo amigo de su padre.

-¿Cómo esta tu encantadora madre?

-Esta muy bien-respondió distraídamente Nicholas viendo a 
Miley dirigirse al comedor sin acercarse a el-¿Y la tuya?

-Supongo que como siempre, dado que lleva muerta treinta años.

-Me alegro, estoy encantado de saberlo-dijo el duque dejando su copa de champán antes de sentarse en su sitio en la mesa.

Courtney le habia situado justo enfrente de 
Miley. El comió sin apetito demasiado absorto en la mujer que amaba pero que parecia rehuir su mirada. La vio charlar alegremente con los dos jóvenes sentados a su lado. Para colmo estaba rodeado de dos matronas que al descubrir su título quisieron presentarle a sus hijas solteras.

-Marie es una muy buena pianista-dijo una.

-Charlotte canta de maravilla-dijo la otra.

-No tengo oido para la música-declaró Nicholas sin dejar de mirar a 
Miley.

Después de la cena los invitados fueron al gran salón donde Peter y Courtney abrieron el baile. Después del primer vals, Nicholas espero que 
Miley viniera a el. En lugar de eso, ella bailó con varios jóvenes sin concederle la menor atención. Se dijo que quiza ella esperaba que el se acercara a ella y se acercó mientras ella bailaba con Paul.

-Estoy encantado de verle Sevarin-dijo educadamente cogiendo el brazo de 
Miley-Creo que este baile es para mi.

Se sorprendió por la sonrisa impersonal e indiferente que le dirigió 
Miley. Se dio cuenta de que ella habia adelgazado.

-¿Te diviertes?-preguntó el con voz cariñosa.
Miley asintió con la cabeza para que el no notara que la voz le temblaba. Desde su llegada, notaba su presencia en todo su cuerpo. Tenia la sensación de estarse quemando lentamente. A pesar de lo que el le habia hecho, solo su orgullo le impedia lanzarse a sus pies para pedirle que volviera con ella.

Por primera vez desde su reencuentro, Nicholas no supo que decirle por miedo a cometer un error. Bajo entonces la cabeza y le dijo la frase que nunca antes habia dicho a ninguna mujer:

-Te amo-murmuró suavemente.

Sintió como se tensaba en sus brazos, pero cuando ella le miró su expresión burlona le desconcertó

-No me extraña oirlo-dijo ella-Es una frase que esta de moda en este momento. Sobre todo en los hombres altos-ella reflexionó un momento-Puede que sea porque yo soy más bien alta. Debe ser muy pesado para un hombre el tener que inclinarse continuamente. O puede que sea porque tengo los dientes bonitos. Tengo mucho cuidado en...

-¡Basta!-ordenó el

-Prometo no volver a cepillarmelos-dijo ella fingiendo seriedad.

Si el no hubiera estado tan conmocionado, hubiera notado las lágrimas que brillaban en los ojos de ella.

-Courtney es una novia encantadora-dijo el para llevar la conversación hacia el matrimonio.

-Todas las novias son encantadoras. Eso es asi desde hace siglos. Son hermosas y se ruborizan.

-¿Tu te ruborizas?-pregunto el con ternura.

-Desde luego que no-consiguió decir ella-Ya no tengo ninguna razón para ruborizarme. Pero eso no me molesta. Siempre he detestado a las mujeres que enrojecen a la menor provocación.

-¿Qué te pasa?-se extraño Nicholas-No te comportabas asi antes cuando estabas en mis brazos en la Iglesia-

-¿Eras tu?-preguntó 
Miley abriendo mucho los ojos.

-¿Quién diablos creias que era?-respondió Nicholas apretándola contra su pecho para asombro de los demás invitados.

-De hecho no estaba segura-señaló con la cabeza a todos sus compañeros de mesa-John Clifford o lord Gilmore. Dicen que me adoran. O Paul. El tambien me adora. O Alexander...

Con un rápido movimiento el la arrastró fuera de la pista de baile y la miró con desprecio.

-Creia que tenias un corazón-silbó furioso-pero solo eres una vulgar provocadora.

-No soy tan vulgar-contesto ella con altivez-He conseguido sacarte un buen montón de dinero. Además solo tengo que sonreírte para que vengas corriendo como esta noche. Ninguno de los dos es vulgar. Yo soy una provocadora confirmada y tu un magnifico idi/ota.

Por un momento ella pensó que el la iba a golpear. Pero se limito a darse la vuelta y a alejarse con rapidez bajo todas las miradas. Ella supo que el acababa de salir de su vida. Tragándose las lágrimas buscó a Emily con los ojos.

-Emily explicale a Courtney...que yo...me sentia cansada. Te...volveré a mandar a tu cochero en cuanto me haya acompañado.

-Voy contigo.

-No prefiero estar sola. Lo necesito.

Mas tarde, Emily y Michael se detuvieron delante de la puerta de 
Miley y la oyeron llorar con grandes sollozos.

-Dejala-dijo Michael-Despues se sentirá mejor.

A la mañana siguiente al ver que su amiga no bajaba, Emily la fue a buscar a su habitación. Seguia en la cama acurrucada sobre si misma.

-¿Cómo te sientes?

-Yo... estoy mucho mejor-respondió con una voz sin entonación.

-
Miley, lo que pasó...

-No. Por favor. He decidido aprovechar el tiempo que me queda por pasar en Londres. ¿Me permitirías recibir algunos invitados?

-Por supuesto. De hecho lord Gilmore y otros jóvenes te esperan en el salón. A Michael y a mi nos gustaria que te quedes tanto tiempo como quieras. Sabe que eres como una hermana para mi.



-Prefiero una amiga-dijo 
Miley abrazando a Emily-Las hermanas se pelean sin cesar.

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