miércoles, 11 de junio de 2014

Tù eres mi Amor - FIN



Nicholas no volvió a Claymore durante varios dias, tampoco pasó los dias en brazos de Marie St Allermain como se imaginaba Miley. El se quedó en Londres oscilando entre la ira y la serenidad pensativa, cada noche se reunia con sus amigos en su club.

El tercer dia, mientras miraba distraídamente por la ventana, llegó a algunas conclusiones. Para empezar no tenia ninguna necesidad de mantener una amante, su mujer ciertamente era una ramera, pero tambien era una compañera apasionada, por otra parte tampoco tenia intenciones de llevar una vida de monje ni de quedarse exiliado en el ala este del castillo.

Iba pues a regresar a Claymore House e iba a volver igualmente a sus habitaciones, cuando tuviera ganas haria que 
Miley cumpliera con su deber conyugal. Ella haria las veces de criada y de pu/ta.

Volvió al dia siguiente por la mañana tan inmerso en sus pensamientos que apenas notó el esplendor del verano en el campo. En cuanto llegó fue a la habitación de su mujer y abrió la puerta con estrépito. Ella no estaba, sin dirigirle la palabra a Mary, que estaba asustada, se fue a inspeccionar su propia habitación pero tampoco estaba alli. Mary le explicó llorando que ella se habia ido el dia anterior.

-¿Dónde se ha ido?

-No me lo dijo Vuestra Gracia, pero ha dejado una carta en su secreter.

En el mueble Nicholas solo encontró una bola de papel, a pesar de su enfado, la desplegó por si ella hubiera escrito algo para el, pero el papel estaba en blanco. Habia dejado esta hoja arrugada queria hacerle comprender que sabia la razón de su ira.

-Vuelvo a mis antiguas habitaciones-le anunció a Mary desde la puerta-Quite todas sus cosas.

-¿Y donde debo ponerlas?-preguntó Mary.

-¡Tráigalas aquí por Dios!-gritó el ignorando la sonrisa ironica de la doncella.

No tenia humor para regañarla, tenia demasiadas ganas de matar.

En el pasillo se dijo a si mismo que la bola de papel tenia un aspecto extraño, estaba llena de multitud de gotas de agua o de lágrimas.



Durante varios dias, Nicholas esperó que su mujer regresara, dando vueltas como una fiera enjaulada. Estaba seguro de que ella volveria si se daba cuenta de que el no iba a lanzarse en su búsqueda. Tenia que volver, la ley se lo ordenaba.

El quinto dia todavía no habia vuelto. Nicholas nunca habia estado tan furioso. ¡Ella le habia abandonado! Evidentemente habia vuelto a la casa del imb/écil de su padre.

Se hizo traer el coche sin demora.

-Quiero estar en casa de Martín Stone dentro de seis horas ¿Me ha entendido?-le ordenó al cochero.

Este le habia dicho que 
Miley le habia hecho llevarla hasta el primer cambio de caballos y que luego habia tomado una diligencia. ¡Pequeña idi/ota! ¿Cómo podia comportarse asi cuando llevaba a su hijo?

Su suegro le recibió con los brazos abiertos.

-¡Bienvenido!-dijo abriendo el mismo la puerta del coche-¿Dónde esta mi hija? ¿Y como esta?

-Esta bien, me ha encargado que le diga que estamos esperando un hijo-respondió Nicholas quien no queria alarmar al pobre hombre ni confesar que no sabia donde estaba 
Miley.

En cuanto pudo irse sin despertar sospechas se dirigió a la casa que el habia habitado antes, pero 
Miley tampoco estaba alli. Entonces ordenó al cochero que le volviera a llevar a Claymore. Al dia siguiente se enteró de que su mujer tampoco estaba en casa de los Archibald. Habia desaparecido.

La ira del duque dio paso a la preocupación. Al comprobar que tampoco habia cogido un barco con destino a Francia, fue presa de la angustia.

A lo mejor se habia reunido con el que habia sido su amante antes de la boda. Este pensamiento le puso fuera de si pero solo lo creyó por espacio de un segundo. No podia imaginarse a 
Miley con otro hombre, por la forma en que ella se abandonaba en sus brazos tenia la impresión de que ella habia empezado a amarle.

Nicholas vagaba de una habitación a otra, la casa le parecia vacia sin 
Miley, la única mujer que se habia atrevido a enfrentarse a el.

En su habitación sacó la alianza de su estuche, como no podia esperar a que ella se la pusiera, se la puso el mismo. Sin duda era por su culpa por lo que 
Miley se habia entregado a otro hombre antes de casarse con el. Inclinó la cabeza hacia atrás y suspiró. No podia imaginar la vida sin ella.

Al dia siguiente, Nicholas hizo que ensillaran a Khan y fue hasta el árbol al que habia llevado a 
Miley. Recordó hasta que punto tenia ella miedo de que el le hiciera el amor. Todo eso le parecia ahora muy lejano.

Exactamente hacia ocho meses. Ocho meses...ese era el tiempo que ella deseaba para preparar su boda. Si hubiera estado embarazada, como el creia, nunca hubiera querido esperar tanto tiempo.

El se quiso morir, ahora lo entendia todo. Ella debia de haber intentado hacerle creer que estaba esperando un hijo para obligarle a volver con ella, después habia renunciado a esa estratagema para ir a Claymore House en persona.

Dos horas mas tarde, Emily Archibald recibió una nota muy insistente de parte de Nicholas, que queria verla lo mas deprisa posible en su casa de Londres. Ella fue a la vez curiosa e inquieta y encontró al duque en la biblioteca.

-¿Tenemos que intercambiar cortesías o puedo ir directamente al grano?-preguntó el de entrada.

Un estremecimiento de temor recorrió a la joven, nunca le habia visto tan decidido. El le indicó que se sentara.

-Bueno, vayamos a los hechos. Supongo que querrá saber porque queria hablar con usted.

-¿Por 
Miley?-preguntó Emily dudando.

-¿Dónde esta? No me he puesto antes en contacto con usted porque no queria obligarla a traicionar su confianza, pero no he conseguido encontrarla por mi mismo, asi que me veo obligado a recurrir a usted.

-Pero yo no lo se. Ni siquiera se me ocurrió preguntarle donde iba, no pensaba que se ausentaria tanto tiempo.

Los ojos grises de Nicholas la miraron fijamente intentando saber si ella decia la verdad.

-Tiene que creerme-suplicó ella-Se lo diria si lo supiera.

-Muchas gracias-dijo el suavizándose-Voy a decirle a mi cochero que la lleve.

Emily dudó un momento, todavía intimidada pero feliz al ver que el la creia.

-
Miley me dijo que usted habia encontrado esa carta. ¿Sabe? Al escribirla ella no sabia si debia dirigirse a usted como “señor” o... -se interrumpió al ver el dolor reflejado en su rostro-Lo siento, no deberia haber dicho nada.

-Ya que no hay secretos entre nosotros ¿puede decirme porque escribió esa carta?

-Bueno, ella intentaba salvar su orgullo, no queria perderle. Por supuesto es terrible, nunca deberia haber pensado en algo asi.

-La unica cosa terrible que le pasó, fue que se casó conmigo-cortó el duque.

-Eso no es cierto-dijo Emily con lágrimas en los ojos-
Miley le adoraba... le adora Vuestra Gracia.

-Gracias.

Cuando Emily se fue, el duque se quedó pensando unos minutos, sabiendo que 
Miley le odiaba mas cada segundo que pasaba.



Esa noche, 
Miley estaba cenando tranquilamente en compañía de su suegra quien se preguntaba porque su hijo mayor tardaba tanto tiempo en venir a recuperar a su mujer, Cuando la joven habia llegado a su casa, ocho dias antes, rogándole que la acogiera algun tiempo, habia estado a punto de echarla. Pero Alicia Westmoreland se volvió a ver a si misma a la misma edad, su marido tuvo que ir a buscarla a casa de sus padres para ordenarle que volviera.

Cuanto mas tiempo pasaba, menos comprendia la situación. Parecian tan enamorados el uno del otro...Al llegar el postre se le ocurrió una idea e hizo llamar a su hijo Stephen diciéndole que deseaba verle lo antes posible.

-Me parece que Nicholas no sabe que su mujer está aquí, suponiendo que quiera saberlo-explico a su hijo pequeño al dia siguiente por la mañana.

-Esto me recuerda las historias que se contaban sobre papá y tu-dijo Stephen que ignoraba por completo la disputa de Nicholas y 
Miley.

-Quiero que vayas a buscar a tu hermano, debe estar en Londres. Traele aquí esta misma noche si es posible, menciona la presencia de 
Miley como si pensaras que el lo sabe pero no le des la impresión de que queremos que venga. A Miley no le gustaria.

-¿Por qué no llevar a 
Miley a Londres? Podria hacer circular la noticia de que estoy loco de amor por ella, eso volveria Nicholas completamente loco.

-Stephen no estoy bromeando, esto es muy serio. Esto es lo que tienes que decirle...



Esa misma noche, Nicholas estaba jugando a las cartas en su club cuando, al levantar los ojos, vió a su hermano en la mesa de al lado. Sobre todo no queria que Stephen preguntara por 
Miley, el duque no queria hablarle de ella bajo ningun concepto.

-¿Tienes suerte esta noche?-preguntó Stephen para alivio de su hermano.

-Nos está desplumando-respondió Marcus Rutherford divertido.

-Tienes realmente muy mal aspecto-dijo Stephen.

-Gracias-respondió secamente el duque lanzando sus fichas sobre la mesa.

-Estoy encantado de verle Claymore-dijo William Baskerville mirándole inquieto.

Escarmentado por su última conversación en esa misma mesa, prefirió no preguntar por la duquesa.

-¿Puedo unirme a ustedes?

-Le da igual-respondió Stephen ya que el duque parecia no haber oido-Tambien quiere desplumarle a usted.

Nicholas empezaba a estar molesto con sus bromas continuas, sin embargo ya no soportaba estar solo en su casa, hubiera preferido invitar a su hermano a emborracharse con el.

-No esperaba encontrarte aquí-continuó Stephen-Creia que irias a la pequeña fiesta familiar de mamá.

Stephen simuló haber metido la pata y sacudió la cabeza.

-Lo siento-añadió-Hubiera debido saber que estando 
Miley alli tu no querrias...

Al oir estas palabras Baskerville perdió las reservas.

-Una mujer encantadora la joven duquesa-exclamo alegremente-Presentele mis respetos y...

Se interrumpió al ver la mirada helada del duque quien se levantó despacio.

-Esta vez no la he visto en ninguna parte-aseguró Baskerville.

El duque miraba a su hermano con una expresión en la que se mezclaban la incredulidad, el alivio y otro sentimiento que Baskerville no supo identificar. Luego sin dignarse recoger sus ganancias, ni despedirse de sus compañeros de mesa, se fue.

-La verdad-dijo Brakerville a Stephen-ha metido usted la pata. Estoy en posición de decirle que el duque siente pavor que ella vaya a las fiestas sin el.

-En efecto-confirmó Stephen.



Nicholas solo tardó tres horas y media en llegar a Grand Oak. De modo que 
Miley estaba en casa de su propia madre y esta se habia convertido en cómplice de esta historia.

Cuando el coche se detuvo delante de la entrada, Nicholas recordó que Stephen habia hablado de una fiesta familiar. No tenia ninguna gana de ver a su familia y ademas no estaba vestido de fiesta. Estuvo tentado e decirle cuatro verdades a su madre antes de ir a buscar a 
Miley pero lo pensó mejor.

-Buenas noches Vuestra Gracia-dijo el mayordomo-

-¿Qué es esto?-exclamó Nicholas delante de el sirviente.

Su familia al completo parecia haberse desplazado. Al verle, su madre fue hacia el pero el le dirigió una mirada tal que ella se detuvo en seco.



-¿Dónde esta mi mujer?-le pregunto a un lacayo del primer piso.

Al llegar delante de la puerta, Nicholas dudó, ignoraba cual iba a ser la reacción de 
Miley y lo que le iba a decir, por el momento lo unico que queria era verla. Entró sin hacer ruido y cerró la puerta, Miley le daba la espalda, estaba estirada en la bañera y hablaba con Clarissa.

Nicholas contuvo sus ganas de ir hacia ella y cogerla en sus brazos, desnuda y mojada. No se consideraba digno de hablarle y aun menos de tocarla. Por dos veces la habia tratado con una crueldad de la que ni el mismo se creia capaz, ahora ella llevaba a su hijo y el no se habia preocupado ni una sola vez por su salud. ¿Cómo podia ella no detestarle?

Clarissa levantó la cabeza y vio a Nicholas que se subia las mangas, abrió la boca pero el duque le hizo una seña para que se callara y se fuera. Con desgana le entregó la esponja y salió de puntillas.

Nicholas enjabono suavemente la espalda de 
Miley teniendo cuidado de quedarse donde ella no pudiera verle.

-Es muy agradable Clarissa-dijo ella inclinándose hacia delante.

Normalmente se bañaba sola pero en estos últimos dias, Clarissa le demostraba mas cuidado. 
Miley se levantó chorreando, y cogió sin mirar la toalla que le daba Nicholas. Este le secó el cuello, la espalda y los hombros.

-Gracias Clarissa, terminaré yo. Voy a cenar aquí, después me vestiré para bajar y...

Se dio la vuelta y vaciló al descubrir a ese hombre serio y atractivo que continuaba secándola. Paralizada, se dejo hacer sin decir una palabra. Ella notó que las manos de Nicholas se entretenian en su vientre y sus muslos pero sin acariciarla. Nicholas estaba alli, ya no estaba enfadado, no la tocaba como un marido sino como un criado. El estómago de ella dio un salto.

Las manos de el la obligaron a sentarse, sin una palabra ni una mirada, el empezó a secarle los pies.

-Nicholas.-murmuró ella con la voz rota-No es necesario...

-Si se te vuelve a pasar por la cabeza la idea de dejarme, cualquiera que sea la razón, hare que te encierren en tu habitación dijo el sin levantar la cabeza.

-¿Y tu te quedaras encerrado conmigo?-preguntó ella con voz temblorosa.

El levanto su pie, se lo puso en la mejilla y luego lo besó.

-Si-murmuró

Fue a buscar el vestido de seda azul y la ayudó a ponérselo. Ella dejo que la vistiera como si fuera una muñeca. Después la llevó sin decir nada hasta la mesa donde esperaba su cena. Se sentó y la puso en sus rodillas. 
Miley comprendió que el tenia la intención de darle de comer.

-¡Para!-gritó ella que ya no podia mas.

Escondió la cara en el hueco del hombro de Nicholas.

-Por favor no hagas eso. Hablame. Dime algo.

-No puedo-consiguió decir el-No encuentro las palabras.

La angustia de su marido le hizo sentir ganas de llorar.

-Yo si que las encuentro-dijo ella mirándole con adoración-Fuiste tu quien me las enseñó. Te amo. Te amo.

El le cogió con suavidad la cara entre las manos y la miró a los ojos.

-Yo tambien te amo-dijo con voz ronca.



Las agujas del reloj marcaban la una y media de la madrugada. A la luz de las velas, Nicholas contempló la belleza adormecida que tenia entre sus brazos. Ella dormia con la cabeza sobre su pecho desnudo, el apartó con cuidado un rizo de su mejilla y la apretó mas fuerte.

-Te amo-susurró.

No habia dejado de repetirlo en su mente esa noche. Cada vez que sus labios hambrientos acariciaban su piel, cada vez que ella se arqueaba bajo su cuerpo y llegaban juntos al extasis.

-Yo tambien te amo-dijo 
Miley con voz somnolienta.

-Shh querida, vuelve a dormirte.

El habia querido prolongar su placer el mayor tiempo posible y deseaba que descansara un poco.

-¿Por qué tardaste tanto?

-¿Te he entendido bien?-preguntó el inclinándose hacia ella con aspecto travieso.

Ella al principio pareció desconcertada y luego enrojeció y apartó la cara.

-¿A que te referias?

-A nada...no tiene importancia.

-No te creo-insistió el duque al ver la mirada triste de su mujer.
Miley se arrepintió de haber hecho esa pregunta.

-Marie-soltó sabiendo que Nicholas insistiria en saberlo.

-¿Qué pasa con ella?

-¿Es por ella por lo que tardaste tanto en venir a buscarme?

El la abrazó más fuerte como si eso pudiera amortiguar su tristeza.

-Querida, si tarde tanto es porque nadie supo decirme donde estabas. No podia imaginarme que mi propia madre podria ser tu cómplice.

-Pero yo creia que vendrías aquí en primer lugar.

-Pues no. Pero no he visto a Marie St Allermain si es eso lo que quieres saber.

-¿De verdad?

-Te lo prometo.

-Gracias-dijo ella con los ojos llenos de lagrimas.

-Por favor-respondió Nicholas sonriéndole con ternura-Ahora tienes que dormir mi amor.

Ella cerró los ojos y se pegó a el, con la punta de los dedos ella le acarició la sien y luego su mano bajo por su pecho.

Nicholas notó que su cuerpo reaccionaba e intentó contener la pasión que provocaban en el las caricias de 
Miley. Cuando la mano de ella alcanzó sus caderas, el la sujetó para imedirle ir más abajo. Creyó oir una risa ahogada mientras Miley se daba la vuelta. Sus labios tocaron la oreja de Nicholas.

El la miró mas detenidamente y vio que no estaba dormida y que le miraba con adoración

Con un solo movimiento la hizo ponerse de espaldas.

-Te habia avisado-murmuró con voz ronca.



FIN

2 comentarios:

  1. Buenisimo me encanto la ame :)! Los duques awww :)! Seria bonito un epilogo ... Espero subas pronto y al otro blog tambien :)

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  2. me gusto mucho la nove!! sigue asi :)

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