jueves, 28 de abril de 2011

Capitulo 16 the sweet and cruel revenge

Poco a poco ella fue relajándose, su cuerpo lo aceptaba, aceptaba la penetración, recordó la conversación que el y Joe tuvieron que escuchar obligados por la falta de espacio entre su madre y Kevin hace algunos años, cuando su hermano mayor estaba a unas horas de la boda, Danielle llegaba virgen a la noche de bodas, Kevin estaba algo nervioso por eso y le hablo a su madre en el jet, el y Joe hubieran arrancado gustosamente pero la única salida era saltar en paracaídas, su madre le explico que lo mejor era ir despacio y luego esperar hasta que el cuerpo de su chica aceptara al suyo, claro nada muy especifico ni clínico por que su madre era una romántica y conservadora mujer, debía esperar luego de la intromisión… es decir la penetración, esperar y luego seguir, para la mujer no era agradable la primera vez pero si el hombre era generoso seria mucho menos traumático, no seria un gran placer pero podría sentir algo si el chico sabia esperar y contenerse… no mejor detenía esto de una vez, una vez que sintió el cuerpo de Miley relajarse, sin presión empezó de nuevo la salida pero esas manos no lo dejaron otra vez.

Miley: no te detengas ahora Nick. 

Nick: pero… te duele… 

Miley: es normal, sigue Nick. 

Lo empujo contra ella, alzo la cadera y la vio hacer otra mueca, pero esta vez no era solo dolor, había algo mas… dios era como seda ardiente, fuego, cada vez que volvía a entrar en ella oleadas de placer y calor lo envolvían, era una tortura contenerse, por suerte Miley pronto empezó a gemir entre el dolor, cuando ella tenso todo su cuerpo y volvió a gritar pero esta vez no de dolor fue lo mas maravilloso que le paso en su vida, no el hecho de correrse, no el hecho de tener un orgasmo, fue verla, verla convulsionarse y disfrutar con el, verla bajo su cuerpo alcanzando lo inalcanzable la primera vez, eso fue lo mas maravilloso de toda su vida 

pero cuando ella abrió los ojos todo volvió de golpe a su mente, salto de la cama y tiro de las colchas, la vio hay tendida, desnuda, asustada con las huellas de lo que acababa de hacer, esa mancha roja en sus blancas sabanas lo aterraron, el… el… tenia que salir, no podía estar hay, no podía verla, no podía respirar… aire, necesitaba aire, salió corriendo, se metió en los pantalones a tirones y los zapatos, agarro la camisa y las llaves a la carrera y salió de apartamento, bajo por las escaleras, estaba demasiado alterado para el ascensor, llego a la calle y corrió a los estacionamientos del edificio, era una frenética carrera. 

Con el motor rugiendo devoraba las calles, necesitaba esa adrenalina, el peligro, cuando por fin estaba mas civilizado detuvo el coche en la orilla de la carretera, se llevo las manos a la cara y grito, la reacción era infantil demasiado prosaica, golpeo con las manos el manubrio del coche ¿Qué había hecho? ¿Qué había hecho? 

Arrebatarle asi la… demasiado absurdo… demasiado vulgar… demasiado inepto, no tenia derecho a una acción tan mezquina y cruel no se merecía su virginidad… ¿Por qué había vuelto? ¿lo quería? ¿Por que lo dudaba? 

No había jugado, le dijo la verdad y el… oh dios… ten cuidado con lo que deseas por que podría cumplirse, era endemoniadamente cierto el dicho, quería enamorarla, quería verla arrastradas a sus pies para darle una estocada… la cámara había captado todo… debía volver…

 Subió corriendo las escaleras, su computador estaba sobre el librero donde lo dejo, con la cámara encendida, entro corriendo al cuarto pero ella ya no estaba, ni las sabanas, salió del cuarto y fue por el computador, apago la cámara pero no se atrevió a ver el video, no podía verlo, dejo el apartamento cerrado y subió a la azotea del edificio, era un lugar que lo relajaba, ver las luces de los otros edificios, sentirse ajeno a todos los problemas, estuvo sentado en una esquina hasta el alba, sin resolver nada, por primera vez no encontró paz ni una respuesta, horas sentado y nada que resolviera lo sucedido…

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