Shower at Midnight- One Shot

Salí de mi cuarto, cerrando las puerta cuidadosamente, dado que era de madrugada, y no tenía intención de despertar a mi perro. Caminé por el pasillo, pasando junto a las puertas de los cuartos, hasta llegar al baño. Entré, cerré la puerta, y comencé a desvestirme. Primero me quité mis botas negras, seguidas de mi jean, y justo cuando iva a tocar el primer botón de mi camisa, cuando un golpeteó suave en la puerta me interrumpío. Me quedé quieta.


No le dí importancia, tal vez era yo, totalmente dormida. Pasé a desabrochar mi camisa, para dejarme sólo con la ropa interior. Corrí la cortina de baño, para luego abrir la ducha. El agua comensó a caer, tibia, llenando la bañera, al mismo tiempo que tiraba un chorro de espuma de baño. Me recogí el pelo, mientras se terminaba de llenar. Una vez lista, y sin ropa interior, me metí a la bañera. Me hundí en el agua espumada y perfumada, mientras que todos mis pensamientos desaparecían, y el relajamiento invadía mi ser.


Cerré mis ojos, y me dejé llevar. Había tenido un día de locos, y esto era justamente lo mejor del día.
Oí como la puerta se abría, sonando un chirrido, pero enseguida se cerró. Se me erízó la piel. Unas ropas comensarón a caer al suelo, podía oírlo. Me mordí el labio. Sabía quíen era.


Alguien se metío a la enorme bañera conmigo, posisionandosé arriba mío. Unas manos comensarón a recorrer mi cuerpo, tocando mi suave piel.

—¿Nicholas? —dije, una vez que abrí los ojos y lo ví — ¿Q-qué haces aq-quí?.

— Nada malo, amor —se hacía el muy inocente— sólo quería estar contigo.


Nicholas comensó una serie de besos en mi cuello, hasta bajar al inicio de mis pechos, tapados por la espuma. Los besos de Nicholas eran mi perdicíon; tan solo la idea de que sus perfectos labios me tocasen me hacía estremecer. Obviamente, él era sabedor de esto, y lo utilizaba muy bien. Lleve mis manos a su nuca, donde acarisiaba sus rulos definidos y suaves. Las manos de él me acarisiaban la cintura suavemente, pegando mi cuerpo más al suyo. Tomé su cara entre mis manos, y comensé a besarlo sin control. Esos labios cornosos y rojos, desataban toda la pasíon en mí por él. Nuestras lenguas se entrelazaron y jugaban, una de sus manos pasó a mi nuca, pegando más nuestras bocas. 


Tenía un poco de verguenza, dado que ambos estabamos desnudos, y casi nunca pasamos de caricias y besos. Yo ya estaba por cumplir los 17, y él los 35. No entiendo porqué a veces las mujeres se quedan años y años esperando que el hombre dé el primer paso, como invitarla a salir, por ejemplo... Como mi ejemplo. Oh, sí, no piensen que somos novios. No, no, lo somos.

Bajé una mano mía por su pecho, tocando sus músculos bien trabajados, hasta llegar a mi objetivo. Nicholas soltó un gemido suave y se separó un poco de mí para mirarme a los ojos.

—Estas jugando con fuego... —me advirtío.
— Me quiero quemar.

Empesé a tocar su miembro de arriba a abajo, aumentando la velocidad, mientras oía como gemía en mi oído y su respiracíon se hacia más agitada. Esta era una nueva arma que había encontrado recientemente. Su 'amigo' se hacía más grande, y Nicholas quitó mi mano, y me pregunté si le habría molestado lo que hice.

— Dios, Miley, me excitas tanto —confesó— pero ahora te toca disfrutar a ti.

Ahora el bajo su mano, tocando mi vientre, hasta llegar a mi feminidad. Rosaba sus labios con los míos, mirandome tan profundamente que me perdía en sus ojos chocolate. Metío la mano hasta encontrar mi sencible clítosis, comensó a masajeárla circularmente, y yo sólo me retocía de placer en sus fuertes brasos. Me derretía en sus brazos, y él no paraba de hacer eso, por lo que mi respiración era agitada, y mi llegada al clímax no estaba muy lejos. Así, en 3 minutos llegue, expemimentando sensaciones, abrasandome a él, que me acarisiaba la espalda. Besaba mi hombro, y lo mordía suavemente. Yo lo amaba. Estaba loca por él, y me sientia protegida, querida, y deseada. Quitó su mano, y me besó con ternura, y luego me miro a los ojos fijamente.

— Tu... ¿Quieres... se-seguir?—preguntó.

— Tengo... tengo un poco de miedo, Nicholas —confesé. Me miró con ternura con sus ojos brillosos, y volvío a besarme.
— Yo te cuidaré. Siempre.

¿Cómo no podía confiarle todo cuando es tan dulce, tierno y seguro?
Sólo asentí, y luego varias sensaciones se apoderaron de mí. Nervios, miedo, curiosidad, ansiedad...
Nicholas acaricío mi rostro, mientras se acomodaba entre mis piernas. Yo teníaa los nervios de punta; era mi primera vez, aunque no estaba segura de que la de él también. Pero, ¿Qué digo? es más que obvio. Entró lentamente,procurando no lastirmarme. Termino de entrar, para luego salir y seguir así, llendo más rápido, para que el dolor desaparesca y que solo haya lugar para el placer. Sus movimientos eran rápidos, movía todo mi cuerpo, y me apretaba contra él.


Enredé mis piernas en su cadera, haciendo que Nick entre más profundamente. Llevé mis manos a su nuca, tocando su suave cabello. Nos besábamos, aunque duraban segundos, pues era imposible no gemir.Finalmente, Nicholas se hundío en mí,y explotamos en un fuerte clímax. Salío delicadamente de mí, y me abraso con todas las fuerzas que le quedaban.


 Apoyé mi cabesa en su hombro, escuchando los latidos se su corazón..
— Nos vemos en el desayuno —dijo mi padrastro, para luego guiñarme un ojo y salir del baño.


Fin
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Dedicado a mi Jefa  Feliz Cumpleaños Tkmmmmmmmm

espero que se un gran día para ti :D