lunes, 26 de diciembre de 2011

My Angel cap: 19


-¿Ya nos habíamos visto antes? –Preguntó confundida al escuchar su nombre-.


-No, pero tiene una cita en éste momento conmigo –Sonreí el verla asentir sonriente, cerró la puerta y caminó hacia la silla que estaba enfrente del escritorio-.
Esa fue la primera vez que conocí a Miley. Desde ese mismísimo momento dejé de recordar mi crudo pasado con Valeria. Ahora me sentía completamente distinto.



21 de Noviembre de 2008.

Sabía y sentía que hoy sería un gran día, aparte de que Miley tenía cita en mi consultorio. Decidido, tengo planeado darle su regalo sorpresa, aunque ya hayan pasado dos meses. No me había atrevido decirle nada, parecería un maniático si pensaba en decirle lo de su cumpleaños y más aún que soy un desconocido para ella. Quería demostrarle de una vez por todas que ese tal Nicholas, no es para ella. Aunque estuviera embarazada, no importaba. Tanto había anhelado tener bebés, formar una hermosa familia y amar eternamente a mi esposa. El pasado fue pasado. Sé que esta es mi oportunidad. Lo sé.

Mi gran sorpresa fue ver a un chico del lado de Miley. En realidad no lo había visto nunca, me imagino que sería Nicholas. Yo le sonreí y él me miró serio. ¡Qué carácter! Entramos en la habitación y solo preguntaba por qué tenía que ser yo el doctor suplente de ella y por qué, por qué, por qué. No lo sé pero me cayó mal.

Entre tanto disparate, Miley se desesperó y continuó con la cita de hoy. La llevé hacia la camilla y antes de que ella se recostara, sonó el celular de Nicholas y, como lo había dicho Miley varias veces, no esperó ni dos segundos y corrió hacia la sala. Dejándonos, por fin, solos.

La verdad, no hice esperar mucho mis palabras y sin más, antes de que ella me hiciera unas cuantas preguntas, intervine.


-Yo tengo una pregunta para ti… ¿Qué soy para ti? –Ella se quedó callada un lapso corto y después continuó-.


-Bueno, últimamente te has convertido en una persona que me escucha, cosa que Nicholas no lo hace. Como un amigo –Dijo, mientras yo esperaba una respuesta muy diferente. Negué con la cabeza-.


-¿Nada especial? –La miré detenidamente y me quité los lentes-.


Solo un amigo, alguien especial. Claro. Decidí cambiar el tema y abrió los ojos como platos cuando le mencioné el nombre de Jerry. Creyó que no lo había recordarlo. ¿Cómo no recordarlo si lo mencionó un centenar de veces, después de que le dije que sería un niño?

Lo mejor del día fue el enorme favor que me hizo Nicholas. Se había esfumado como por arte de magia. Bueno, no por arte de magia, pero fue una suerte ya que se fue con una mujer y creo que con eso son puntos a mi favor. Le pregunté a Miley si quería que yo la llevase a su hogar, pero se negó. Claro, no me daría por vencido y volví a insistir. Ella accedió y así nos encaminamos a mi auto.

Ella miraba de un lado a otro, como buscando a algo. Le abrí la puerta de mi coche y entró cuidadosamente. Cuando estuve dentro, tomé mi reproductor de música y reproduje algunas canciones relajantes, encendí la calefacción y le pregunté que cuál era su helado favorito y ella puso cara de “¡¿Qué?!” y después preguntó que, qué era eso.

Me reí un poco y después recordé que estábamos en invierno, vaya pregunta Liam. Ahora le pregunté que si quería un café, pensó unos momentos y aceptó. Sonreí al escuchar un: “Claro, me agradaría”, pero después me preguntó que si yo tenía familia. Eso derrumbó la enorme barrera que estaba construyendo para alejar esos malos recuerdos. Le expliqué breve y tranquilamente lo sucedido y ella asintió.



No aguantaba más las ganas. Chris estaba narrando casi cada parte de su vida y yo desesperado por hacer lo que tanto estaba esperando. Por suerte, había puesto algunos pastelillos en el horno antes de salir, y rápidamente los fue a tomar. Era ahora o nunca.

Me acerqué a ella para besar esos hermosos labios que había estado deseando ya hace tiempo atrás. <Solo déjate llevar>, susurré. Junté mis labios con los suyos delicadamente, pero ella no respondió. Retrocedí unos cuantos milímetros y  ella estaba pálida. Cerró los ojos fuertemente; yo lo hice también y nos besamos dulcemente. Era tan dulce y delicioso. Es todo lo que había estado esperando. Sus labios parecían derrochar miel y azúcar, tal vez era solo el momento, o mi pensamiento comenzaba a delirar. Se separó bruscamente y me miró muy detenidamente.


-Liam, yo… -Dios, ¿qué había hecho?-.


-Si esperaba unos momentos más, esto se abría quemado –Escuché la voz de Chris que venía hacia nosotros. Trajo una charola con unos cuantos postres en ella y dio un largo suspiro- ¿En qué estábamos? –Se dio cuenta que yo estaba ocupando su lugar y bufó- Ya entiendo. En fin, un gusto conocerte Miley, espero que te haya gustado la cena. Con su permiso- Se volvió a ir y de nuevo, todo quedó en silencio-.


-Lo lamento, me dejé llevar por el momento –Bajé mi mirada y suspiré. Que estú/pido- Perdóname, enserio, fui un tonto Miley -Tomé cuidadosa y delicadamente sus manos, esperando un milagro. Que no se fuera-.


-Fui yo la tonta. Nunca debí aceptar esto Liam. Esto es un error. Tengo que irme, lo siento –Se puso de pié y soltó sus manos de las mías. Se puso su abrigo y me miró unos segundos. Estaba en shock. <Esto es un error>, me quedé helado. Había dicho lo mismo que dijo Vale cuando se fue. Eso fue lo que más me dolió.


-Eres un tonto Liam –Chris venía hacia mí, comiendo un pastelillo- ¿Cuándo tenías pensado decirme que ésta chica estaba embarazada? ¿Sabes lo que mamá te echará en cara? Deja tú a mamá, lo que dirá papá –Él rió y tomó el asiento en donde estaba sentada Miley- De seguro a ella la echaron de su casa y el papi del niño la dejó. Se está aprovechando Liam…


-Cierra la maldita boca de una buena vez. ¿O querrás que lo haga yo? –Me paré bruscamente de la silla y me dirigí hacia el local-.

-Lo siento, no era para que te enojaras así hermano. Solo quería saber si abría un nuevo integrante en la familia. Es todo –Devoró el último pedazo de pastel que traía en la mano y me siguió hasta la puerta. Era muy noche para que Miley se hubiera ido así como así- ¿Liam? –Preguntó Chris al ver que no respondía-.


-Saldré a buscarla, dile al tío Peter que vuelvo en un par de horas –El frunció el ceño y asintió- Bien, te veré en el restaurant. Dejé al personal sin previo aviso, deben de extrañarme –Lo fulminé con la mirada, rió y se dirigió a la parte trasera del local. Tomé las llaves del auto y salí a su búsqueda-.



Mi historia:
(( Miley ))


Salí de la pequeña florería casi corriendo, con la esperanza de que a Liam no se le ocurriera salir a buscarme. Caminé por varias calles. La verdad no me importó por donde ir, con tal de desaparecer del camino de Liam, con eso estaba bien.

Dentro del invernadero estaba haciendo tremendo calor, pero, saliendo a la calle, estaba todo helado. Desconozco a que temperatura estábamos, pero mis pies perdían sensibilidad y calor.

Después de perderme yo misma por unas cuantas calles, a lo lejos veía un enorme farol. Su luz alumbraba muy poco a su alrededor y era tan amarilla que se parecía al sol. Yo recordaba ese faro.

De un segundo a otro, cerré los ojos dolorosamente y cuando los abrí, me vi a mí misma junto con un chico, tomados de la mano. Me decía algunas cosas y yo lo miraba detenidamente, de pronto, salté de alegría y nos besamos.


-¿Miley? –Unos pasos venían hacia mí y escuché una voz decir mi nombre- ¿Miley? ¿Eres tú? –Me volví lentamente hacia sí y ahí estaba un chico alto, de cabello negro, tez morena y bonita sonrisa-.


-¿Disculpa? –Él se acercó a mí y miró mi vientre-.


-Creí haberte escuchado decir que no te casarías ni tendrías hijos hasta terminar de estudiar leyes. ¿Qué pasó contigo?


-¿Leyes? Disculpa, ¿quién eres? –Él sonrió-.


-Rodrigo, tu ex compañero de leyes. ¿Qué te pasó? –Se acercó hasta quedar enfrente de mí y posó su mano sobre el abrigo- ¿Es de verdad? –De pronto Jerry pateó, como respondiéndole. Yo gemí levemente y respiré hondo- Lo lamento, ¿te lastimé?


-No, no, para nada. Fue solo una patadita –Él asintió-.


-Genial, oye, ¿qué haces aquí? Hace mucho frío y no es lugar para una mujer como tú, y sobre todo por tu estado.


-No, lo que pasa es que recordé aquella farola que está allá y… -Callé de inmediato. No le tenía que estar contando esto a personas desconocidas, bueno, no tan desconocidas pero de todos modos-.


-¿Recordando viejos momentos? –Arqueó una ceja y sonrió- Sé que no es momento, ni lugar y que también ya te molesté con esto, pero… ¿Por qué terminamos? Era una bonita relación y aun no comprendo lo que nos pasó -¿Qué? ¿Yo había andado con él?-.


-¿De qué hablas? –Pregunté confusa-.


-¿Sigues viviendo en donde mismo? Podría encaminarte hasta tu casa y así platicar. Claro, si quieres –Vaya, un desconocido llamado Rodrigo me había salvado la noche-.


-Claro, vamos –Dije sonriente-.


Caminamos por muy poco tiempo y en realidad no sé de lo que me hablaba, yo solo hacía lo que muchas personas. Asentir y decir unas palabras. Como lo dije, solo caminamos un tramo muy corto, para mi sorpresa, mi casa estaba a solo dos calles del farol. Me contó que nuestra relación tuvo un lapso de 3 años y que nos casaríamos, pero que yo después de unos días terminé con todo.

Una vez que estuvimos enfrente de la casa, las luces de la sala se encendieron repentinamente y al parecer Rodrigo no se dio cuenta de eso. Se acercó a mí y se despidió con un abrazo y un cálido beso en mi mejilla derecha. Antes de marcharse, dijo que quería que lo invitara al nacimiento de Jerry y que esperaba volver a verme.

Me detuve en el umbral de la puerta y respiré hondo, me volví hacia Rodrigo y él se había ido. Pero, cuando me volví para abrir la puerta, ésta ya estaba abierta,  y Nicholas me miraba con el ceño fruncido y de brazos cruzados. El corazón pegó un salto de muerte. Feliz y decepcionado a la vez. Feliz porque estaba él allí. Decepcionado porque me dejó sola en el hospital.


-No te dejé allí –Dijo seriamente. Me miraba desaprobadoramente y se hizo a un lado para que pudiera pasar- ¿Por qué te fuiste de ese lugar Miley? –Cerró los ojos y de pronto sus puños se cerraron fuertemente haciendo que sus nudillos se pusieran extremadamente blanquecinos. Y de pronto, explotó- ¡Y con ése tipo! –Cerró la puerta de golpe y yo estaba inmóvil. ¿Ahora era yo la que tenía la culpa de todo?- Y por lo que veo, viniste a casa con el estú/pido de “Rodrigo”.


-¿Lo conoces?


-¡Claro! ¿O acaso ya olvidaste que soy tu ángel? Yo fui quien te alejó de él. Quiso abusar de ti una noche, mientras tomabas varias copas y te caías de tanto tomar. Sé que no lo recuerdas, pero no quiero que le vuelvas a hablar… es… es un estú/pido –Se sentó bruscamente en el sofá y apretó fuertemente los labios- ¿Por qué te besaste con Liam?
–Me miró fijo y yo me quedé más callada que antes-.


1 comentario:

  1. oooooh por dios
    ese nick algunas veces me enfurese
    aunque lo odioo me super encanto el capis!!!!!!!!

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