Escrito Por: Evelyn
Insistió en retirarse de la habitación para que yo pudiera ponerme ropa. Comí el pollo que había traído para mí, me paré y fui hacia unas pequeñas bocinas. Conecté mi reproductor de música y le puse play. Subí el volumen hasta el máximo, y comencé a bailar. Solté el nudo que sostenía la toalla que me cubría el cuerpo y así anduve un buen rato en la habitación, bailando, cantando y haciendo circo, maroma y teatro. Finalmente tomé unos shorts blancos, una blusa de color azul y mis converse. Parecía toda una niña. La verdad, no me importaba. Bajé corriendo las escaleras y gritando como loca el nombre de Nicholas. Pero no se encontraba en casa. Pensándolo bien, éste sería un buen momento para la misión suicida improvisada. Grité otra vez su nombre y de nuevo quedé sin respuesta. Muy bien, a poner en marcha el plan.
Salí de la casa. Caminaba en la acera sin rumbo fijo, de pronto me detuve en seco y me paralicé. A mi mente se vino un recuerdo: “Calle Interpool”, era una dirección, el nombre de una calle y también la imagen de un edificio pequeño. Sacudí mi cabeza y enfrente de mí venía una señora de edad avanzada, pequeña estatura y consigo un bastón.
-¿Disculpe? –Me miró entre cerrando los ojos y asintió- ¿Sí? –Preguntó amablemente-.
-Busco la calle… Interpool, ¿De casualidad sabe dónde queda? –Afortunadamente la señora volvió a asentir y señaló con su mano hacia la dirección en la que me dirigía-.
-Camine 3 cuadras, todo derecho. Después voltea hacia la izquierda y avanza 5 cuadras, enseguida se encuentra la calle –Sonreí-.
-Muchas gracias señora –Ella asintió por tercera vez consecutiva y sonrió- Que le vaya bien señorita Miley -Antes de comenzar a caminar, fruncí el ceño. ¿Me conocía? No recordaba haberla visto antes. Caminé hacia la dirección que me indicó y volví a mirar a la señora, seguía en el mismo sitio del que yo me fui, alzó su brazo y me dijo adiós, y de pronto, escuché como reía macabramente. ¿Qué rayos me pasaba? Tal vez el vivir con Nicholas estaba afectándome seriamente. Sacudí de nuevo mi cabeza y me volví hacia el camino.
Seguí caminando y finalmente di con la dirección. El edificio que había visto, era idéntico a éste. Me dirigí hacia él y abrí la puerta de vidrio lentamente. Un señor que estaba a mi derecha sonrió dulcemente y escuché un “Buenas tardes”. Le devolví la sonrisa y me acerqué a él.
-¿Usted conoce a la señorita Sara? –Él pensó unos momentos y negó con la cabeza-.
-Lo siento, soy nuevo aquí. Pero si quiere puede darme su descripción física, tal vez la recuerde –No sabía que decirle, no recordaba cómo era ella, ¿cómo iba a preguntar por alguien y no saber cómo es?- No sé si sea ella, pero tal vez a la que está buscando está en el piso 3.
-Gracias, intentaré –Estaba por decirme algo cuando lo dejé con la palabra en la boca, di media vuelta y me dirigí al ascensor- 1… 2… 3 –Salí al pasillo y estaba obscuro, sólo la luz natural del día iluminaba una que otra parte del pasillo. Volví a paralizarme, y vi en viva imagen cómo me dirigía hacia la última puerta del pasillo, sacaba unas llaves de mi mochila, la insertaba en la cerradura y entraba. Parpadeé dolorosamente y miré el fondo del pasillo. Sino fuera porque había una ventana al lado de la puerta, estaría completamente obscuro. Caminé hasta la última puerta del pasillo color blanca y estaba entreabierta. La abrí lentamente hasta que vi a una chica sentada en la cama, de espaldas a mí-.
-¿Sara? –Me acerqué más a ella, me senté a su lado y tenía su rostro escondido entre sus manos mientras sollozaba. De pronto dejó de hacerlo. Su cabello negro y lacio caía en su cara, tapando la posibilidad de que pudiera verla. Instintivamente retiré su cabello un poco y cambió completamente de forma. No era Valeria.
-¿Joe? –Pregunté con un nudo en la garganta. ¿Pero cómo?-.
-Hola, hermosa. ¿Dónde está Nicholas? –Sarcásticamente preguntó. Pero era algo de lo que yo también tenía duda. Lo miré con pánico y me paré rápidamente, pero me tomó de la mano y me trajo hacia él. Haciendo imposible que pudiera moverme-.
-No lo sé. Suéltame –Zafé mis manos y golpeé su pecho con mis puños, pero no le hacía nada, parecía no dañarle. No se movió siquiera un solo milímetro. Era demasiado fuerte-.
-Ni siquiera lo intentes, sólo te lastimas tú misma, querida –Rió hipócritamente- Y no te preocupes, prometo que lo siguiente que haré, no te dolerá. Solo será un pequeño rasguño -¿Dónde fregados se había metido Nicholas? Error, en donde me había metido yo-.
-¿Qué pretendes hacerme? –Pregunté con un hilo de voz-.
-Como verás, Miley, mi hermanito, Nicholas, no obedeció ni acató las órdenes de nuestros superiores. Como siempre, un débil imbé/cil. ¿Es tan fácil de manipular verdad? –Miró mis labios un momento y después se dirigió a mis ojos- Sabes, tú ibas a ser mi protegida, pero algo cambió, los planes salieron inesperados y por un error, fue Nicholas el elegido para ti, o más bien, tú lo fuiste para él. Te diré una cosa, no sé ni porque lo estoy haciendo pero, no estoy para contar cuentitos a niñas como tú, así que llegaré al punto… vengo a matar a este niño –Golpeó levemente mi abdomen el cual había estado creciendo últimamente- estés de acuerdo o no, lo haré de todas formas. Pero como te digo, solo será un pequeño rasguño. Prometo que dolerá, un poco –Mis piernas estaban perdiendo el control, y de un momento a otro, era de esperarse que cayera al suelo. ¿Qué me haría? ¿Qué le haría a mi hijo? ¿Por qué tanto rencor y odio hacia Nicholas? ¿Sería por mí? No lo sé. Solo sabía que me había metido en un lío enorme y si era probable que saliera, tal vez lo hiciera sola-.
-Tienes suerte de ser tan bella Miley. Cuando el niño esté fuera de mi camino y el estú/pido de mi hermano también, te daré el gusto de hacerte mía, ¿qué te parece?
oooooooh por dios que pasar
ResponderEliminarsuper duper interesante esto se esta poniendo
muy bueno espero que la sigas que amo
esta nove jajja
te quedo genial jeny
tkm
male!!!!