Escrito por: Evelyn
Sentía un dolor horrible en mi pierna. Aún no podía abrir los ojos, pero estaba consciente de lo que estaba pasando. Escuchaba con mucha claridad las voces en mí alrededor. < ¡Doctor! Está respondiendo> Decía, lo que parecía ser a mis oídos, una enfermera. < ¿Miley, puedes escucharme? ¿Puedes mover algo?> Sabía que podía. ¡Mis dedos, sí! Traté de mover mi dedo índice, y con un gran éxito lo logré. <Miley, ¡Despierta amiga! Por favor, abre los ojos> escuchaba los sollozos de una chica. <Señorita, ¿cómo entró aquí?> preguntó la enfermera. <Es mi amiga, tengo derecho a verla>. Hubo un poco de silencio. Dios, me desesperaba no poder abrir los ojos. < ¿Se pondrá bien doctor?> preguntó una voz vagamente familiar. <Sí, creo que nuestros estudios estaban erróneos. Ella se repondrá más rápido de lo esperado jóvenes. Tienen una hora para que la vean> Escuché como los pasos pesados del señor que estaba a mi lado, el doctor, se dirigían hacia la salida de la habitación. <Cálmate Sara, ella es fuerte, estará bien>, < ¿Estás seguro?>, <Al 100%>.
20 de Junio de 2008
Escuchaba como los pajarillos cantaban hermosamente por la ventanilla de la habitación, en el apenas amanecido cielo. Abrí los ojos lentamente, y él estaba ahí. El chico del cine, el de mi sueño extraño, mi ángel guardián. La noche anterior había podido entre abrir los ojos un poco. Eso me alegraba. Y ahora él estaba ahí como de costumbre. Todos éstos días en los que he estado internada en éste hospital, siento su presencia viva a mi lado. Aunque la enfermera llamara a la puerta y dijera que la hora de visitas había terminado. Él se podía haber ido, pero su presencia seguía intacta. La sentía conmigo día y noche.
-Buenos días Miley –Susurró mientras se ponía de pie e iba hacia mí- ¿Cómo te sientes?
-Bien –Respondí con un hilo de voz- ¿Qué tal me veo ángel?
Él sonrió extrañado- Hermosa como siempre, ¿por qué me llamas ángel? –Posó su mano en mi frente y la acarició con su dedo pulgar-.
-Eres mi ángel guardián, ¿no es así? –Lo miré directamente a los ojos. Eran los mismos ojos castaños que me encontraron aquella vez en mi sueño extraño. En el que él me confesaba que estaba embarazada-.
-Debes descansar –Se inclinó hacia mí y me besó la frente-.
-¿No es así? –Volví a repetir mirándolo de nuevo-.
-Descansa Miley -Se sentó en la silla que estaba del lado izquierdo de la cama. Fijando su mirada de nuevo en mí-.
-¿Hace tiempo escuché a una chica, que decía que yo era su amiga, quién era? –Miré hacia cada rincón de la habitación, pero no había rastro de ella-.
-Se llama Sara, es tu mejor amiga Miley. Le dije que fuera a descansar, estaba exhausta. No ha dormido en todos estos días por estar al pendiente de ti.
-¿Cuánto tiempo ha pasado?
-Exactamente, una semana. Te has estado recuperando muy bien Miley. Tu pierna está mucho mejor –Rápidamente miré mi pierna debajo de las sábanas. ¿Qué rayos había pasado, no recordaba nada, solamente el último sueño-.
-¿Qué fue lo que pasó? –Estaba poniéndome nerviosa. Sí, había tenido un accidente, pero, no recuerdo ni por qué, ni que había pasado. Solo lo recuerdo a él-.
-Bien, creo que es hora de empezar –Sonrió dulcemente y acercó la silla hasta la orilla de la cama- Mi nombre es Nicholas. ¿Me recuerdas? –Arqueó una ceja y esperó mi respuesta-.
-Sí, eres mi ángel guardián –Sonreí y él lo hizo también-.
-Miley, soy el chico que estaba afuera del cine. ¿Me recuerdas? –Hice una pequeña mueca. Estaba tratando de recordar. Era en vano-.
-No, eres mi ángel guardián. No lo niegues Nicholas –Reí un poco y sentí un dolor en las costillas-.
-No te rías, o te dolerán más las heridas –Se rió y me tomó la mano- Aun teniendo amnesia eres muy inteligente mujer. Y sí Miley, soy tu ángel guardián, mi nombre es Nicholas. Estoy aquí para cuidarte los siguientes nueve meses, y lo que resta de tu vida –Lo sabía, él no podía ocultármelo- No, no puedo –Bajó su mirada y se volvió de nuevo a mí- Saldrás en unos cuantos días de aquí y te irás conmigo.
-¿A dónde? –Pregunté inocentemente-.
-A mi casa, estás en mucho peligro en ése apartamento en el que vives.
-¿Peligro de qué?
-Miley, tendremos tiempo de hablar después –Él estaba por soltarme la mano, pero lo detuve-.
-Dímelo, quiero saberlo –Dio un suspiro y me miró serio-.
-Está bien, pero esto no lo debe de saber nadie Miley, nadie –Tragué saliva. Creo que esto iba a estar fuerte-.
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Bueno espero que les guste como pueden ver no es mía la leí y me encanto espero que les guste a ustedes también
dedicado a Saris no se por que te enojaste pero si hice algo mal perdón espero que les guste comenten por favor
5 comentarios y la sigo subiendo
y Mañana es un día especial verdad
creo q tu sabes q isistes no y aun asi gracias y si mañana un dia especial mañana me cortare las venas y matare a mi blog...
ResponderEliminaraaa que le ira a decir sospecho que es algo malo, Ya quiero que sea mañana
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