You´ re a Pearl - One Shot

   Miley caminaba con paso decidido hacia la consulta de su psicóloga, con una enorme sonrisa en los labios que le llegaba a los ojos. La vida, en ese momento, le parecía maravillosa, ¿Quién lo hubiera dicho unos meses atrás? Ella, siendo feliz. Ella, sonriendo a la gente por la calle. Sonriendo a la vida.  Por fin. Su pesadilla había acabado.



    Después de dos años, aguantando el maltrato psicológico y en alguna ocasión, físico, de su marido, era libre. Lo que podría decirse, había sido su mayor sueño. Ahora tenia otro; ser feliz siempre. No dejarse manejar por nadie. Por que ella era la dueña de su vida.

      Ya eran las nueve y Nick estaba apunto de llegar. Y siempre quería encontrar la comida lista y caliente en la mesa. Así que Miley se apuraba en cocinar, para evitar otra pelea con él, los gritos de él diciéndole lo inútil que era.



   Escucho como la puerta se abría, poniéndose mas nerviosa aun, sin saber muy bien que hacia, sirvió los espaguetis en el plato de él. Fue rápidamente a la mesa, tendiendo el mantel para después poner los cubiertos. Nick la miro con cierto desprecio, sintiéndose superior a ella.



- Todavía no has puesto la mesa, ¿tan inútil eres?- le dijo de forma despectiva

- Solo tengo dos manos, Nick- le respondió en mala manera, arrepintiéndose al instante.

She could be a statue of liberty

She could be a Joan of arc

But he is afraid of the light in the interior of its

So he keeps it in the dark



   Nick se acerco a ella los pocos pasos que le separaban, en un movimiento rápido tomándole del pelo fuertemente, enredándoselo en su puño mientras la miraba con rabia.



-          Ten cuidado con tu tono al hablarme, ¿me entiendes? No me busques, joder- le dijo entre dientes lleno de ira

-           Vale, entiendo. Suéltame por favor, me haces daño- le suplico Miley con las lágrimas en los ojos.



   Y así era cada día, cada noche , cada minuto que estaba cerca de él. Solo recibiendo insultos, haciéndole sentir inferior a él. Y no lo negaría, por que ella pensó que era menos que él. Pensó que Nick era mejor persona.



  -            Que no se vuelva a repetir- le dijo mientras la soltaba bruscamente- y ahora tráeme la dichosa cena, estoy hambriento. 



  Miley asintió una vez, mientras acariciaba su cabellera, estaba convencida de que le faltaba pelo, de todas las veces que él la había agarrado de su allí, mientras la insultaba.

   Sacudió la cabeza con energía, negándose a seguir pensando en todos aquellos momentos dolorosos, en aquella vida que había tenido al lado de Nick, el chico que ella creía amar. O mejor dicho, el chico que si amo. Con todo el alma, con su corazón. Por él habría dado todo, pensó.



  Pero eso se había acabado, el amor se había agotado. El maltrato superó aquello que era amor, al menos por su parte. Aunque en realidad, ¿era amor? ¿Se podría haber amado a un persona que te haya maltratado tanto? No. Simplemente eras una masoquista, pensando que él cambiaria, que te volvería a amar, recordó las palabras de su psicóloga.



  Y era cierto. Por que cada día, ella soñaba con que él volvería a casa después del trabajo con una sonrisa, acercándose a ella y dándole un dulce beso en los labios y diciéndole lo guapa que estaba ese día. Como al principio. Como siempre debió ser. Pero no era mas. 

   Entró a la consulta de la que había sido su psicóloga durante los últimos ocho meses. Aquella seria la ultima sección y aunque echaría de menos esa hora y media que pasaba allí, contándole sus problemas a esa chica tan encantadora, era feliz por que lo fuera. Porque aquello significaba que ya estaba lista para enfrentarse al mundo sola, que ya había superado todo el maltrato vivido al lado de Nick.



-           Hola Emma- dijo ella entrando después de haber tocado

-           Hola Miley ¿Cómo estas? Te veo muy animada… así me gusta- le dijo con una sonrisa

-            Como no estarlo. Tengo una gran noticia y es que… ¡por fin he conseguido el divorcio!- exclamo ella emocionada

-            ¿De verdad? Me alegro mucho por ti, sabia que lo conseguirás.



 Miley sonrió mas ampliamente. Si, lo había conseguido. Después de varios meses luchando por él. Lo tenia. Había logrado tantas cosas…



  Miley despertó al escuchar unos ruidos en el piso de abajo, miro a su lado y no vio a Nick a su lado. Y entonces supo que era él. Encendió la lucecita para ver que hora era en su reloj. Las tres de la madrugada. Era la cuarta vez que llegaba a esa hora, incluso mas tarde. Pero comos siempre, Carla se quedaba callada, sin decir nada. Sin atreverse a reclamarle.



  La ultima vez que lo había echo, se había llevado una bofetada en la cara y una serie de insultos que para ella duraron eternamente. Y en otra ocasión, había llegado incluso con el olor del perfume de otra mujer o con los labios rojos e hinchados. Pero, como se había acostumbrado a hacer, guardo silencio.

  Porque ella ya no era nadie para él. Porque incluso ella se considera no mas que la basura, no mas que una cáscara plátano. Nick, siempre le había dicho eso. No era nadie y todo se lo debía a él, por eso, él mandaba, por eso tenia que hacer lo que él le exigía. Y si él le ordenaba guardar silencio, ella simplemente lo hacia. 

  Miley siguió escuchando los ruidos, nerviosa, decidió bajar, pensando que quizás no era Nick quien estaba sino un ladrón. Tomo lo primero que tuvo a mano , un jarrón, y fue hasta donde escuchaba los ruidos lentamente. Encontrándose con la mayor sorpresa de su vida, el jarrón se le resbalo de las manos. Ella deseo no haber bajado.



  Ella se llevo las manos a la boca para evitar chillar de puro dolor, de tristeza. Era él si, claro que lo era. Pero no estaba solo, había una rubia, despampanante a su lado, desnuda, gimiendo con gran energía mientras le pedía a Nick que siguiera. ¿Cómo le hacia algo así?



  La lagrimas comenzaron a bajar por sus mejillas, sin parar, sin poder controlarlo. Aquello le dolía incluso mas que todos los insultos, que los golpes o las ofensas proferidas por él. Nick la miro por primera vez, dándose cuenta de su presencia. Abrió los ojos desorbitadamente, mientras paraba de penetrar a la rubia por la sorpresa de haber sido pillado infraganti. Pero, ¿Qué se pensaba? ¿Qué no le iban a pillar estando en su propia casa?



   La rubia también se percato de la presencia de Miley y nerviosa, se separo de Nick. Ella sabia quien era Miley, porque Nick le había contando que “tengo una esposa, o bueno, una criada, se podría decir que mi sumisa”. Pero no pudo evitar sentir vergüenza.

-           Ooh Nicholas yo… creo que es mejor que me vaya- acertó a decir mientras recogía su ropa

-           No. ¿Por qué?  Si mi querida mujer no ha visto nada, es mas, se marchara a dormir ahora mismo ¿a que si, cariñín? - le dijo con sarcasmo pero orden en su voz



  Miley todavía llorando, asintió lentamente, sin poder creerlo todavía. Ella sabia perfectamente bien que Nicholas le engañaba , pero ¿llevar las amantes a casa? ¿tan lejos había llegado?  Simplemente no podía creerlo del chico que una vez, le pidió de rodillas a las orillas de mar ser su esposa. Del chico que le hacia el amor sin parar de susurrarle cuanto la amaba. ¿Qué había pasado?  ¿Por qué después de casarse dio tal cambio?



-            Miley- le grito él antes de que ella subiría las escaleras- primero, ¿no crees que deberías recoger el jarrón que acabas de romper?  Así nadie se hace daño, ¿no te parece?



  Miley le miro con asco, con gran repugnancia ¿en que coño estaba pensando cuando se caso con él?  Les paso por el lado a los dos para coger  la escoba y el recogedor, mientras lo hacia, sintió como Nick le daba la espalda para besar a esa rubia. Reprimió las ganas de llorar y rogarle que no siguiera con aquello, pero ¿de que le hubiera valido? ¿para humillarse mas? No, gracias.

  Todavía recordaba con cierto rencor aquellos momentos, aquella pesadilla vivida al lado de Nicholas. ¿Cómo había sido capaz de aguantar tanto? ¿Por qué lo había echo?



  Que tonta e ingenua había sido, pensando que él la quería, a su manera. Pero aquello la había echo despertar del pasado en el vivía, ese pasado en el que todo a su lado era felicidad. Al principio ella pensó que no se lo merecía, que no merecía el amor de él. Que quizás, por eso, era maltratada por él. Ella no era suficiente. Hasta que se dio cuenta que no era así, que no podía seguir dejándose manejar por él.



  Si él le ordenaba silencio, ella simplemente gritaría. Alto y fuerte. Porque él no era mejor, porque no se la merecía. No merecía aquel “respeto”. No merecía nada bueno por parte de ella. Miley era mil veces mejor.

You do not know that there is a way out?

There is a way out, there is a way out, there is a way out

You do not have to be dominated.

Be dominated

Be dominated

Be dominated

  Miley secaba sus lagrimas por ultima vez. Por ultima, nunca mejor dicho. Porque aquello había acabado, todo el maltrato. Ya nunca mas. Ya eran las diez y Nick no llegaba. Cogió el teléfono para llamarle, lo pensó unos segundos pero marco el teléfono decidida.



-            ¿Nicholas? - pregunto al escuchar su voz ronca- ¿Dónde estas? Ven a casa.  Te estoy esperando

-             ¿Perdona? ¿Y tu con que derecho me llamas para exigirme nada?

-              No te estoy exigiendo. Simplemente ven, tengo que hablar contigo- le dijo molesta

-              Iré cuando me salga del culo, ¿te parece bien esposita?

-              ¡No! No me parece bien, joder. Quiero que vengas ya, porque quiero decirte lo mierdas que eres a la cara, ¿te parece bien cariñín?- le grito



  Nick se quedo sorprendido pero no tardo en colgar el teléfono para ir rápidamente a casa. Deseando llegar  y romperle la cara a su mujer por como le hablo, una conversación que por mala suerte escucharon sus amigos, quienes se rieron de él.



  Entro a casa como alma que llevaba el diablo cerrando de un portazo. Aquella vez, los vecinos sí iban a tener razones para llamar a la policía.



-            ¿Qué demonios te pasa? - le grito mientras entraba

-             Me pasa que estoy harta de ti, que no tienes ningún derecho a hacerme lo que me haces. ¡Que estoy harta de ti y tu puto maltrato! ¡De ser la estúpida que hace todo lo que le mandes!



  Nick se acerco a ella tomándola por el cuello para aplastarla contra una pared. Pero esta vez. Miley cogió lo que sintió mas cerca y se lo rompió en la cabeza. Nick dio unos pasos hacia atrás, llevándose la mano a la cabeza y después se la miro, estaba sangrando y la miro sorprendido. Miley dio unos pasos a atrás, temerosa de que él la matara allí mismo. Pero Nicholas no hizo nada, estaba demasiado mareado y aturdido. Y ella aprovecho para decirle todo lo que llevaba dentro.



-          Creía en ti, Nick. Creía en el amor que decías sentir por mi. Pero cambiaste, y me has tratado como si yo valiera menos que la mierda. ¿Sabes lo mal que sienta eso? ¿Qué la persona que amas te desprecie? No, ni te lo imaginas. ¿Sabes? Incluso llegue a pensar que yo tenia la culpa de todo. ¡Pero que tonta fui!  Creí que tu eras mejor, ¿pero sabes? Me he dado cuenta que no vales nada. ¡Absolutamente nada! - le grito por ultimo

-           No sabes lo que dices- dijo se acercaba a ella- te vas a arrepentir de esto, Miley. Mejor cállate- le grito

-           No. Ya no lo haré. Nunca mas, me oyes. ¡Tu no eres nadie para darme ordenes!  He aguantado tanto creyendo que cambiarias, pero la noche pasada, cuando apareciste con esa puta y te la follaste en mi cara, me di cuenta que no. Que no eres el chico con el que me había casado.

-            ¡Cállate!- le grito antes de abofetearla.



  Miley rió de forma histérica, mientras se llevaba la mano a la mejilla, completamente roja por el golpe. Pero aquella vez era diferente. Los golpes que él le diera, los tendría de vuelta.



  Se lanzo a él chillando, gritándole, insultándole. Diciéndole las mismas cosas hirientes que él  utilizaba con ella, mientras pataleaba y le pegaba por todas partes. Nick no podía distinguir de donde venían los golpes de ella, no podía pararla. Ella había sacado esa fuerza oculta que tenia, esa que nunca se había atrevido a sacar a flote. Ella simplemente era imparable.



   Escucho las sirenas de la policía fuera de su casa, mientras tenia a Nicholas tirado en el suelo, semiinconsciente mas por el golpe en la cabeza que le había dado. Ella sonrió sin poder evitarlo.



-           ¡Oye mierdas! - le grito- vinieron a por ti- le dijo con una sonrisa irónica

-           Eres una pe…

   Nicholas interrumpió sus palabras por la bofetada de ella.

-           No me faltes al respeto, Nicky.



   Miley fue hasta la puerta y con lagrimas en los ojos, dejo pasar a la policía. Sabia que todo había terminado hay. Que era momento de decir la verdad.



-          Buenas noches. Me alegro que estéis aquí, porque quiero denunciar un maltrato por parte de mi marido.



  Y hacia había sido todo. Así termino con el maltrato. Hacia casi un año de aquello, ahora, por fin, sonreía con sinceridad. Ahora por fin era feliz, sin siquiera preguntarse por como era la vida de él ahora. Porque estaba segura que tenia lo que se merecía; Nada. Sin embargo, ella se sentia realizada como mujer.



Your're the one that rule your world.

You´re strong.

And you´ll learn that you can still go on.

And you´ll  always be a Pearl...

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hola  como están espero que les guste no es mio lo encontré y me gusto mucho  espero que les guste 

comenten por favor y depende de cuantos comentaros hayan subo otro mañana