miércoles, 19 de octubre de 2011

My Angel cap:4


Escrito por: Evelyn


-Desde el momento en que naciste, yo estuve a tu lado Miley. Todos los días de tu vida he estado contigo –Sonrió y comenzó a narrar-.

“Cuando naciste, te veías tan hermosa. Una adorable bebé. Tu cabello tan fino y delgadito. Tus ojos Azules, y enormes. Eras una cosa perfecta Miley. Desde ése momento supe que yo cambiaría tu vida. Tus primeros años fueron fenomenales, sabes, cuando estabas pequeña podías verme. Me encantaba jugar contigo y tú conmigo claro. Siempre que ibas a dormir te decía que dijeras las oraciones que debías de hacer antes de acostarte. Una niña tan pequeña y obediente, tus padres estaban orgullosos de ti. Después de su accidente, dejaste de orar, de verme, de jugar. Fuiste creciendo, aprendiendo más, te cerraste al don de amar Miley. El preciado don que te había concedido de pequeña. Tuviste nuevos amigos y amigas, malas y buenas experiencias. Y yo tenía tantos celos, ellos podían hablarte, tocarte, platicar, salir. ¿Y yo? Solo era un ángel sin saber qué hacer. Un día no aguanté más y rompí las reglas Miley. Fuese quien fuese, ningún ángel podía involucrarse con su protegido, nunca. Su único trabajo era tenerlos a salvo y nada más. Y solo hice lo contrario, me involucré contigo, me dejabas entre el filo de la espada y la pared, ¿y qué podía hacer? Seguir lo que mi corazón mandaba. Una noche cuando estabas por dormirte, te hablé, y fue en ese momento en el que perdí la cabeza. Mi cuerpo pudo tomar forma y cuando te volviste hacia mí te sorprendiste tanto que gritaste. Te tapé la boca y te pregunté si tú me recordabas, vagamente lo hiciste y asentiste. Te dije que ya no aguantaba más Miley y comencé a besarte desesperadamente, tú… ¿lo sentiste? Esa conexión que hubo en ese momento, y ya te imaginarás lo que pasó entre los dos esa noche, esa hermosa noche de pasión. Hicimos el amor Miley. Rompí todas y cada una de las reglas, y trato de que no estés en peligro ya que, quieren matarte. Contra la palabra de Dios nadie puede Miley. Y yo rompí por completo sus reglas. Cometí un pecado, pero para mí no lo es. Lucharé hasta lo imposible por ése pequeño que viene dentro de ti Miley, no dejaré que le hagan daño. Pueden llevarme a mí, pero a ti y a él, jamás”.


-¿Pero quién haría semejante cosa? –Estaba paralizada-.


-Solo puedo decirte que contra la palabra de Dios nadie puede Miley -Miró unos instantes hacia el vacío que consumía sus ojos completamente. Volviéndose obscuros por completo-.


-¿Nicholas? –Pregunté visualizando el cambio repentino de sus hermosos ojos castaños a un color demasiado obscuro. Noté como cerraba fuertemente sus puños- ¿Qué pasa?


-¡Maldición! –Susurró-  Tenemos que salir de aquí ahora mismo Miley -Se puso de pie bruscamente y fue hacia la puerta, la abrió lentamente y miró a través de un pequeño espacio- Pase lo que pase, no grites Miley –Estaba confundida, ¿por qué habría de gritar? El volvió a cerrar la puerta y se puso de lado izquierdo-.


Repentinamente se abrió la puerta despacio y asomando su cabeza, un chico preguntó por mi nombre -¿Miley Cyrus? –Arqueó una ceja esperando mi respuesta-.


Tartamudeé un poco hasta que pude responder- Sí, soy yo –Él sonrió y entró sin darse cuenta aún que Nicholas estaba detrás de él. Caminó hasta mí y llevó su mano hacia tras y de allí sacó una pequeña pistola. Abrí los ojos como platos. Y pronto recordé lo que Nick había dicho: “Pase lo que pase, no grites”. Me mordí fuertemente la lengua y cerré de golpe los ojos. Esto no había ni siquiera empezado y todo estaba por terminar para
mí.


-Lástima, eras una belleza, ahora sé por qué mi querido amiguito Nicholas se involucró contigo –Rió burlonamente, abrí los ojos y de pronto Nick se interpuso entre el chico con el arma y yo-.


-Vamos Joe, dispara –Nick se acercó más hacia él haciendo que el arma quedara directamente en su corazón- Termina tu trabajo ahora que puedes. ¡Hazlo! –Él solo volvió a reír y lo miró-.


-Claro que lo terminaré, pero no es a ti a quien vengo a matar. Debo de terminar con ella y lo sabes. Pero no te preocupes, tu después tendrás tu lugar en el maldito infierno, imbé/cil.


Nicholas dio un golpe demasiado rápido que hizo que el arma cayera a unos dos metros de ahí. Comenzaron a pelear bruscamente, y lo impresionante era que los golpes eran estruendosos, pero al parecer nadie más que en esa habitación podíamos escucharlos. Joe lo golpeaba con tal fuerza que quería gritar, quería hacerlo, pero no. Debía de obedecer a Nick. Tenía ganas de pararme de esa maldita cama y ayudarlo, pero sabía que no podría. Yo era solo una simple y sencillamente humana. Aterrada, cerré los ojos fuertemente y de pronto dejaron de escucharse aquellos estruendosos golpes. Sentí como me tomaban en brazos y abrí los ojos.


-Nicholas, ¿qué haces? –Pregunté. Miré hacia atrás de él, donde se había producido la pequeña pelea, pero ya no estaba Joe-.


-Hay que irnos de aquí –Antes de que me cargara se quitó la camiseta. ¡Vaya! Para ser ángel no estaba tan descuidado. De pronto recordé que él podía leerme la mente y me sonrojé- Ven aquí –Me cargó en brazos y nos dirigimos al borde de la ventana-.


-Espera. ¿Dónde está Joe? –Él me miró serio-.


-Cuando matas a un ángel, si es que tiene formado su cuerpo completamente, puedes desintegrarlo fácilmente y así, si él tiene una misión demasiado importante, podría volver a su cuerpo original, pero ganaría fuerza –Estaba tratando de entenderlo- No es difícil, ahora solo sostente fuerte de mí y cierra los ojos –Asentí e hice lo que me pidió. De pronto sentí como caíamos hacia la superficie y solo me aferré más a él y de pronto escuchaba un gran aleteo detrás de nosotros. Abrí solo un poco el ojo derecho y ahí estaban, dos enormes alas blancas, que salían de su perfecta espalda dorada.

_____________________________________________________________________

Bueno empieza el Maratón dedicado a Katty Feliz Cumpleaños
espero que te guste 

No hay comentarios:

Publicar un comentario