domingo, 11 de septiembre de 2011

Undress for me cap: 3



El resto de la habitación estaba pintado de color hueso, y el mobiliario se confundía con él. A primera vista, los visitantes podían pensar que el mobiliario surgía directamente de la alfombra. A mí me resultaba inquietante. La zona de trabajo general no era distinta, con toneladas de cristal y aluminio saliendo de la alfombra gris como si de un jardín de metal se tratase.

Cogí la carpeta que contenía el contrato de Hemsworth y un bolígrafo. Aplazar la confrontación con Milton no haría que la reunión, o el día, avanzaran más rápidamente. Los hombres y mujeres que trabajaban en la zona central se mantuvieron en silencio cuando dejé mi despacho y crucé la sala. 

En la galería había gente que me apoyaba, y gente que no lo hacía. Milton Storey había sido el director de la galería durante casi quince años, y la decisión de la junta de darme su puesto había molestado a algunos de los trabajadores. Sabía que en agosto, cuando me convirtiera en directora, seguramente tendría un par de puestos que re—ocupar.

Cuando entré en la sala de reuniones, Milton Storey estaba hablando por su teléfono móvil. Me senté a varias sillas de distancia de él, y dejé caer la carpeta sobre la mesa frente a mí. Sólo llevaba seis meses en la galería, y había pasado esos seis meses reorganizándolo todo para que encajara conmigo. Milton había aceptado la mayoría de esos cambios en silencio, aunque cada vez se mostraba más dispuesto a presentar batalla.


Terminó su llamada bruscamente y se giró hacia mí. Su rostro parecía tranquilo, pero sus ojos le traicionaban, mostrando una irritación y un miedo que quise ignorar, y no pude. Milton Storey se estaba viendo obligado a abandonar un trabajo que adoraba. Finalmente, habló.
—Este contrato con Hemsworth es un error.

—James Brooks quiere que se contrate a Liam Hemsworth. De hecho, ha dejado claro que tiene un interés personal en el éxito de este contrato —Además, había insistido en que perder la cuenta de Hemsworth
 podría ser nefasto para mí. —Entiendo que no es un artista que tú comprarías, pero ambos sabemos que la junta tiene planes para esta galería que no estás dispuesto siquiera a considerar.
—Todavía no tienes mi puesto—Su rostro estaba rojo de rabia, pero fue la frialdad de sus ojos lo que me sorprendió.
—¿Qué es lo que más odias de mí? —contesté. —¿Mi género, mi edad, o que la junta ya no crea que sepas lo que es mejor para esta galería?
—No me gustas tú, señorita Cyrus. Tu edad y tu género no tienen nada que ver con ello. —me espetó, y entonces se sentó de nuevo en su silla. Era la primera vez que reconocía que resentimiento especial hacia mí.
—Entré en la galería Holman para llevar a cabo este tipo de proyectos.
—Lo único que estás haciendo es destrozar la galería que yo he tardado años en construir. Has introducido una serie de obras vulgares y profanas que están alejando a nuestra clientela.
—Nuestros beneficios se han doblado en los seis meses en los que yo me he ocupado de las colecciones.
—Dinero ganado con pornografía ligeramente disfrazada.
—Si tienes algún problema con el modo en el que se están haciendo las cosas, habla con la junta.
Observé cómo su rostro enrojecía de rabia, pero no dijo nada. Conseguir mi fracaso y despido había sido el primer punto de su agenda desde el día en el que reemplacé a la joven y francamente poco preparada mujer que tenía en el puesto de sub—directora

No me preocupaban sus confabulaciones. Sabía lo que quería la junta de dirección, y estaba proporcionándoselo a paladas. 

Se abrió la puerta, y ambos nos vimos obligados a poner una sonrisa en nuestros rostros mientras Jane hacía pasar a Liam.

Había pasado tres días preparando mi primera entrevista con Liam Hemsworth . Sin embargo, cuando mis ojos se encontraron con aquel hombre por primera vez, supe que no me había preparado lo suficiente. 

Mi abuela me dijo una vez que los hombres son como el vino. Algunos son amargos y difíciles de tragar, y otros yacen en tu lengua con una dulzura que puede hacer que se te erice la piel.
Me pregunté a qué sabría él.
Liam Hemsworth, conocido por sus apasionadas y eróticas esculturas, era un sólido y sensual recordatorio de mi cama vacía... y estaba desnudándome con la mirada. 

Correspondía su desvergonzada inspección con otra.
Piel clara. Ojos penetrantes cafés. Y un fuerte y anguloso rostro que cualquier modelo habría deseado tener. Su cabello estaba dorado.

Sabía un montón de cosas de Liam Hemsworth como artista. Sin embargo, la necesidad de saber más sobre él como hombre salió a la superficie a los pocos segundos de verlo por primera vez. No había duda en el deseo que recorría mi cuerpo. Mi reacción física me sorprendió. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que un hombre había provocado mi interés sexual.

Me levanté de la silla y le ofrecí la mano. Contuve el aliento mientras mis dedos desaparecían entre los suyos. Cálida, encallecida, y fuerte, fueron las primeras cosas que pensé de su mano.

—Es un placer, señor Hemsworth. Es un honor para Holman que nos tenga como primera opción para su próxima exposición.
Bien, había conseguido balbucear dos frases completas. Aparté mis dedos de los suyos y luché contra la aplastante necesidad de gatear por la mesa de conferencia y subirme a su regazo. Me senté.

Aproveché el instante en el que Milton saludaba a Liam para recuperar el control. Mis pensamientos se habían visto dispersados por una lujuria pura y sin adulterar.
—Estoy aquí por usted, señorita Cyrus. Su reputación la precede.

Noté el calor subiendo por mi rostro, y eso me molestó. El sonrojo no formaba parte de la imagen de mujer moderna e inteligente que había tardado más de dos años en desarrollar. 

La terapia, las clases de autodefensa y la determinación me habían ayudado a forjar un lugar en el mundo donde me sentía segura, y con el control.
De nuevo sentada observé cómo Liam Hemsworth separaba la silla que estaba justamente frente a mí. Era alto, al menos, de un metro noventa, y tenía la elegancia de un enorme guepardo. Se sentó y se concentró en mí como si yo fuera la única persona en la habitación. Era el tipo de atención masculina de la que habría disfrutado en el pasado, pero ahora hacía que me sintiera incómoda. 

Por Dios, aquel hombre era impresionante.

_____________________________________________________________________
bueno espero que les guste díganme que opinan 

3 comentarios:

  1. La verdad el primer capitulo no lo entendi mucho, pero creo que poco a poco voya ir entendiendoo, Siguela

    ResponderEliminar
  2. Hola Jeny me encatooooo el capiiii!!!!!!!!! Jajajja, siguela pronto !!!♥ Te quiero mucho, besotes :D

    ♪Last time around ♫

    ResponderEliminar
  3. LA AMEEEEE! siguela pronto pork me encanto jeje xD
    espero el capi!
    te kiiiero chik!
    kuidathe!

    ResponderEliminar