lunes, 26 de septiembre de 2011

Undress for me cap: 6


La urgencia había desaparecido. La ardiente lujuria que había estado conteniendo desde que puse los ojos en Shamus Montgomery se había disipado, pero me pregunté cuánto duraría ese estado. Tenía la sensación de que la masturbación no sería un sustituto permanente para Liam.

Cuando el teléfono sonó estaba a medio vestir. Para cuando llegué hasta él, el contestador automático ya había saltado. Me detuve y esperé hasta que mi versión electrónica dijo a quien llamaba que no estaba disponible. Sonó el pitido, y lo único que oí fue silencio. Después colgaron con un suave clic. Tomé aliento, irritada ante el temor que me había sobrecogido.

Aunque habían pasado casi catorce meses desde la última vez que Jeff me había llamado, lo primero que pensaba siempre que tenía una llamada en el contestador era que había sido él. Cogí el teléfono y comprobé la identificación de la llamada. Era un "número desconocido". Colgué el teléfono y me quedé allí de pie unos segundos, luchando contra la paranoia y el auto—desprecio. Me odiaba por permitir que Jeff King tuviera un lugar en mi mente. Finalmente, volví a mi habitación para terminar de vestirme.
Cuando me aburrí de dar vueltas, cogí mi bolso y las llaves. No quería llegar tarde; eso permitiría que Liam llevara la delantera.

Estaba sentada en el coche frente a su estudio, un edificio de ladrillo en el centro de Boston. Tenía los dedos aferrados con fuerza al volante. Bajé la cabeza y, tras regodearme en la autocompasión durante un par de minutos, solté el volante y cogí mi bolso. Me arrastré fuera del coche, anhelando que mi disgusto fuera obvio.

El estudio de Liam Hemsworth ocupaba toda la segunda planta del edificio de tres pisos. La última planta era su apartamento, aunque se rumoreaba que apenas un par de personas habían conseguido una invitación para entrar en su espacio personal. No conocía a nadie que hubiera logrado estar tan cerca del elusivo señor Hemsworth. La primera planta albergaba una exposición permanente, y una pequeña galería que era de las más famosas de la zona.

Abrí la puerta y entré.
Liam estaba hablando con una cliente frente a una enorme escultura de roble representando dos figuras femeninas. La pose era íntima y sensual, de un modo que hacía que mi estómago se tensara. La cliente estaba pasando las manos por la suave y seductora escultura de madera como si no pudiera evitar hacerlo. Sabía que no se marcharía sin adquirirla; sólo verla acariciar la escultura hacía que yo misma quisiera comprarla. Avergonzada, me recordé el agujero que había dejado en mis ahorros la compra de uno de sus trabajos unos seis meses antes, en una subasta.

La fascinación de la mujer hacia aquella pieza me incomodaba, y me giré para echar un vistazo al resto de la galería. Una gigantesca escultura de piedra dominaba el espacio; estaba marcada como VENDIDA. Las líneas de la figura femenina eran suaves y apasionadas. Me pregunté a quién habría usado Shamus como modelo para aquel trabajo, y si ella seguía aún en su vida.
Escuché un murmullo de voces y pasos en el suelo de madera, y después el tintineo de las diminutas campanas sobre la puerta, indicando que la cliente se había marchado. Miré a Liam y vi cómo cerraba la puerta, y las persianas. Estábamos solos.
—Pareces preocupada, Miley.
Me aclaré la garganta.
—Señor Hemsworth, me gustaría hablar con usted sobre la posibilidad de proporcionarle otra modelo.
—Solo tú puedes serlo.
Caminó hasta la escalera y desenganchó la cadena que sostenía la señal de PRIVADO. La cadena golpeó la pared brevemente, pero resonó de forma inquietante a través de la galería vacía.
—Mi estudio está subiendo las escaleras.
—¿Por qué yo?
—Quizá porque eres impresionantemente bella.
—Quizá eso no sea suficiente —Me quedé quieta, conteniendo la necesidad de pasarme los dedos por el cabello. Odiaba ponerme nerviosa.
—Tú me inspiras.

Bueno, ¿qué demonios podía decir después de eso? Yo lo inspiraba, y una sensación de mareo y delicia femenina me atravesó, golpeó mi ego y presionó mis labios. Me había dejado sin palabras, y sabía que eso era exactamente lo que Nicholas pretendía.
¿Qué quería de mí? Luchando contra la necesidad de salir corriendo de allí, pasé junto a él y subí las escaleras. 

Liam Hemsworth parecía demasiado para mí. Yo había abandonado todo deseo previo de desafiarlo. En su estudio, sobre una lona, había un bloque de alabastro de gran tamaño. Frente al alabastro había una plataforma baja cubierta con otro trozo de lona. Me giré hacia las escaleras, y lo miré. Estaba en el último peldaño, mirándome.
—¿Empezamos?
¿Yo había preguntado eso, de verdad?
Sonrió ante mi pregunta, divertido, supongo que por la voz de pito con la que las palabras habían salido de mi boca.
—Sí, creo que deberíamos.
Tragué saliva e intenté ignorar el modo en el que su oscura mirada se deslizaba sobre mi cuerpo.
Me acerqué a la plataforma, desde donde miré el gran trozo de piedra que descansaba junto a ella.
—Generalmente no usas alabastro.
—Pocas de las modelos que han posado para mí encajan en ese medio —Admitió Liam mientras cerraba la puerta, encerrándonos en el interior.
—Enriendo.
Señaló un biombo que había en una esquina.
—Encontrarás una bata tras el biombo. Ponte solo esa bata.
Asentí y caminé hacia el biombo. «Solo esa bata».
La bata era de seda azul oscuro y olía a suavizante. Me quité la ropa con manos temblorosas y me la puse. La seda estaba fría y cayó sobre mi suavemente. Hice un doble nudo en el cinturón (mi nudo de segundad), y finalmente me aventuré a salir de la protección del biombo.
Vi que ahora había un cojín de algodón sobre la plataforma. Era lo suficientemente grande para que pudiera tenderme sobre él.
Liam me miró, y su mirada se movió desde mis pies hacia arriba, hasta que se encontró con mi rostro. Su boca se curvó en una pequeña sonrisa.
—¿Disfrutas poniendo nerviosas a las mujeres? —le pregunté.
Levantó una ceja.
—¿Te pongo nerviosa?
Mirándolo, caminé hasta la plataforma, echando chispas. Liam sabía exactamente lo que me estaba haciendo.
—¿Cómo te gustaría que me pusiera?
—Me gustaría que te tumbaras boca arriba y que gritaras mi nombre, pero por ahora trabajaremos en la posición para la pieza.
 «Boca arriba, gritando su nombre». Tragué saliva y di un paso atrás.

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mini maratón dedicado a sarita que lo pidió el viernes pero hasta hoy pude subir
espero que les guste ok momento de preguntas 
1.- que fue lo que mas les gusto
2.-les gusta esta novela
3.-que opinan de el drama niley de ayer??? 
4.-creen que miley tal vez pueda volver con nick
5.- les gustaría que ellos volvieran?? (a mi si pero si miley es feliz con liam yo también)

1 comentario:

  1. sii tu noviia te o pidioo jojo oye de q nove quieres q suba noviia y RECUERDA SOLO MIAAAAA
    1-TODOOO OBIII
    2-SI NO ME GUSTARA NO LA LEYERA AWW NOVIIAA
    3-Q DRAMA OOH ANDOO DESACTUALIZADA ASI Q DIRE SUPER JEJE
    4-MM QUIEN SABE
    5-MMM TU YA SABES MI RESPUESTA NOVIIAA JEJEJ Y YO TAMBIEN SOY FELIIZ PERO AHORA NO TUVE PROBLEMAS CON MI HERMANA Y SE ATREVIO A PEGARME AWW NOVIIA
    TE QUIEROOOO Y ME DICES Q Q NOVE QUIERES Q SUBE SHII

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