Pronto Miley apareció delante de Nick. Iba con su albornoz. Nick tubo un
escalofrío al pensar que mañana después de ducharse también se pondría
aquel albornoz. Hacia un milenio que no tenía un escalofrío. Cada vez le
sorprendía más lo que Miley provocaba en él. La observó serio. ¿A
que esperaba? Aun que ya había visto gran parte de ella, se moría de
ganas de verla… con aquella lencería.
Miley tiró del cinturón y dejó caer el albornoz. Nick tragó saliva. Ese
jodido sujetador y esa jodida tanga le quedaban mejor de lo que había
podido imaginar.
- Gí…gírate. – le dijo, sin poder articular casi nada.
Ella se colocó bien el pelo, haciéndose de rogar y se giró. Eso aun excitó más a Nick.
Se
levantó, observando su espalda, las curvas de su cintura, el perfecto
trasero desnudo, solo adornado por ese pequeño hilo que se escondía por
un sitio completamente envidiable. Le rodeó la cintura con un brazo y la
apretó contra él.
Miley apoyó su cabeza en el hombro de Nick. Nick besó su cuello, totalmente
expuesto para él. Acarició con su mano el vientre de Miley, hasta
subir hasta uno de sus pechos. Esto está mal… Nick es el diablo en persona…se arqueó al sentir como los dedos de Nick acariciaban uno de los pezones. Gimió.
- Eso es… siente lo que te doy… - como esto sea otro jodido sueño no voy a poder aguantar otro despertar de ese modo. Pero tanto Nicholas como Miley sabían que eso era totalmente real.
Nick se separó un poco.
-
Joder, que calor hace aquí. – se quitó la camiseta y pronto volvió a
ponerse, ahora, en frente de Miley. La besó de nuevo como antes y la
tumbó en el sofá.
– no sabes lo duro que me tienes, Miley... – bajó
su mano hasta el mojado tanga y la metió dentro.
Miley se tensó.
- No, cariño… - acarició sus labios con el pulgar – relájate… te va a gustar…
Y eso lo dijo mientras empezaba a tocar el punto más sensible y placentero que Miley tenía.
Miley arqueó su cuerpo ante Nick al sentir la primera fricción que hizo. Y eso
que aun había ropa entre medio. Poca, pero la había. Deseo saber cómo se siente a carne viva.
Nick
apartó las copas del sujetador. Miley tenía vergüenza. Era la
primera vez que se exponía con tan poca ropa delante de un hombre. Y
Nick en tan solo cinco días la tenía maullando como una gata en celo.
Deseosa, llena de lujuria… destrozando los tabúes. ¿Tabúes? Eso era… lo
que iba a pasar entre ellos, no tenía que pasar.
Pero… oh dios mío.
La lengua de Nick empezó a acariciar sus endurecidos pezones, sus
dientes los tensaban aun más y la suavidad de sus labios eran como el
más caro de los camisones de seda que se hubiera puesto Miley.
Sintió como Nicholas apartaba el hilo del tanga, como lo hacía a un lado
y pasaba un dedo por el punto más prohibido del cuerpo de Miley.
Nick fue el que gimió ahora. Sentirla tan mojada, sentir su suave
carne que resbala en mis manos… sentir como se estremece. Esto es lo más
excitante que he vivido nunca, ostia. Quiero oír como grita mi nombre
hasta caer rendida en el mayor orgasmo de su vida.
- Nick… - murmuró ella, ahora con los ojos entrecerrados.
- Shh… - dijo inclinándose en su cuello de nuevo – no sabes lo hermosa que te
ves, Miley... – dijo su nombre con tanta sensualidad en su tono de voz que
se le puso la piel de gallina – te voy a dar placer… mucho… - le mordió
el cuello – así que relájate y disfruta…
En
ese preciso instante Nick introdujo un dedo en el interior de Miley. Le dolió un poco, pero no le dio importancia. Ella volvió a
sentir un gemido de Nick… y como su pene se clavaba en su muslo,
mientras la tocaba.
La mano de Nick empezó a moverse, adentro, a fuera,
en círculos… tan hábil que Miley sintió que no aguantaría mucho. Un
segundo dedo fue a parar en el interior de su vagina. Gimió.
Nick se relamió los labios, como si pudiera saborear los jadeos de Miley.
Adoraba verla con esa expresión de ‘quiero más, y solo tú puedes dármelo’. Y solo yo puedo dártelo, nena… y no dudes en que lo voy a hacer.
- Dios mío… - gimió – es demasiado bueno…
Nick
se dio cuenta de que sin querer había aumentado la velocidad de los
movimientos de su mano. Y Miley sentía tanto placer que empezó a
contraerse. Ahora Nick si pensó que moriría.
Sentía las paredes de la
vagina de Miley apretar sus dedos.
Como deberá sentirse cuando me meta ahí dentro… será el infierno en directo. Los
pantalones de Nick parecía que se iban a romper. No podía más… si Miley se corría, el también lo haría, sin que ella lo hubiera
tocado, siquiera.
Dejó de tocar a Miley. Ella hizo una mueca en señal de desacuerdo. Nick se rió.
- Tranquila, tengo mucho más para ti… - dijo como el ronroneo de un gato.
Dios… que hombre. Observó
a Nick, estaba de rodillas, delante de ella… sin camisa… y se estaba
desabrochando el pantalón. ¡¿Qué?! ¡Se estaba desabrochando el pantalón!
Esto había ido demasiado lejos… Pero antes de que Miley pudiera
decir nada,
Nicholas ya se los había quitado. Y no llevaba bóxers. Miley entreabrió la boca.
-
Cierra esa boquita, que soy capaz de cometer una locura con lo duro que
me tienes… - se inclinó y la beso, tan desesperadamente que hasta él se
quedó sin aliento.
Miley tenía el punto de vista de Nick de que era un hombre frio… sádico. Pero
ahora, le parecía todo lo contrario. Era cariñoso, había buscado su
placer y su cuerpo emanaba un calor sorprendente… pero para sorprendente
lo que tenía algo más abajo del ombligo.
Que no hubiera hecho el amor
con ninguno de sus ex novios, no significaba que no supiera como era la
anatomía del sexo opuesto… y mucho menos que no hubiera llegado a
masturbar a alguno de ellos. Pero nunca había llegado a ver… semejante
cosa. ¿y Nick tenía la intención de meter eso dentro de ella? ¡Ja!... la
tenía caliente, si… pero no lo dejaría… no.
Dios ¿Qué me hace esta mujer? Nick
la observó, de nuevo, desnuda, en el sofá de su propia casa. Ella lo
miraba, de arriba abajo… y las simples miradas de inocencia lo
provocaban muchísimo. ¿Qué es lo que le atraía tantísimo de Miley?
Parecía un jodido desesperado por follar…
Ella
era atractiva… mucho, pero… no había para tanto ¿o sí?... Quería –
necesitaba – poseerla ya… y nunca había rogado por follar el cuerpo de
una mujer, pero por hacerlo con ella, estaría más que dispuesto. Meterle
los dedos había sido fantástico… imaginar cómo sería cuando metiera su
duro pene…
Nick separó
las piernas de Miley. Ella lo miró sería. El calentón se le había
bajado al cero. Bueno… ver a Nick así… a ese dios griego, más caliente
que la propia lava era una tentación demasiado grande… que la excitaba
sobremaneramente. Pero no quería… no. No había perdido la virginidad con
hombres con los que había estado durante años, ¿y la perdería con un
hombre al que conocía a penas hacía cinco días? Ni hablar. Que Nick
siguiera soñando… con ella.
- ¿Qué te pasa? – gruñó Nick, ya con las pupilas dilatadas del deseo.
Miley se levantó y Nick observó maravillado su trasero desnudo. Se sentía
culpable… al menos el cincuenta por ciento… si ella no quería acostarse
con Nick, ya ni siquiera tendría que haber aceptado el trato de Nick.
No, cincuenta por ciento culpable no… totalmente culpable. Nicholas era
un hombre… como todos. Y quería mojar, y mojar, y mojar… Estaba
comprobado que más de la mitad del cerebro masculino solo piensa en
sexo. Así que no estaba nada dispuesta a perder su pureza con aquel –
sexy, afrodisiaco y guapísimo – agente de no se qué agencia secreta.
Daba igual lo bueno que estuviera, y lo mucho que la haría disfrutar…
ella se reservaba para el hombre de su vida, y Nick, no era ni mucho
menos el hombre de su vida. – aun que si de sus sueños, literalmente. –
Se enrolló el albornoz en el cuerpo. Nick estaba alucinando.
- ¿Qué haces? - preguntó ahora.
- No quiero hacer el amor contigo. – le dijo seria.
Nick se echó a reír.
- Cariño, te mueres de ganas por que te eche un buen polvo.
Si,
lo hacía. Pero era lo que había… y no iba a caer. Había aprendido a
vivir esquivando el chocolate y las bollerías para mantener una dieta.
También aprendería a vivir unas semanas esquivando a Nick.
Miley alzó
la barbilla y se dio la vuelta, dirigiéndose a su habitación. Nick se
colocó sus pantalones a toda prisa, aun que le costó… abrochárselos. La
detuvo cogiéndola por el hombro.
- ¿Qué te pasa? ¿No lo dirás en serio? No puedes dejarme así.
Miley centró su mirada en el paquete de Nick. La verdad es que le hubiera
gustado aliviarlo… No dijo nada, solo volvió la vista a sus ojos de
nuevo.
- Venga, Miley... estas de broma.
-
No, no lo estoy. – se giró y siguió andando – esto… no tendría que
haber sucedido, ni de un buen principio tendría que haberme mostrado en
ropa interior delante de ti.
Nick bufó.
- Serás calientapollas, ¿haces esto con todos o qué? - Miley se giró arqueando las cejas.
- ¿Cómo dices?
- Nada, déjalo. – Nick se giró para recoger su jersey.
-
¿Yo una calientapollas? – dijo Miley siguiéndolo ahora ella. – Eres
un completo idi.ota. Estás tan acostumbrado a que las mujeres caigan
rendidas a tus pies, que, que una te rechace te jode más que nada.
Nick abrió los ojos, mirándola.
-
Oh, aparte de calientapollas eres una lagarta ida de la lengua. –
arqueó la boca, en lo que a Miley le pareció una irónica sonrisa.
Ella
no pudo contenerse más. Puede que fuera inocente en según qué aspectos,
pero no dejaba que le pisaran de esa forma su orgullo… y mucho menos
que la insultase semejante tipo.
-
¿Y tú? ¿Te has visto? Por favor, a parte de una perfecta farmacia llena
de asteroides, te he considerado como un putón que las veinticuatro
horas se las pasa follando.
-
¿Asteroides? Nena, mi cuerpo es más natural que cualquier cosa… - se
acarició el torso – se que te parecerá extraño que esté tan bueno, pero
es así. – le guiñó un ojo – Y bueno, me da igual lo que tu creas. Al
menos, si me las paso follando, hago disfrutar a la mujer, y lo que es
más importante… la llevo hasta EL FINAL. – le dio énfasis a estas
últimas palabras. A Miley le recorrió un escalofrío por la espalda.
Si ella era orgullosa, Nick la superaba.
- Creído.
- Zorra.
Parecía que aquello no iba a terminar. Pero Miley estaba claro que no iba a dejarlo allí.
-
Bueno, una zorra que por lo visto te pone como una moto ¿no? Y por si
fuera poco, la primera en dejarte con las ganas. Pues vete acostumbrando
por qué no tendrás la virtud de meterte en la cama conmigo.
- Tampoco lo necesito.
ooohh jenyy moxaa subistrhes otroo ahhh otro otro otroo!!
ResponderEliminarahh me dejhasthes con la intriigaaa ahhh quiero otro jenyyyy andale sis sii?'
di que siii
wow estubieron buenos los cap hehe ups perdon me atrase en tus noves pero ya me puse al corriente y comentare mas seguido ;) sube pronto me gusto la noveee picosos hahahaha cuidate muchoooo bye
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