Nick no pudo
pegar ojo en toda la noche. Sabía las cualidades que tenia Delta… y lo
que menos le preocupaba en esos momentos, era él. Su familia… sus
conocidos.
Aquella
sádica loca era capaz de todo. Había nacido para trabajar en agencias
de espías. Había nacido para ser una de las mujer seductora y con
grandes cualidades para matar… a hombres, en un abrir y cerrar los ojos.
No tenía remordimientos, y mucho menos, conciencia.
Las
siete de la mañana. Nick se levantó, harto de dar vueltas en la cama.
Toda su familia sabía protegerse, pero si a Delta se le ocurría ponerles
un dedo encima… intentar siquiera algo, él no tendría ningún miramiento
por que fuera mujer. Por que terminaría en la tumba, junto con su
hermana y Alexander Donovan.
Se
preparó un café solo. Para ver si se despejaba un poco. Miley tenía
el sueño ligero y no pudo evitar despertarse. Se levantó y fue hacia la
cocina.
-
Buenos días. – murmuró Nick. ¿Por qué estaba avergonzado? Nunca había
estado avergonzado de lo que había hecho. Pero al ver a Miley
aparecer con su jersey, despeinada… inocente, hizo que se ruborizara. Él
no se ruborizaba, eso era de nenazas.
- Buenos días. – le sonrió ella, como si ayer por la noche no hubiese pasado nada.
La observo. Ella buscó algo en la nevera y vertió algo de leche en un bol. Y pensar que aún podría estar más despeinada si hubiera pasado la noche conmigo. Nick dejó su
taza de café en el friega platos. Nick cogió las llaves del enorme llavero en la entrada.
Miley alzó la vista.
- ¿Dónde vas? – le dijo.
- ¿Tanto te importa? – dijo Nick arqueando una ceja.
Ella frunció el ceño, cabreada por su arrogancia. Pero no quiso discutir. Se encogió de hombros.
- No, la verdad es que no. – puso una expresión indiferente y siguió desayunando.
Lo
que no sabía es que a Nick le quemaba por dentro que pasaran de él de
ese modo. Apretó la mandíbula y se contuvo las ganas de seguir con la
conversación.
-
Me voy… al pueblo… tengo que comprar algunas cosas. – suspiró. Miley
lo miró de nuevo – y tengo que pasar por la casa de mis padres. – sus
hermanos tenían armamento de sobras y seguro que ya estaban allí. Kevin y
Joe habían trabajado con él durante un año y medio. La mayoría de cosas
las había aprendido de ellos.
- ¿Pasa algo? – Nick iba a responderle con otra pregunta: ¿eres adivina?
- Si… hay una mujer que quiere matarme… bueno, hacerme sufrir… y temo que vaya en busca de mi familia.
- Oh dios mío. – dijo Miley tapándose la boca con las manos – ten cuidado.
Nick se tensó ante esa otra muestra de afecto.
-
No te preocupes. A mí no me hará nada. – miró a su alrededor – si por
algo aparece algún secuaz de Donovan por aquí… aun que no lo creo…
estarás a salvo, Liam fue militar… y trabajó algunos años para mí. Es
muy bueno. - Miley sonrió. Él intentó sonreír, pero le salió una
mueca. Miley ahora se rió. Buen intento… Se le puso la piel de gallina
al pensar que Nicholas había intentado sonreír para ella.
Nick fue
hacia el pueblo más cercano, donde vivian sus padres, con la lancha. La
ató en un pequeño poste del puerto. De un saltó, bajó a tierra firme.
Atravesó las calles. Tenía un aspecto muy sensual y misterioso… con su
chupa negra, los pantalones grises y las gafas de sol Ray Ban aviator.
Razón por la que muchas mujeres se giraban un par de veces a observarlo.
Vió algunas tiendas donde podría comprarle algo de ropa a Miley,
mientras permaneciera bajo su responsabilidad. Pero prefirió ir mañana o
más tarde con ella… suponía sus tallas, pero era malo en escoger ropa
del sexo opuesto. Renovó el cargamento de alguna de sus armas y fue a
visitar a sus padres.
- Nicky… - dijo Denise pellizcándole una mejilla - ¿Qué te trae por el pueblo?
Nick pasó adentro.
- ¿No están Joe ni Kevin?
- Si, Joe salió un momento… iba a ir a comprar, pero él me dijo que ya lo hacía.
- ¿Y Kevin?
- Kevin vino ayer por la noche… no sé qué es esto… tantas visitas de repente. – se quejó Paul
- Papá, tened cuidado… - dijo Nick sentándose en una de las butacas.
- ¿Ha pasado algo, hijo? – dijo Paul quitándose la pipa de la boca.
-
Si… hay una mujer que me quiere… hacer sufrir. – rectificó. – y puede
que os quiera hacer una visita… así que será mejor que tengáis cuidado…
por eso Kevin y Joe
están también atentos. No salgáis solos a la calle, hasta que consigamos detenerla…
Estuvo
por una hora más en la casa de sus padres, hablando con ellos y con
Joe, hasta que decidió que tenía que irse. Había bastante distancia con
la lancha, hasta la cala de Nick, así que aún tardaría un rato en
volver. Cuando paró el motor del vehiculo en frente de su casa de la
playa, tubo un mal presentimiento.
Cargó su calibre del 38 y abrió la
puerta. Un gemido provino de la habitación de Miley. Fue directo
hacia allí.
Pero antes de llegar al cuarto de su testigo, se encontró
con un hombre en el suelo. Un pasamontañas tirado más allá. Nick le tomó
el pulso.
Estaba muerto, pero no sintió nada. Seguro que era uno de los
hombres de Alexander. Prosiguió, atravesando el salón y el pasillo.
Abrió la puerta y se acercó hacia Liam y Miley. Nick sintió un
tirón en sus entrañas al ver a Miley llena de sangre.
Vio que Liam tenía una aguja y algo de hilo en la mano. Atravesando la pierna de Miley.
- Le han disparado. Tuve que sacarle la bala y hacerle un torniquete. Pero
pronto la presión cesó. Nick, tengo que cerrar esta herida antes de que se desangre.
Miley se arqueó.
- ¿Lo estás haciendo a carne viva, bruto? – dijo Nick alterándose
- No, le inyecté anestesia, pero no había suficiente para que no sintiera nada.
Nick apartó a Liam y se puso donde él estaba.
- Miley... – dijo acariciando su brazo.
- Que…
- ¿Estás bien?
- De puta madre. – dijo ella irónicamente.
-
Oh, veo que aun te quedan fuerzas para picarte conmigo… así que te
quedaran fuerzas para aguantar… unos cuatro puntos más.
Nick
acarició su muslo, intentando tranquilizarla. Parece que eso sirvió de
algo. Pasó aguja y hilo, cerrando el corte que había hecho la bala. Miley gritó.
- ¡joder!
-
No te muevas… - Nick volvió a acariciarla. Sentía como Miley estaba
llorando. Le sabía mal ¿Por qué? Nunca había sentido pena por nadie.
Estaba nervioso, no quería causarle dolor. Y él nunca se había puesto
nervioso. Y menos… se había alterado con Liam. Ahora recordaba… que le
había casi gritado a uno de sus mejores amigos, aun que él no lo
tuviera en cuenta. Pasó de nuevo la aguja.
Miley volvió a gemir.
- Para… para… - sollozó – no puedo más…
- Cariño… ya queda poco, venga… aguanta. – Nick acarició una vez más su muslo.
- No… Nick para… - dijo temblando.
to curiosa
ResponderEliminarposta logo
por favor
owwme encaantho sis el capii super waaoooo
ResponderEliminarowwwwww ya quieroo el siguienthe sis eres mala me dejas con la curiosidad