viernes, 1 de julio de 2011

Protegeme: Cap 5

Nick fue a coger una de sus camisas viejas. También cogió unos pantalones cortos, aun que a Miley le irían como unos piratas. Una toalla de cuerpo. Mujeres… ¿una ducha en medio de toda esta mier.da? Eso es lo último que me gustaría a mí en este momento de presión. Abrió la puerta del baño, sabiendo que Miley ya estaba dentro de la ducha, con el agua tibia recorriendo su cuerpo. Nick pensó que no le importaba, había visto muchas –demasiadas – mujeres desnudas en toda su vida, y ya no le sorprendía nada. O eso es lo que pensaba él antes de entrar en el cuarto de baño.

-          Te lo dejo aquí. – dijo dejándolo en la encimera.

-          Vale… - la voz de Miley parecía tan relajada y excitante que Nick no pudo evitar sonreír.

Levantó la tapa del váter, se bajó la bragueta y se dispuso a mear.  Cuando
Miley lo escuchó asomó la cabeza por la cortina.

-          ¿Qué haces? – dijo molesta.

-          ¿Mear? – dijo él con énfasis, y dejándoselo ver todo.

-          Joder Nick,  no podrías esperarte…

-          ¿Y me meo encima, guapa? - Miley se ruborizó.

Sin querer discutir más se metió de nuevo, tapándose con la cortina. Nick se dispuso a salir, pero vió que la cortina de la ducha no cubría del todo, había un sitio que no tapaba. Se apoyó en la puerta y observó a Miley enjabonándose. Estaba agachada, con todo su hermoso culo desnudo a la vista. Nick no apartó la vista de ella.
Resiguió la mirada, por su estrecha espalda, por las torneadas piernas. Todo brillante por el agua. Jodidamente excitante, más que una película porno de Jenna Jameson. 

Miley se incorporó de nuevo. Echó champú en sus manos y empezó a frotarse el pelo. Cerrando los ojos para que no el entrara el jabón, se puso de perfil, debajo del chorro de agua.

-          Madre mía… - masculló Nick fijándose en su plano vientre, subiendo hasta la vista que tenia de sus perfectos pechos, sus oscuros pezones de punta.

Se fijó en su pubis, depilado. Nick sintió algo que nunca había sentido. Nunca lo había puesto -ni gustado- tanto ver una mujer desnuda, y más, sin hacer siquiera nada. Su pene empezó a latir con brutalidad, se endureció contra los pantalones. 

Quería liberarlo, quería quitarse la ropa, meterse en su bañera con esa diosa afrodisiaca y follarla sin compasión. Antes de hacer una locura semejante, Nick se retiró, ajustando la puerta, dejando que Miley se duchara tranquila. Ahora el problema era como iba a bajar aquella enorme erección, si lo que más le confortaría es que Miley se abriera de piernas para él – y solo para él – y dejara que se desahogara en sus entrañas, mientras ella gritaba su nombre una y otra vez, gozando como nunca, mientras él se hundía completamente en su torneado cuerpo.

-          ¿Qué te pasa? – se rió su compañero Liam, al verlo tan agitado.

Nick bufó. Siempre se lo contaban todo, hasta las aventuras con las tías.

-          Hace mucho, mucho tiempo que no te veo ruborizado, amigo. – Retomó Liam.

-          Lo sé. Hasta yo me sorprendo a mi mismo – Dijo Nick parpadeando para que se le fuera la tontería.

-          ¿Entonces? ¿Has visto a Elsa Pataki en bolas o algo así?

-          Lo que he visto le da mil vueltas a la Pataki. – masculló Nick riendo.

-          No puede ser.

-          Asómate por la puerta del baño y lo compruebas tu mismo. – le sugirió Nick.

-          Oh dios, ¿espiando a tu clienta?

-          No es mi clienta, es un caso…

-          Da igual… ¿te pone, eh? No está mal.

-          ¿Qué no está mal? – espetó Nick – Bueno, dejemos el tema…

-          ¿Qué pasa? Siempre te gusta opinar sobre las mujeres conmigo.

-          Lo sé, pero no… de clientas o casos o testigos…

-          Temes que pase lo mismo que pasó con Selena. – No fue una pregunta, fue una afirmación. Nicholas no dijo nada, pero eso mismo lo delató. – No tiene por qué…

-          Lo sé, pero des de entonces… he aprendido la lección, nada de acostarse con la faena…

-          Tomate un descanso. – suspiró Liam – Lo necesitas. Y si no lo haces tú – se rió – pronto me veras a mi entre sus piernas.

El apuesto alemán se levantó y se fue riendo, hasta su habitación. Miley apareció entonces. Con el pelo mojado y solo con el jersey de Nick que le llegaba un poco por encima de las rodillas.

-          ¿Qué tal la ducha? – se atrevió a decir Nicholas.

-          Muy, muy bien. – dijo estirándose y mostrando algo más del muslo – estoy súper relajada.

Pues, si supieras que tanto tenso estoy yo, muñeca...

-          ¿Tienes algo para beber?

Nick arqueó una ceja.

-          Acabas de llegar aquí y, ¿ya pidiendo? – masculló.

-          ¿Qué quieres? Tengo sed… y ya sabes que hacer, sé que no te caigo bien. – le dijo mirándolo con ojos de niña inocente – Y sé que no me quieres aquí, que es solo
por tu… trabajo. Pero solo tienes que meterme en tu precioso coche y devolverme a la ciudad.

-          No haré eso. ¿Para que? ¿Para que te maten? – dijo con una sádica sonrisa –
Entonces no cobraría por este caso.

Miley suspiró y se dirigió hacia la nevera.

-          Te importo solo por el dinero ¿cierto?

-          Claro. No sabes el dinero que gano en mi faena, por algo tengo todo esto. – abrió los brazos – Y si tengo protegida una testigo como tu… - puso los ojos en blanco. – Además, arriesgo también mi vida en este trabajo.

-          Es lo que tú elegiste.

Nick la miró serio. Mal, frio, como él era. Nada de sentimientos, nunca.

-          ¿Tienes que tener siempre la última palabra? – preguntó retóricamente.

-          Si. – le contestó, enfadándolo, dando un trago a un zumo de melocotón. Nick observó cómo se relamía los deseables labios.
-          Hum… - murmuró Nick acomodándose los pantalones.

-          ¿Por casualidad… - dijo volteándose hacia él de nuevo – no tendrás ningún tipo de lencería femenina, maquillaje… algo para mí?

¿Algo para ti? Ven, bájame los pantalones, y verás lo que tengo para ti nena.

-          ¿me ves con cara de coleccionar las bragas de las tías que me tiro? – dijo
Nicholas dando un trago de su cerveza. Y reprendió – para luego dejárselas a las mujeres que yo mismo protejo. O bueno, también exceptuando a los contados homosexuales que también me piden lencería de mujer.

-          ¿Tienes que ser tan arrogante conmigo? – dijo ella negando con la cabeza.
Nick la ladeó, afirmando su pregunta. – Vete a la mier.da. – le dijo sin más – eres tu quien me ha llevado aquí. Por lo menos podrías tratarme mejor.

-          Nena, yo solo se tratar bien a las mujeres en un sitio, y ese es en la cama. – sonrió – si quieres... te trato bien.

-          Encima guarro.

-          ¿Guarro? No, por dios. Realista. – la miró descaradamente – mírate, tu cuerpo me pide que me lo coma. Vas provocando como una cualquiera. – le espetó sin remordimientos - ¿Por qué no te has puesto los pantalones?

-          Porque me van enormes.

-          Mira por donde… ¿Y que llevas debajo? – le dijo, sabiendo  la respuesta. Ella se ruborizó.

-          Nada.

-          Eso afirma lo que digo.

-          No soy una cualquiera, no voy provocando, y no es mi culpa si solo se te ocurre dejarme ropas tuyas, que me van cuatro tallas mayores.

3 comentarios:

  1. komo sisempreee miii linda sis jenny
    geneall todoooooooss los capii
    me encantharoon coraxoon bye y cuidathe muuxoootheee

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  2. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!
    me encantoooo chik
    estuvo genial!!!!
    espero el proximo!!!!
    kuidathe chik!
    amo la nove jeje
    de hecho amo todas las noves tuyas jeje :D

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  3. oliiiis sis de mi coraxoon ya leii tu coment
    me encaantho asii
    y de que nove poes me dejasthes super pikada con la de protejeme asi que de estaa sis moxa pero nose me asu justho para la otro nove :( pero aww me guatha mas niley pero si quierees puedes subir un capi de la otra nove pero me encantha mas protejeme jejejje sale poes ya me alarge ya me voy en un momentho publiko noves y uno dedicado para tiii mi linda sis jeny jej osea tuu! jajja que loka yo verdad casi ni se notha que ando lokiis jejeje

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