lunes, 18 de julio de 2011

Protegeme: Cap 16

Pero no quería que Miley a la mañana siguiente se arrepintiera. Se aguanto las inmensas ganas de arrancarse el pantalón y penetrarla hasta el fondo, hasta hacerla gritar su nombre, como nadie nunca lo había hecho y metió un par de dedos en el coño de Miley. Ella se arqueó.

-          Nick… - jadeó.

-          Dime… - mordió el cuello femenino, impregnado del dulce olor del deseo.

-          Yo no quiero… esto… - aun que las manos de Nick… eran perfectas, lo que ella quería era otra cosa.

-          No puedo darte lo que quieres… - la mano de Nick se empapó. Hasta a él le sorprendió que Miley estuviera tan excitada. Lo que llegaba a hacer el alcohol.
Un tercer dedo fue a parar en esa obertura. – Pero si mañana… si mañana me lo pides, no dudes en que te daré eso y más…

Miley arqueó la espalda contra el tórax de Nick.

-          Sigue hablando… - le pidió ella.

Nick sonrió.

-          ¿Qué quieres que te diga?

-          ¿Qué es lo que me vas a dar? – murmuró, moviendo las caderas, al ritmo de la mano de Nick. Agarró su pene, liberándolo del bóxer. Nick gimió. – Dímelo…

-          Todo lo que desees… hasta la última imagen de tus fantasías.

Miley lo besó. A pesar de estar borracha, sentía muchísimas cosas a la vez.
Dios, ese hombre… la enloquecía. Nick la alzó con un fuerte brazo, poniendo en
bandeja sus pechos. Envolvió uno de los durísimos pezones con su lengua.
Miley gimió, agarrando a Nick del pelo, intentando que se acercara más a ella, si eso era posible. Unir sus cuerpos en uno solo, aun que para eso… aun faltaba romper una barrera.

-          Joder, maldito sea… ¿Qué es lo que te hicieron tus ex novios para que tuvieras tanto miedo al sexo? – murmuró a su oreja. A Nick le vino a la cabeza… ‘los borrachos siempre dicen la verdad’. – Dime, cuéntame tu pasado.
Miley no podía hablar en esos instantes. Así que Nick la hizo estallar rápidamente. Los dedos hasta le goteaban. Miley se tumbó en la cama, a su lado, satisfecha.

Nick se apoyó en su mano, arqueando el brazo y la miró, apartándole los cabellos de la cara.

-          Di…

Miley lo miró.

-          Nick, yo… - suspiró y los ojos se le humedecieron. A Nick se le encogió el corazón. – Yo soy vi…

-          ¡NIIIIIICK! – La voz de Liam los sobresaltó a los dos.

Nick se alzó de mala gana de la cama y se dirigió hacia a fuera.

Miley sopló. Estaba muy... demasiado mareada. Y desnuda. Abrió la puerta del baño, dejando uno de los grandes jerséis de Nick, unas bragas y una toalla grande encima de la encimera del lavamanos y la alcachofa de la ducha empezó a expulsar el agua. Un entremedio. Esperó hasta que estuvo tibia.



-          ¿Qué pasa? – dijo Nick semi-cabreado.

-          Los sensores de movimiento han detectado alguna cosa… - miró a Nick – exactamente… dos cosas…

Nick alzó una ceja.

-          ¿Crees que pueden ser los secuaces de Donovan? – dijo cogiendo las llaves del armario del cargamento. Liam lo siguió.

Nick no tardó mucho en abrir el armario. Los dos se metieron dentro del gran almacén.

-          Esto es una mina. – sonrió Liam. – tienes de todo, querido Nick.

-          Por algo soy uno de los más… - levantó un par de cajas. – destacados. –
sonrió y le lanzó algo – toma, creo que es tu favorita.

Liam miró admirado la goncz hi tec.

-          Como me conoces…

-          Ten cuidado, no te quemes. – sonrió Nick.

-          ¿Estás gilipo.llas o qué? – farfulló Liam – se utilizar perfectamente estas cosas. Apuntó en el vacío, probando la hermosa escopeta de fuego.

Nick cogió una de sus uzi cargada a tope y se la agarró bien. Cerró la puerta del almacén detrás de Liam y él.

-          ¿Quieres alguna arma blanca por si las moscas?

-          Dame – sonrió su compañero – Sabes que puedo se cínico, y no tengo escrúpulos si tengo que acuchillar a alguien.

Nick negó con la cabeza, riendo.

-          ¿Puño americano o corvo?

-          Ya lo sabes.

Nick le lanzó el cuchillo y Liam lo cogió al vuelo, mientras él se colocaba el puño americano perfectamente en los nudillos de la mano derecha.


Miley se metió en la ducha. Cerró los ojos acariciándose el pelo y desenredándolo con los dedos. No estaba borracha, solo se le había subido un poco. Sonrió. Supongo que el jodido mareo se me pasará con la ducha. Empezó a enjabonarse el cuerpo.

De repente sintió como una mano le agarraba la muñeca. Y otra le tapaba la boca. Vio a un hombre vestido de negro, con un pasamontañas, a través del espejo. Puso los ojos en blanco. Otra vez Nick y sus bromas.

El hombre se inclinó hacia a ella. Miley intentó oponerse, aun que se le escapó una risa floja, pensando que en realidad… le gustaban aquellos juegos. Pero se puso pálida cuando escuchó aquella voz… tan diferente al confortable tono de Nicholas.

-          Para de moverte. – dijo con un acento algo extraño. Quizás ruso. – no querrás que te haga daño, preciosa…

Se levantó algo el pasamontañas. Miley pudo distinguir algún corto rizo y unos ojos azules como el cielo, a través de los agujeros en el pasamontañas. Le lamió la
cara. Miley sintió ganas de vomitar. Algo se clavó en su trasero. Y no quiso saber para nada que era. Le mordió la mano. Él la apartó.

-          Serás puta… - masculló agarrándola con más fuerza.

-          ¡Déjame! – gritó ella antes de que el secuaz de Alexander pudiera volver a taparle la boca. - ¡NICK! – gritó desesperada.

-          A estas alturas, tu Nick ya estará muerto. – se rió él, golpeando a Miley para que se callara. Pero ella hizo caso sumiso a sus palabras. No puede haber muerto
– No vuelvas a abrir la boca, zorra. - Miley  sintió como aquel hombre se bajaba los pantalones. Dios, no… no. – vas a lamentarte… voy a aprovechar este cuerpo antes de matarte como una cualquiera.

Los ojos de Miley se llenaron de lágrimas. Nick, aparece… por favor… 

La puerta del baño cayó al suelo.

-          ¡Miley! – gritó Nick acercándose al inquilino que tenía agarrada a su… a su chica. Si, joder, Miley era su chica, solo suya. – Apártate de ella, hijo de la gran puta. –

Ni la misma Miley reconoció a ese Nick… ese Nick lleno de ira. Hasta ella misma tuvo miedo. Cogió al tipo del pasamontañas, arrancándoselo de golpe, lo agarró del pelo e hizo que saliera de la ducha deprisa y corriendo. Miley cayó, sentada en las baldosas. Las piernas no le respondían. Las lágrimas se camuflaban con el agua que seguía cayendo de la alcachofa de la ducha. La mirada de Nick se cruzó una vez con la de Miley. Esa mirada, limpia, segura… la calmó. Sabía que con él, no le pasaría nada. Que estaba a salvo, que la protegería… pero no solo eso. Esa mirada le decía mucho más que aquello. Esa mirada, encerraba tantas cosas que Miley podía confundir con… amor.

Si Nick no paraba mataría al hombre a golpes. Obviamente había perdido la erección que, asquerosamente, antes le había hecho notar a Miley. Y Nick se había percatado de lo que aquel hombre había estado a punto de hacer. Por eso lo había pagado… y tan bien, torturando.

-          Jodido hijo de pe.rra, como le hubieras llegado a hacer algo… - dijo Nick encima de aquel tipo, sin dejar de golpearlo – te juro que te mato ¡te mato!

El corazón de Miley se aceleró. Las cortinas de la ducha cubrían la horrible imagen de aquella pelea en la que por supuesto, Nicholas iba por delante. Hasta se habían manchado de sangre, y Miley no quería ver ninguna de aquellas sádicas escenas. Pero esas palabras… a Nick le daba rabia… él no estaba golpeando a aquel hombre por que fuera uno de los compinches de Donovan. 

Él golpeaba a aquel hombre por que había estado a punto de violar a Miley. Y era eso lo que causaba la ira en Nick. Y Miley aun se seguía preguntando ¿Por qué? Si ellos dos… no eran nada… ¿no? Un tiroteo seguido hizo que se sobresaltara. Dobló las piernas y apoyó sus brazos en las rodillas, escondiendo su cara en aquel pequeño espacio que quedaba entre su torso y los muslos. Tenía miedo… miedo de que a Nick le pasara algo. Si a él le pasaba algo, todo lo demás le daría ya igual. Empezó a llorar, rezando por que toda esa mier.da terminara lo antes posible. Admitiendo… que por primera vez, estaba completamente enamorada del hombre que la había secuestrado… para protegerla.

3 comentarios:

  1. síguela me encanta no puedo esperara para el siguiente capitulo

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  2. oohh mi jenii de mi corrazoon te extrañare muuxoo y me enccaantho el capii geneal sigue asiii ooww te extrañaree muxoooo baby oowww

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  3. ¬¬ te voe a ahorcar Jeny!!!
    como lo pudiste dejar ahiii????
    kiiero el siguiente chik!
    pliiiis no seas mala! jeje
    kuidathe
    y espero el cap
    te kiierop :P

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