sábado, 30 de julio de 2011

Recuerdos: cap 4

 Escrito Por: Rosser
Adaptado por: Jeny


Miley terminó de ordenar algunos papeles. Alguien llamó a la puerta.

-          ¿Sí?

-          ¿Se puede?

La piel se le puso de gallina al escuchar tal voz.

-          S…si.

Él atravesó la estancia. Ella lo miró, tan mal como pudo.

-          Hola mi amor… 

-           ¿Qué haces aquí?

-          Me enteré de que tienes novio...  ¿Tan pronto te olvidaste de mi?

-          Fuiste tú el que no quisiste saber nada más de mí.

-          Es que, entiéndeme, mi vida… eras tan inocente… tuve miedo.

-          ¿y por eso huiste? Tu lo que eres es un sinvergüenza, Justin (Gaston). – suspiró
Miley. – Ahora si me permites, tengo faena.

-          ¿Qué te pasa muñeca? ¿No quieres ver a tu viejo Justin? – él se acercó. Apartó algunos folios y se sentó en frente de ella, encima de la mesa. – Serás guarra… los
rumores son ciertos. Te has conseguido a un buen agente para que te folle como querías ¿no?

-          No me hables así, Justin…

-          Ya sabía que en el fondo eras una fulana.

Miley se levantó y sin pensárselo le dio un bofetón.

-          Vete a la mier.da.

-          No antes sin ver lo que te ha enseñado ese idio.ta a hacer. – la agarró de las manos, por encima de la cabeza y la empotró contra la pared, con brusquedad.

-          ¡Suéltame! – ella no fue capaz de gritar mucho más.

Justin la calló con un beso, bruto. El peso del cuerpo de ese hombre no dejaba que
Miley se pudiera mover. Sus muñecas estaban fuertemente sujetadas. Y con la otra mano, sentía como Justin empezaba a desabrochar su bata.

De repente, un fuerte golpe dejó semi aturdido al hombre.

-          Serás gilipo.llas. – dijo Nick. – Como le pongas otra vez un dedo encima te mato. Te juro que te mato. – dijo cogiéndolo del cuello.

Miley se abrochó la bata, a toda prisa. Asombrada por él… asombrada por que, siempre estaba allí, cuando lo necesitaba.

-          ¿Estás bien, nena?

Miley asintió, masajeándose las muñecas. Nick soltó de un empujón a Justin.

-          Vete. Como vuelva a verte, te reviento.

Miró a Miley. Apoyó ambos brazos a los lados de la cabeza de Miley y besó dulcemente sus labios.

-          ¿Quién era ese?

-          Mi… mi ex…

-          ¿El que desapareció… en cuanto?

-          Supo que era virgen. Si.

-          Alucina. – dijo mirando hacia el suelo. - ¿Por qué se presenta ahora?

-          A saber… siempre ha buscado chicas que se regalan…

-          Tu no eres una regalada.

-          Pero alguien le habrá dicho algo, por lo que sé…

-          La gente habla de más.

Miley asintió, sonriéndole.

-          Gracias. – besó sus labios. Ambas caras quedaron a centímetros.

-          Nadie toca a mi princesa. – apoyó más su cuerpo con el de ella. – Nadie. Eres mía.

Nick empezó a estimular el punto débil de Miley. Empezó a besarle el cuello y se lo mordió. Ella soltó una carcajada.

-          Aquí no… aquí no… - musitó ella, juguetona.

-          ¿Por qué? Me da morbo esto… quiero hacértelo encima del escritorio… - la agarró del culo y la apretó contra su erección – me pones tanto… dios mío, es verte… con esta bata… - Nick bajó la vista – este escote… me pone durísimo.

-          ¿No te cansas de mí? – dijo ella inclinando la cabeza.

-          Nunca.

Ella sonrió y lo besó en los labios. Pequeños, seguidos besos que dejaban a Nick con las ganas de más.

-          ¿Por qué has venido? – dijo ella sin dejar de lamerle el labio inferior.

-          Mmh… no hay faena. Pensé que sería de más provecho aquí.

-          Veo que mi agente tiene la porra apunto… - dijo ella riendo y sobándole la erección por fuera.

-          Así es… ¿No quieres jugar a policías? Te la dejo un rato…

Miley le empezó a desabrochar el pantalón. Mientras Nick le subía la bata, desesperadamente por corta que esta ya fuera.

-          Eres mía… - repitió Nick escondiéndose entre algunos mechones de pelo de
Miley, mientras la cargaba hasta encima de la mesa. Algunos folios se arrugaron.

-          Sí, soy tuya… toda tuya… - Sintió como su pene se clavaba en el muslo, ya a punto de penetrarla. – Dios Nick, cuanto te anhelo… fóllame…  -le pidió.

Tus palabras son órdenes para mí. Nick estaba a punto de entrar en el caliente cuerpo de Miley cuando se oyeron risas y pasos. Se sintió observado. Y si no fuera porque Miley estaba en frente de él, y no se podía ver nada. La situación era embarazosa. Muy embarazosa.

3 comentarios:

  1. awwwww me encaantho el capii pobre de ellos
    jiji que verguensa jijiji

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  2. jajaja los estavan obesrvando. siguela
    gracias por dedicarme el capitulo anterior

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  3. jajaja los cachcaron ya ven par d calenturientos jiji genial sigo leyendo y gracias x el cap anterior

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