martes, 19 de julio de 2011

Protegeme: Cap 20

Miley despertó, lentamente.  Se sintió feliz, al saber que lo primero que sus ojos veían, era a Nick. Y quería que fuera así por mucho tiempo… por no decir, por el resto de los días que le quedaban de vida. 

A Miley se le iluminó la mente. Se escondió, debajo de las sabanas…

Era la primera vez que Nick s despertaba jadeando.

-          Oh, si… - quitó de una ventilada las sabanas de encima suyo y vió a Miley, practicándole una perfecta mamada. Gimió ante la imagen.

¿Cuándo ha sido tan bueno el sexo oral?  Él había podido aguantar hasta media hora en boca de una mujer. Pero con Miley... era distinto. Solo acababa de empezar… y ya lo tenía palpitando, más duro que una piedra. Temía no durar ni cinco minutos.
Sentía los dulces labios de Miley encerrándolo en su húmeda boca, succionándolo, pidiéndole que se corriera en su garganta. Se contuvo las ganas de coger a Miley del pelo y apretarla contra él. 

El placer era… era inmenso. No podría aguantar más. Y no era justo, esta vez le tocaba a Miley tener un orgasmo que le hiciera ver las estrellas. Le apartó la cara, y ella de mala gana se levantó, después de un gracioso ‘plop’ producido por la liberación del pene de Nick de la boca de Miley.

-          Ven aquí… ven aquí. – dijo cogiéndola de la cintura y subiéndola hasta su altura. - ¿No crees que ya es suficiente? Ya me he dado cuenta de que puedes hacer que me corra con solo rozarme con tu dulce boca… ahora es mi turno.

La tumbó bajo él y levantó sus piernas, colocándolas en sus hombros. Cogió el pote de lubricante de su mesita, aun que sabía… que no haría mucha falta, porque… estaba empapado de la saliva de Miley.  

Ella sonrió, abriéndose aun más de piernas. Nick no pudo apartar la vista. Se aplicó algo de lubricante. Volvió a mirarla a los ojos. Esos ojos que pedían que la penetraran hasta el fondo. Miley alzó las caderas, en una descarada invitación que enloqueció a Nick. Lo puso a un punto, tan excitado, que le dolía.

-          Ah… dios… - gimió, embistiéndola de una entera vez.

Miley gimió. Nick paró en seco.

-          ¿Te he hecho daño?

-          No… ¡Sigue!- le rogó, encogiendo los dedos de los pies por el gusto.

Nick sonrió, se retiró completamente… haciendo que Miley perdiera el control, que gimiera, que le rogara que entrara de nuevo en ella. Luego… volvió a meter, lentamente, cada y uno de los veinticinco centímetros por los que Miley moría.

-          Si... sigue... – Nick la levantó. – más… rápido. – le pidió ella mordiéndole el hombro. – Ah, ah… si…

Nick la apoyó contra la pared, así, teniendo una mejor postura para follarla. 

Miley se retorcía contra su cuerpo. Le mordió de nuevo el hombro, le arañó la espalda.
Quería que supiera lo que era tener sexo con él, quería que supiera lo mucho que la deseaba, lo mucho que quería que disfrutara a su lado. Lo mucho que, además, la amaba.

Le agarró las piernas y se hundió, completamente en ella.

-          ¡Oh, sí! ¡Nick! – jadeó Miley contrayéndose alrededor del pene de Nick, ciñéndole con tanta fuerza que él pensó que iba a correrse en ese mismo instante.

Vamos a ver… Nick intentó pensar, entre aquella nube de lujuria que cubría su vista. A diez centímetros de su vagina. Esto es fácil para mí. Nick movió circularmente las caderas y volvió a embestirla, Miley se intentó agarrar a la pared. Gritó. Te encontré.

-          Dios mío… - murmuró con la respiración agitada.

Nick volvió a tumbarla en la cama. Volvió a colocar sus piernas verticalmente contra su torso. Sentía como el coño de Miley palpitaba, encerrándolo en sus entrañas. Le besó las piernas.

-          ¿Quieres más? – dijo Nick besándole el cuello.

-          Si… si…

-          ¿La palabra mágica?

-          Por favor…

-          Falta algo…

-          ¿Qué? – dijo Miley, abriendo los ojos.

-          Di que me amas. – sonrió.

-          Te amo. – ella le devolvió la sonrisa.

Nick volvió a torturar ese lugar, hasta estar totalmente dentro de Miley. Ella lo sentía tanto… que pensó que iba a perder el conocimiento. Y él… a él lo apretaba, como un puño, cada vez que la embestía, cada vez que embestía el punto G de Miley. Y más, ahora. Ahora… sintió como ella se deleitaba en él, sintió como se corría, como le entregaba hasta el alma. Y él le otorgó lo mismo, dejando que Miley lo ordeñara hasta la última gota de semen.

Miley  terminó de vestirse junto con Nick.  En el preciso instante en el que ella se abrochaba los pantalones, Liam entró, corriendo.

-          ¡Nick!

-          ¡Joder! Te he dicho mil veces que piques a la puerta antes de entrar. – llega a ser cinco minutos antes y nos pilla en el polvo del siglo.

-          Lo siento, lo siento. – dijo apresurado.

-          ¿Qué quieres? – Nick se puso el jersey. Miley no dejaba de observarlo.  
Perfecto. Era la mejor palabra que lo describía.

-          Snade nos vino a buscar. El helicóptero está allí… afuera. – Nick observó por la ventana. Vio uno de los helicópteros de la agencia, en funcionamiento, en su pequeño
y privado aeropuerto. ¿Cómo era posible que no se hubiera dado cuenta? Eso era… otra prueba más de que, cuando esta con Miley, lo demás, le importa una mier.da.

-          ¿Nos vino a buscar?

-          Nos surgió un imprevisto… en Rusia.

-          ¿Qué dices?

-          Pues eso… nos necesita. Dice que solo serán unos días.

-          Siempre hace lo mismo…

-          Ya, pero… sabes que estamos en medio de unos conflictos con los rusos…

-          ¿Y a mí qué?

-          Pues que dice que eres uno de los mejores con… manejo de armas… que nos necesita Nick.

Él quedó pensando por un momento.

-          Dile que ahora voy.

-          No hace falta que cojas nada, él ya… ya tiene todo lo necesario.

-          De acuerdo.

Liam desapareció por donde había entrado. Miley se acercó a Nick.

-          ¿Tienes que irte? – murmuró, preocupada.

-          Si… - le acarició la mejilla – pero te prometo que en tres días, como mucho, estoy aquí.

-          No te vayas… - le suplicó Miley. – ¿Si te hieren? Estarás en medio de una guerra…

-          No me pasará nada.

-          ¿Y lo de ayer?

-          Fue un despiste.

-          Llévame contigo.

-          No mi amor… si te pasara algo, si te hicieran daño, no me lo perdonaría nunca.

-          Pero…

-          Nada de peros. – le acarició los labios  y la besó, lentamente, saboreando hasta la última gota de ese tiempo que compartían juntos – volveré.
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Hola chicas solo queri informarles que solo falta un capitulo para terminar esta temporada de la novela y tambien queria preguntarles si les guta la otra novela

3 comentarios:

  1. Como asi es que va a ver segunda temporada de esta novela??
    Si claro que la otra me gusta es muy dramática

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  2. Hay me encantan las dos novelas, estan hermosas asi que continualas <3 ...
    me da pena que ya se acabe pero esta hermosaaa !!!
    ayy
    un besito-

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