Nick se tuvo
que tomar un par de tilas para calmar las emociones que tenía dentro.
Creía que eso lo hacía el efecto de la granada, o alguna de esas
mier.das. Pero en el fondo sabía que no era así. ¿Selena no estaba
muerta? ¿Qué hacía allí?
Dejó
que el agua caliente le recorriera el cuerpo, quitándole los restos de
sangre que tenía. Salió de la ducha y pasó una mano por el empañado
espejo. Observó su cuerpo, bronceado y fuerte… ahora adornado por
decenas de cortes. Suspiró y se frotó con fuerza el pelo con la toalla.
¿Por qué no había salido corriendo detrás de Selena en cuanto la había
visto? Durante casi tres jodidos años había pensado que ella estaba
muerta, y ahora… ahora que había conocido a Miley, que sabía que Delta era su hermana mayor y que ellas habían tenido mucho que ver con
Alexander Donovan… volvía a aparecer. ¿Por qué?
Se
metió dentro del albornoz, cubriéndole el dolorido cuerpo. Salió de
allí. Los ronquidos, delataron que Liam, baldado, ya estaba durmiendo.
Con la dura piel que tenía su compañero, y la masa de puro musculo que
tenía en los brazos, le había costado un poco cerrarle la brecha del
brazo.
Supuso
que Miley también estaría durmiendo. Había tenido un duro día, y las
copas de más se le habían bajado de golpe con la mar de sustos y
altibajos que habían tenido aquella tarde.
Se dirigió hacia su habitación.
-
¿Qué haces? – dijo, mirando a Miley que estaba sentada en su cama,
mirando no se qué. Nick se enfadó cuando vio lo que era.
-
¿Es esa Selena? – dijo mirando el retrato de esa chica que Nick tenía
guardado en uno de los cajones de la mesita de noche.
Nick se lo arrebató de las manos.
- No puedes entrar aquí sin mi permiso. – dijo Nick – mi habitación… es mi intimidad, joder.
Miley pudo ver de nuevo aquella persona fría que había conocido en un
principio. Se dio una bofetada mental a si misma, por gilipo.llas, por
*******, por haber pensado… que Nick podría sentir algo más por ella que
buscar simple satisfacción o… o tan solo un caso más de faena. Pero
ahora veía lo tonta que había sido. Caer de nuevo… no era ninguna
novedad para ella.
-
Lo siento… - murmuró, apretando los labios para intentar no llorar. Se
dirigió a la puerta, deseando que Nick la detuviera.
- Miley... – ella se giró, sonriendo, al escuchar su voz, llamándola
de nuevo. Llenando su corazón de alguna pequeña esperanza.
- ¿Sí? – dijo sin dejar de mirarlo. Pero él… él la miraba serio.
-
Ahora que todo ha terminado, podrás irte ya a tu casa… - se sentó en su
cama, guardando la foto de Selena de nuevo a su mesita de noche. - ¿No
es lo que querías? Mira… al fin y al cabo no ha durado mucho más de dos
semanas. Ya podrás volver a tu vida normal. Mañana por la mañana te
ayudaré a que recojas todo y te llevaré a tu apartamento de nuevo.
A Miley se le encogió el corazón al escuchar todo lo que Nick le dijo. Solo se le escapó un ahogado ‘vale’ de la boca. Se fue, ágilmente, hasta su habitación. Y allí… ya no pudo contener más las lágrimas.
Nick no podía
dormir. Se había pasado con Miley, estaba confuso, cabreado por
todo… pero no con ella. Ella era lo único que se salvaba, era lo que le
había hecho reír, lo que le había traído alegría… lo que había acaparado
su atención durante esas dos escasas semanas. Y ¿Ahora? ¿Ahora la tenía
que devolver a la ciudad, a donde pertenecía? ¿Para qué? ¿Para que los
dos siguieran como si nada? ¿Para olvidarse de todo? ¿Para negar que no
hubiera pasado nada? ¿Para… para seguir fingiendo que no se había
enamorado? ¿Qué si dejaba ir a Miley, el recuerdo le carcomería para
el resto de su vida? El recuerdo de… ¡Por qué no fuiste detrás de ella!
¡LA AMAS!
-
Nick… - la temblorosa voz de Miley sonó, mientras su silueta se
dibujaba con la tenue luz del pasillo. La vio apoyada en el marco de la
puerta de su habitación. - ¿estás… durmiendo? – supo que estaba
llorando.
Se le encogió el corazón. Todo aquello era por culpa suya.
- No… - dijo quedándose sentado en el pie de la cama – No puedo dormir.
- Yo… tampoco. – dijo ella frotándose los ojos para enjugar las lagrimas.
- ¿Por qué lloras? – dijo Nick ladeando la cabeza y levantándose.
- Porque estoy hasta las narices de tener que esconder siempre lo que siento. –
Lo
miró fijamente. Una mirada que dejó captivado a Nick, que le llegó al
corazón aún más. – Porque estoy harta de escapar, de ser siempre la que
pierde… de ser siempre a la pobrecita a la que le rompen el corazón, la
que no tiene tiempo de decir… de decir que está enamorada. A la que no
la quiere nadie, porque tiene una imagen distinta, que luego resulta
inocente. – se acercó a Nick, con los ojos aguados. Él la seguía mirando
– Porque soy una completa inútil… a la que creía que tu amabas… - Nick
pudo ver el destello de las lagrimas. Le entraron ganas de abrazarla,
fuerte. Para que nunca marchara. Para hacerle el amor ahí mismo,
demostrarle que era exactamente lo que sentía. – pero ya veo… que lo
único que quieres es terminar con tu misión… que me vaya, y que tanto tu
como yo, nos olvidemos de todo lo sucedido. Pero ¿sabes? Yo no podré.
Tú has pasado a formar parte de mí. – se quedó esperando, un segundo,
que se hizo completamente eterno. Pero Nick, no supo que contestar. Miley suspiró – Lo dicho, siempre la ca.go… olvida lo que te he dicho.
– murmuró sin dejar de llorar – mañana a primera hora haré la maleta y
me iré.
Se giró para
irse de nuevo. Pero Nick la cogió del brazo, cerró la puerta y la apoyó
contra su cuerpo, entre él y la madera maciza de esta. Acarició su
mejilla. Y sobraron las palabras. Nick empezó a comerle la boca,
desesperadamente. No había luz, apenas, solo por un par de agujeritos de
la persiana de la ventana de la habitación de Nick. Miley rodeó su
cintura con los brazos. Nick la abrazó. Ella apoyó su cabeza contra
su hombro y empezó a llorar de nuevo.
-
No vuelvas a decir eso, no vuelvas a insultarte. – dijo contra su
cuello – tu eres lo más perfecto que mis ojos han visto nunca… y yo… yo…
-
¿Tu? – murmuró Miley, separándose y mirándolo. Sus pupilas se habían
acostumbrado a la oscuridad y podía distinguir la figura de Nick, y
viceversa.
- Te amo, joder… te amo más que a nadie en este puto mundo. – volvió a besarla.
Y
en ese instante, nada importó. Solo ella, ella… Miley, que estaba
entre sus brazos, que la quería, que la amaba, y se lo quería demostrar
de todas las maneras posibles. No la dejaría marchar, no… porque sabía,
ahora lo veía claro, no tenía dudas, de que… de que su corazón la había
estado esperando a ella, y solo a ella… Miley, que había llamado su
atención des del primer momento en que Snade le había enseñado la
sencilla foto. Ahora solo tenía ojos para ella, su corazón solo latía
por ella, su respiración solo se agitaba por ella. Se había olvidado…
hasta de Selena.
Sube otro no la dejes aahi. Me encanta esta novela
ResponderEliminarayy !!! siii , se declararon, !!! ahora saben que se aman.
ResponderEliminarsube pronto, no la dejes alli y con la curiosidad, esta genial !!
en serio???
ResponderEliminarla dejas ahiii???
jeje
todos decimos lo mismo cuando keremos seguir leyendo una nove vdd?
jaja
espero el siguiente!
pork me dejaste asii o.O
aaah! esk por fin le dijo k la ama!!! jeje
kuidathe chik!
te kiiiero :)