Aquel ambiente no inspiraba aquella clase
de intimidad. En realidad, se dijo mientras la admiración era
reemplazada por cierto desprecio, encontraba que allí no había ambiente
en absoluto, aparte del que decía: «Comemos aquí no porque nos guste,
sino porque está de moda».
-No te gusta -le dijo Liam, observando su expresión.
-Todo es ... muy bonito -replicó ella.
-Bonito -repitió Liam con ironía- Resulta que es uno de los mejores restaurantes de Londres, y a ti sólo te ocurre decir que es «bonito».
-Lo siento -dijo Miley-. ¿Debería estar impresionada?
-No -dijo Liam, pero tenía la mandíbula apretada.
-¿O lo que debería impresionarme es que consigas mesa con tanta facilidad? Ten cuidado, Liam, o empezaré a sospechar que tratas de impresionarme.
-y es una posibilidad demasiado ridícula como para que la tengas en cuenta, ¿no?
-No te gusta -le dijo Liam, observando su expresión.
-Todo es ... muy bonito -replicó ella.
-Bonito -repitió Liam con ironía- Resulta que es uno de los mejores restaurantes de Londres, y a ti sólo te ocurre decir que es «bonito».
-Lo siento -dijo Miley-. ¿Debería estar impresionada?
-No -dijo Liam, pero tenía la mandíbula apretada.
-¿O lo que debería impresionarme es que consigas mesa con tanta facilidad? Ten cuidado, Liam, o empezaré a sospechar que tratas de impresionarme.
-y es una posibilidad demasiado ridícula como para que la tengas en cuenta, ¿no?
Miley reflexionó
un momento acerca de aquel comentario, mientras paseaba la mirada por
las otras mesas, ocupadas por elegantes personas luciendo elegantes
vestimentas. Luego miró a Liam.
-Francamente, sí -replicó con desdén- Yo creía que los dos sabíamos que no tenías que hacer nada para impresionarme. Liam suspiró con impaciencia.
-Miley, no te he traído aquí para que discutamos.
Yo sólo quería ...
-¿Darme un trato especial? -sugirió Miley con sarcasmo.
-¡No! ¡Quería complacerte, sólo complacerte! -dijo Liam con amarga intensidad.
-¿Enseñándome cómo vive tu otra mitad? -preguntó Miley burlonamente.
-¿Mi otra mitad? -dijo Liam con desconcierto- ¿Qué diablos quieres decir con eso?
-Tu otro yo, ése del que yo no sé nada -dijo Miley, añadiendo para sí: «el Liam que ha ido creciendo más y más mientras el otro se ha ido desvaneciendo poco a poco sin que yo me diera cuenta»-. El que se siente como pez en el agua en lugares como éste.
-Francamente, sí -replicó con desdén- Yo creía que los dos sabíamos que no tenías que hacer nada para impresionarme. Liam suspiró con impaciencia.
-Miley, no te he traído aquí para que discutamos.
Yo sólo quería ...
-¿Darme un trato especial? -sugirió Miley con sarcasmo.
-¡No! ¡Quería complacerte, sólo complacerte! -dijo Liam con amarga intensidad.
-¿Enseñándome cómo vive tu otra mitad? -preguntó Miley burlonamente.
-¿Mi otra mitad? -dijo Liam con desconcierto- ¿Qué diablos quieres decir con eso?
-Tu otro yo, ése del que yo no sé nada -dijo Miley, añadiendo para sí: «el Liam que ha ido creciendo más y más mientras el otro se ha ido desvaneciendo poco a poco sin que yo me diera cuenta»-. El que se siente como pez en el agua en lugares como éste.
Un brillo cruzó la mirada de Liam.
-¿Habrías preferido que, así vestidos, fuéramos a un chino? Te has tomado muchas molestias para conseguir una nueva imagen, Miley. Y esto ... -dijo señalando a su alrededor- ... es lo que coincide con ella. Depende de ti elegir si lo prefieres o no.
-¿Habrías preferido que, así vestidos, fuéramos a un chino? Te has tomado muchas molestias para conseguir una nueva imagen, Miley. Y esto ... -dijo señalando a su alrededor- ... es lo que coincide con ella. Depende de ti elegir si lo prefieres o no.
Su respuesta fue «no», e hizo una mueca
al darse cuenta de lo que aquella respuesta significaba. No se
encontraba a gusto así vestida y aquel ambiente no era el suyo. Pero
estaba tan claro que sí era el de Liam, que le daban ganas de llorar.
¿Les quedaría algo en común?
-¿Y tú la prefieres? -le preguntó-. ¿Prefieres mi nueva imagen?
-¿Y tú la prefieres? -le preguntó-. ¿Prefieres mi nueva imagen?
Liam se reclinó sobre su silla. Tenía una extraña expresión.
-Me gusta tu pelo -admitió al cabo de un momento-, pero no estoy seguro de que me gusten tus razones para haber cambiado. El vestido también me gusta. Es precioso, pero no me gusta lo que hace con la mujer que ...
En aquel momento, un camarero se detuvo junto a Miley y les ofreció la carta.
-La carta, señores ----,dijo.
-Me gusta tu pelo -admitió al cabo de un momento-, pero no estoy seguro de que me gusten tus razones para haber cambiado. El vestido también me gusta. Es precioso, pero no me gusta lo que hace con la mujer que ...
En aquel momento, un camarero se detuvo junto a Miley y les ofreció la carta.
-La carta, señores ----,dijo.
-Has sido un poco brusco con él -dijo Miley-. ¿Qué te ha hecho para que le trates así?
-Me ha interrumpido cuando trataba de hacerte un cumplido.
Miley lo miró con ironía.
-Si llamas a eso cumplidos, Liam, te diré que no me impresiona tu estilo.
Liam hizo una mueca.
-De acuerdo-asintió--, me cuesta acostumbrarme a tu nueva imagen. Miley... -dijo Liam, inclinándose hacia delante y agarrándole la mano a Miley- ... eres muy guapa, no hace falta que te lo diga ...
«¿No hace falta?», se preguntó Miley.
- ... pero no, por favor, no dejes de ser la encantadora persona que eres sólo porque quieres probarme algo.
-No he hecho esto por ti, Liam-dijo Miley con frialdad- Lo he hecho por mí misma; Ya era hora de crecer.
-Oh, no, cariño -murmuró Liam-, estás equivocada. Yo ...
-¡Por todos los diablos, pero si es el mismísimo Liam Hemsworth! -dijo una voz.
-Maldita sea -murmuró Liam, apretando la mano de Miley y volviéndose para mirar al intruso.
-Joshua -le saludó poniéndose en pie- Creía que estabas en Estados Unidos -dijo estrechándole la mano.
Miley se fijó en él. Era atractivo y tendría la misma edad que Liam. Era morocho y delgado, y tenía unos ojos verdes cuya mirada podría atravesar una armadura si se lo proponía.
-He vuelto hace un mes -respondió Joshua-. Eres tú el que ha estado fuera de la circulación últimamente -dijo mirando con una curiosidad puramente masculina a Miley-. ¿Tiene esta hermosa criatura la culpa? -preguntó con suavidad. Luego miró a Liam y le preguntó--: ¿Qué ha ocurrido con la encantadora Sel. ...
-Mi mujer -le interrumpió Liam.
Miley, sin embargo, imaginó el nombre que Josh iba a pronunciar.
-Miley-añadió Liam con un gesto de la mano-Joshua Browman. Tenemos el mismo abogado.
Joshua Browman miró a Liam pensativamente.
-Vaya, .vaya -murmuró antes de rodear a Liam para ofrecerle la mano a Miley.
Miley estaba demasiado ocupada tratando de recordar por qué le sonaba aquel nombre como para pensar en lo que aquel pequeño comentario significaba. Joshua Browman era el dibujante de la sección política del Sunday Globe, y tenía un humor mordaz. Tenía la infalible capacidad de captar las debilidades de la gente y utilizarlas de modo que podía convertir a la persona más eminente en el mayor hazmerreír. Aquella habilidad también le había convertido en una celebridad de la televisión.
-Ahora entiendo por qué nadie ha visto a Liam durante semanas -murmuró cuando Miley le tendió la mano--. Te has casado -añadió con suavidad- No hay duda de que tu gusto ha mejorado, Liam.
Miley supo que la estaba comparando con Selena. -Gracias -respondió en lugar de Liam, que estaba tan tenso que no parecía capaz de pronunciar palabra aunque quisiera- He oído hablar de usted, señor Browman. Admiro su trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario