Recuerdos: cap 12

-          Nena… - Nick se subió los bóxers, aun que su po.lla ya mojada por Miley y totalmente empalmada luchaba por salir. – No… no te cabrees… tu eres mucho mejor que cualquier modelo de PlayBoy.

Miley lo observaba. No estaba enfadada, intentaba aparentarlo, pero por dentro se reía a carcajadas. Nick no podía aguantar las ganas de tumbarla allí, encima de la encimera de la cocina y embestir su dulce sexo con fuerza… estaba tan excitado.
Y verla así aun lo ponía más cachondo.

-          Dime algo… - murmuró Nick acercándose. Le acarició una mejilla.
Miley  no lo rechazó esta vez.

-          ¿Qué quieres que te diga?

-          Todos hacemos eso, y más si me tienes con abstinencia todo el mes…

-          ¿Todo el mes?

-          Tres semanas. Da igual… con una novia como tu ¿Quién puede aguantar sin tener sexo durante tres jodidas semanas?

-          ¿Y por eso tenías que usar la revista?

-          Será que tú no te has puesto calentita con alguna peli porno o algo por el estilo. – dijo Nick alzando la barbilla y sonriendo picaro. Miley se sonrojó - ¿ves?

-          Yo no hago eso.

-          Lo que tu digas. – Nick alzó los brazos. – ahora ¿me perdonas?

Miley se rió, sin decir nada, y corrió hasta la habitación de invitados. Nick negó con la cabeza, sonriendo. Parecía una niña. Pero así la amaba. Se dirigió hacia esa habitación y apagó la luz, cerrando la puerta. Seguido, sintió las manos de Miley, abrazandolo por detrás y recorriendo con sus finos dedos sus abdominales. Nick se estremeció.

-          Un poco más abajo… - dijo Entrelazando sus dedos con la mano de ella. –
Tengo muchas ganas de ti, mi amor… - se giró y buscó su boca, deleitándose en su sabor único. – Vamos…

La cogió y la tumbó a la cama. Una carcajada se escapó de la boca de Miley.
Él se colocó encima suyo, bajó por su cuerpo y le mordió una nalga.

-          Mmh… pero que culo… - Nick bajó el pequeño tanga y sintió lo humedad de
Miley. No pudo evitar hundir su boca en ella. Un gemido de sorpresa y ahogado se escapó de la boca de ella. Nick aceleró los movimientos de su lengua. Dios, sabía tan bien. Sentía como las caderas de Miley se movían incitándolo a que siguiera, que le gustaba. Y su humedad se expandía, junto con su delicioso olor que lo ponía más duro que una piedra. Se separó un poco. - ¿Te gusta, gatita?

Ella se giró, para facilitar la faena a Nick. Él la observó, des de su altura. Miley tenía la boca entreabierta, cruzaron miradas.

-          Si…sigue… - consiguió articular.

-          Ahora me tendría que ir yo… - dijo Nick, besando su pubis totalmente rasurado.
Como amaba ese cuerpo…

-          ¡no! – gimió Miley, cogiendo a Nick por la espalda por si acaso.

-          Tranquila. – sonrió Nick. – necesito esto más que tu. – y volvió a hundirse en su sexo.

Miley jadeó.

-          No lo creo… - musitó entre gemidos. Nick paseó su lengua a lo largo de su rajita húmeda. Miley enredó sus dedos entre sus rizos.

Arqueó las caderas. Nick abrió la boca para aceptarlo todo, mientras la bombeaba con
la lengua sin cesar. Mordisqueó uno de los labios genitales. Miley se mordió los suyos, de la boca. Como le gustaba… Nick hundió el dedo pulgar en ella, aprovechándose de su grosor. Miley volvió a arquearse.

-          Dios, si. – cerró los ojos disfrutando de las sensaciones. Nick gimió. Ella se inclinó y lo miró interrogativa. Los seductivos y pequeños ojos de él se alzaron hacia los de ella. Sonrió y se separó un poco. Miley extrañó ese delicioso conto. Nick metió el dedo índice y corazón, reemplazando el pulgar.

-          Mier.da, como me gusta esto… - se quejó Nick volviendo la vista hacia el co.ño de
Miley, húmedo y brillante. – Como me gusta tu sabor… - volvió a pasar la lengua, tan intensamente que a Miley le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.

-          Oh… - gimoteó, sonriendo. – te…

-          ¿Me? – murmuró Nick, ahora sin quitar los ojos de su faena.

-          Te…¡Ah!…amo.

Nick la mordió. Miley gritó suave. Dolor que pronto fue substituido por un orgasmo descomunal. Arqueó la espalda, levantó las caderas, ni el mismo Nick sabía que ella era tan flexible, aun que no paró de comérsela, llevándola al límite de buen gusto, sorbiéndola hasta vaciar el pote de su propia miel.

La respiración de Miley era entrecortada. Yacía quieta, con los ojos cerrados, intentando descansar. Sintió los besos húmedos de Nick, como empezaban a subir por su cuerpo.

-          Mmh… bonita… - murmuró como un niño, contra su barriga. – hermosa, preciosa, mi princesa… - acarició la curva que unía la cadera con el culo. - ¿todo bien?

-          Per..fecto. – dijo Miley sonriendo, y abriendo los ojos de nuevo. – Pero… uf… que bien. – Nick llegó a su altura y besó la punta de la nariz.

-          Tu néctar es mi bebida favorita. – sonrió y le acarició la mejilla.

Miley abajó los ojos y sus manos resvalaron por los cuadrados de las maravillas del cuerpo de Nick, buscando… algo.

-          ¿Qué no encuentras?- se rió Nick, besando su frente. Sintió como
Miley le bajaba los bóxers.

-          Joder… - exclamó ella en ver la erección.

-          Mmhh… ¿no te gusta?

-          Me encanta. – sonrió ella, y alzó la vista hacia los ojos de Nick. – está enorme…

-          Tócala…

Miley hizo caso a Nick y acarició su po.lla. Palpitaba.

-          Estoy caliente… - murmuró él, mordiendo el cuello de Miley. – Más que nunca…  - ahora subió hasta la oreja y lamió su lóbulo - quiero follarte bien duro…