martes, 30 de agosto de 2011

Recuerdos: cap 20



Miley yacía de espaldas a él. Medio dormida, aceptando las caricias que le daban sus dedos. Después de hacer el amor estaban más cariñosos. Sobre todo él.
Sintió sus besos en el hombro. Se giró y le plantó un beso en la boca. Él lo aceptó gratamente.

-          Este sitio es fantástico. – Miró de reojo la casa. Estaban iluminados por el fuego de la chimenea. Sus pieles desnudas parecían ahora más doradas. Se incorporó para colocar la mitad de su cuerpo encima del torso de Nick.

-          Sabía que te gustaría. – la miró un poco des de su altura y jugueteó con su cabello.

-          Debo contarte algo.

-          ¿Más aún? Solo falta que metas a tu ex en casa. – Nick rió.

-          Para nada. – dijo  algo molesta. - Debo irme durante un par de semanas… el centro médico nos ha mandado a mí y a un grupo de enfermeras y doctoras, que están haciendo un cursillo, hacia a Nueva York, debemos pasar unas prácticas… ya me han alquilado un piso y todo donde estaremos allí yo y las demás chicas… - acarició su mejilla, una áspera pero fina capa de barba de madrugada le irritó un poco la piel, pero ese tacto, sensual, le gustaba al despertar. – Te echaré de menos Nick… pero prométeme que no vas a portarte mal. – él la miró extrañado. – Vamos, sabes a lo que me refiero… solo quiero que sepas que confío en ti… plenamente… no me decepciones.

Él asintió, aun que con un interrogante en mente, por lo que Miley había querido decir.

-          Y a propósito. – Volvió a sonreírle. Nick dejó pasar lo anterior. – Feliz Navidad.

-          Oh, cierto… con todo esto se me había olvidado que estamos a día veinticinco.
– le pellizco suavemente una de sus mejillas. – Feliz Navidad mi amor. – Nick se levantó y buscó algo entre las maletas aún semi desechas.

-          ¿Qué has cogido? – dijo Miley levantándose de la cama y dejándose ver, igual que él, totalmente desnuda. Nick escondió algo a sus espaldas.
-          Nada. – dijo sonriendo.

-          ¿Te crees que me mamo el dedo? – Nick la miró picara.

-          El dedo no… - Miley se puso colorada.

-          Bueno… ya me has entendido… ¿Qué escondes? – intentó verlo, pero Nick la esquivaba.

-          Ei, quieta. Te lo daré esta noche. – le sonrió. – supongo que te gustará.

Miley se puso su albornoz rosa y Nick hizo lo mismo con el suyo azul. Lo abrazó.

-          Cualquier cosa que sea tuya me gustará. – y le cogió lo que tenía detrás de la espalda, entre las manos.

-          ¡Eh! – dijo Nick, riendo. – devuélvemelo, anda…

Miley sacudió suavemente el paquete envuelto en un papel de regalo rosa eléctrico, con un lazo negro. No era muy grande.

-          ¿Si no, qué?

-          Ya no será una sorpresa… - tendió la mano para que le diera el paquete.

Miley, que se metió descalza en el próximo bosque. Él la alcanzó, rodeándola totalmente de la cintura.
Pero Miley se escapó, hacia a fuera. Se levantó el albornoz, porque con él era un poco más complicado de correr. Y salió de la casa. Nick la persiguió. Jugando, de nuevo, como dos niños. A buscarse, a encontrarse, a amarse. Le daba ventaja a

-          Te pillé, pequeño monstruito. – la abrazó y le quitó el regalo, guardándoselo en el bolsillo del albornoz. – mira donde estamos, y de qué manera.

-          Ya veo. - Miley se giró y rodeó el cuello de Nick. Lo besó. – supongo que tendré que esperar a que sea de noche para que me des el regalito… - inclinó la cabeza. – dame una pista.

-          No, si no ya lo sabrás.

Él cogió su cara por las mejillas y le devolvió el beso, con lengua, tan profunda y excitante, que hizo que Miley anhelara la fuerza de su cuerpo, su abrazo, su todo.  De repente, la lvantó.

-          Al agua vas… - murmuró, dejándola caer en el río. Miley gritó.

-          ¡Nick! – dijo apartándose el pelo chorreante de la cara y haciéndolo a un lado.
Abriendo la boca, asombrada. - ¡Nicholas Jonas vas a morir! – intentó salir del agua, pero el peso de esta en el albornoz hizo que perdiera el equilibrio y volviera a caer. - ¡Ah! – se quejó, histérica.

Desabrochó el cinturón del albornoz y lo dejó caer en el césped. Nick se quedó embobado, mirando su cuerpo desnudo, temblando de frio, húmedo. La lujuria empezó a crecer en él. Vio como Miley colocaba una pierna en una de las piedras cerca del césped para subir. Él se puso en cuclillas y la cogió del tobillo. Así, con una pierna en lo alto y la otra reposando en el agua, tenía una visión perfecta… ni montañas, ni mar, ni ríos, ni paisajes, ni mier.das. El sexo de Miley era lo mejor que sus ojos podían ver. Miley lo miró interrogativa.

-          Quédate así, mi nena…  - se inclinó hacia adelante y paseó sus labios por los vaginales de ella. Colocó la mano sobrante en la cintura de Miley y la paseó.
Sintió su piel de gallina. - ¿tienes frio?

-          Oh, nooo… - dijo ella irónicamente. – es que un idio.ta me acaba de tirar al río.

-          Mmh… me pones cuando te cabreas.

Ella se sonrojó.

-          Tranquila, yo ahora te caliento… - recorrió su tripa con la mano y besó su monte de Venus. Acarició sus pliegues con el dedo índice y paseó la lengua por su interior. Un suspiro se escapó de la boca de Miley. Agarró el pelo de Nick e hizo que se hundiera en su vagina. Y siguió sintiendo, sintiendo como comía de ella.

Nick apartó las manos de Miley, aun que ella siguió con la misma posición. Y él siguió moviendo su boca, expertamente… sabía justo donde darle. Dejó caer su albornoz al lado del empapado de Miley y terminó por levantarse. Miley se quejó.

-          Espera… tengo otra cosa para ti… - dijo masajeándose la erección. – y creo que prefieres esto…

miley asintió, mordiéndose el labio. Siempre sabía exactamente que decir para excitarla.

-          Si no me equivoco te prometí cumplir tus fantasías… - besó su cuello, mordisqueando hasta el lóbulo de la oreja. – y una que deseabas es que hiciéramos el amor en el exterior… aquí lo tienes.

Hacía frio, joder, muchísimo más que en Los Ángeles. Pero no estaban pendientes de la temperatura, al menos no de la del ambiente. Nick se metió en el río con ella.

-          Mier.da – masculló – está helada.

-          ¿No me digas? – se burló Miley. – no me siento las piernas.

Nick volvió a besarla.

-          No te preocupes, pronto dejaras de sentir todo el cuerpo. – La levantó por los músculos y salió del agua, con ella a cuestas. Buscó algún apoyo.

Una piedra grande le sirvió para recostar a Miley. Le abrió más las piernas y se colocó en su entrada.

-          ¿Estás caliente para mi? – le preguntó un Nick salvaje.

-          Si… - dijo Miley alzando las caderas para invitar a Nick.

No hizo falta nada más. Una fuerte sacudida de caderas y se encontró adentro de ella.
Movió las caderas en círculos, metiéndose aún más en su cuerpo. Observó la expresión de la cara de Miley.

-          Eres preciosa… - dijo gimiendo. – Te amo, te amo Miley Cyrus.

-          Yo a ti, Nick. – se agarró a él y siguió el compás de las caderas de Nicholas, para empezar a moverse coordinados. – Cielos, esto es tan bueno… - jadeó, viendo el punto de unión entre Nick y ella.

-          ¿Te gusta lo que ves? – le murmuró en el oído. – Obsérvalo… míralo, mira como tu co.ño se traga mi po.lla de buen gusto…

Miley se arqueó al oír esas sucias palabras. Le gustaba, joder si le gustaba que Nick le hablara de ese modo. Se acercó a su cara. Le lamió la comisura de los labios, recorrió con los suyos la tensa mandíbula de Nick, hasta llegar a la oreja.

-          Sigue, sigue… - gimoteó, haciendo que el miembro de Nick endureciera adentro suyo. – me gusta, me gusta mucho lo que haces…

Hubo algún cruce de miradas, mientras Nick aumentaba el numero de embestidas, rápido, se la quería follar duro, mucho.  Quería oírla gritar, quería que se corriera con fuerza, encima de esa maldita roca, alrededor de él. Quería que le entregara su alma, su corazón, su todo, como él lo había hecho con ella.

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Un maratón dedicado a Pri de Niley Obseciones espero que te guste y te deseo lo mejor espero que te la pases  super  y que te guste el maraton 

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