sábado, 6 de agosto de 2011

The έναν εξαπατώντας σύζυγο: cap 20

Al final, sus ropas estaban por todos los radiadores de la clase y ella no iba vestida más que con la ropa interior y el suéter de Josh, que le llegaba por las rodillas.
 
Pero sus ropas seguían húmedas cuando terminó la clase, y cambiar el cálido suéter por los vaqueros y la blusa húmedos no le apetecía en absoluto. Cuando Joshua se ofreció para llevarla directamente a casa, en lugar de ir con los demás a tomar algo al pub de enfrente, Miley leyó la expresión de sus ojos, pero, de todas formas, aceptó, ignorando lo que un timbre de alarma le decía en el interior de su cabeza.

Joshua tenia un Porsche último modelo, que se deslizaba sobre la carretera mojada como si estuviera pegado a ella.
-Mmm -exclamó Miley con placer, cuando la calefacción del coche empezó a calentarle las piernas.Joshua la miró y sonrió. Miley tenía los ojos cerrados y una sonrisa en los labios.
-¿Mejor? -le preguntó.
-Mmm -volvió a murmurar ella- Siento que te hayas perdido tu cerveza.
-No importa --dijo Josh-. Prefiero estar aquí, contigo.

Miley sintió un escalofrío de alarma y abrió los ojos.
-En la próxima a la izquierda -dijo. Joshua giró obedientemente.
-¿Qué le parece a Liam que vengas a mi curso todos los jueves? -preguntó con suavidad.
Miley se encogió de hombros. No quería hablar de Liam, tampoco quería ponerse en guardia contra Josh.
-Me da muchos ánimos -dijo e hizo una mueca.
 
En realidad, Liam odiaba que fuera a aquellas clases, y, como lo odiaba, ella le pasaba su interés por las narices. No dejaba de decirle quién le había hecho recordar su amor por el dibujo.
-Pero no has hecho ninguna caricatura de él, ¿verdad? -dijo Joshua con calma- La has hecho de los demás miembros de tu familia, pero de él no.
-No creo que quede bien -dijo- Sigue recto después del cruce.
-¿Liam? -preguntó Joshua con humor- Yo diría que es ideal, siendo como es un fiera en los negocios y un hombre tan normal en su casa. Si mezclas los dos, puede resultar algo muy divertido.

Miley no estaba de acuerdo. Ya no veía nada divertido en Liam. Tal vez un tiempo atrás, habría disfrutado haciendo de él una caricatura, pero ya no.
-Entonces, puede que algún día lo intente -dijo Miley, sabiendo que no lo haría- Aquí es. La casa blanca con el BMW aparcado a la puerta.
Así pues, Liam había vuelto. Miley tembló, pero no de frío.

Joshua se detuvo al pie del camino de entrada. Apagó el motor y los dos se quedaron callados, escuchando el golpeteo de la lluvia sobre el coche.
Joshua se volvió para mirarla y Miley le devolvió la mirada.
-Bueno, gracias por traerme -dijo sin hacer el menor movimiento para salir del coche. Se sentía atrapada por la expresión de Joshua, por el calor que hacía en el interior del coche, por la sensación que le provocaba la profunda mirada de su acompañante.
-Ha sido un placer -dijo él, ausente. No dejaba -de observar a Miley, buscando en sus ojos algo que ella no estaba segura de estar mostrando. 

Entonces, se dio cuenta de que sí lo estaba mostrando, porque Joshua se inclinó y la besó con dulzura en la boca. Ella no respondió, pero tampoco se apartó. Se estremeció y el corazón comenzó a palpitarle dentro del pecho, aunque no sabía si era porque estaba jugando con fuego o porque se sentía realmente atraída por él.

Joshua le acarició la mejilla y el pelo sin dejar de besarla.
Luego le acarició los labios, pidiendo la respuesta de Miley. Pero al hacer eso, Miley se apartó, segura de que no era aquello lo que quería. Joshua la dejó y se quedó observándola con un brillo en los ojos.
-Lo siento -dijo Miley con voz temblorosa.
-¿Por qué?

Miley no respondió, no podía. Lo único que quería era salir del coche. Buscó la manecilla de la puerta con una mano temblorosa.
-Tú has querido que te besara, Miley -murmuró Josh-. No sé qué es lo que piensas ahora mismo, pero recuerda que lo has deseado tanto como yo.
 
Las mejillas de Miley se llenaron de rubor, porque sabía que Josh tenía razón. Ella había querido que la besara, había querido saber qué se sentía al besar a otro hombre además de a Liam.
 
Pero, en aquellos instantes, se sentía como una estúpida, y furiosa consigo misma por permitir que hubiera ocurrido. Aquello animaba a Josh a pensar que había para él un lugar en su vida, cuando eso no era posible. En su vida, sólo había sitio para Liam. Él era todo lo que quería. Maldito fuera. Mil veces maldito.
 
Al correr bajo la lluvia hacia la puerta de la casa, se preguntó si Liam les habría oído llegar. Miró hacia las ventanas, pero no vio nada a través de las cortinas. N o la había visto besando a Joshua, pensó con alivio. 
Estaría esperando que llegara en autobús, así que incluso si lo había oído, no habría asociado el ruido del coche con su llegada.
No estaba en el salón. Miró por la puerta entreabierta del estudio, pero tampoco estaba allí. Lo encontró en la cocina.
-Has vuelto antes de lo que esperaba ---'-dijo.Liam le daba la espalda porque estaba haciendo té. Estaba muy atractivo con un suéter negro y unos vaqueros.
 
-Le dije a mi madre que se fuera a casa -dijo poniendo dos bolsitas de té en dos tazas- Estaba preocupada porque vio tu coche, pero tú no estabas por ninguna parte. Tendrías que haberle dicho que no ibas en tu coche.
-No arrancaba -le dijo-, así que tomé el autobús.
Lo siento, no pensé que fuera a preocuparse. Mañana le pediré disculpas.
Se hizo un silencio. Liam todavía no la había mirado. Estaba concentrado en la bandeja de té que estaba preparando. De repente, al ver la tensión de los músculos de su cuello, se dio cuenta de que estaba muy enfadado. Estaba tenso e hiciera lo que hiciese no la miraba.
¿La había visto besando a Joshua? Con una sonrisa nerviosa exclamó;
-¡Estoy empapada!

Quiso tener un tono alegre, pero fue patética. Tenía un gran sentimiento de culpabilidad. Se sonrojó. Si Liam la miraba, se daría cuenta de que le ocurría algo extraño- Me voy a dar un baño caliente -dijo nerviosamente, luego añadió-: ¿Has ... has cenado? Puedo hacerte algo antes de que ...
-¡No! -exclamó Liam tan violentamente que Miley se sobresaltó.
Se mordió el labio, observando el evidente esfuerzo de Liam por controlarse. Cuando Liam levantó la vista de la tetera, aunque sin darse la vuelta, contuvo la respiración.
-No -dijo con más calma-, ya he cenado, gracias.
-Entonces ... -dijo Miley con vacilación, y salió de la cocina apresuradamente.
 

Los había visto, se dijo mientras llenaba la bañera, y se estremeció, aunque no supo si era por miedo, culpabilidad o simplemente satisfacción por haberse vengado, aunque sólo fuera un poco.
Se fue a la cama muy tensa y lista para enfrentarse a Liam en cuanto subiera.
Pero no subió. No subió en toda la noche.

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