sábado, 6 de agosto de 2011

Recuerdos: cap 10

No pasó una semana, pasaron tres. Y Miley al fin, había terminado con toda la faena de papeles, facturas y más papeles. Y renovado los currículos de sus trabajadores. Al fin. Se levantó de su escritorio y se fue a la ducha. Estuvo pensando por unos momentos… El otro día había rechazado a Nick, de nuevo, porque había llegado tarde, y muy, muy cansada. Pobre mío… tres semanas sin mojar, después de tener la pasión que tenemos nosotros en la cama… debe de ser jodido. Sonrió. Hoy le daré lo que se merece… Terminó de enjuagarse el pelo y salió de la ducha, cogiendo una toalla.

-          Dios, como se nota que llega el invierno. – Se acercó a la estufa y puso las manos, hasta que sintió que la piel de las rodillas le ardía. Se apartó y se frotó el pelo con fuerza con otra toalla.

Sintió la puerta como se cerraba.

-          ¡Nick! – exclamó, abriendo la puerta del baño.

Nick le sonrió, dejando la chaqueta en el perchero.

-          ¿Cómo estás? – dijo dándole un suave beso en los labios.

-          Bien… ya terminé toooooda la faena y una ducha relajante me ha ido de maravilla. – metió su mano por dentro de la camisa y le acarició el pecho. – así… que… ¿Qué te parece si recuperamos estas tres semanas de rutina?

Nick la miró, burleta.

-          Ahora no, cariño, estoy cansado. – la esquivó, quitándose el jersey y hiendo hacia el cuarto.

Miley lo siguió. ¿Nick pasaba de ella? No podía ser. Le fue detrás, y vio como él se ponía el jersey del pijama.

-          Nick… - tiró la toalla al suelo, aun iba con el pelo empapado, y se veía realmente sexy. - ¿De verdad no quieres?...

Nick la miró de arriba abajo. Le dio un beso en la frente, como si se compadeciera de ella.

-          De verdad. Dejémoslo para otro día. Ahora, vístete y sécate el pelo, si no cojeras un catarro.

Miley se giró. Sintió una cachetada suave en su culo. No hizo caso y fue hasta el baño, de morros. Algo extraño le pasaba a Nick, algo muy, muy extraño.

Miley deslizó la bata de satén blanco por su cuerpo. La fina tela la hizo estremecer, la piel se le puso de gallina. Se secó el pelo con el secador, después de peinárselo y desenredarlo cuidadosamente. Colocó la ropa que había llevado por la mañana en el cesto de las prendas sucias, cuando vio algo en el fondo, cubierto por uno de los pantalones de Nick. Apartó el resto de la ropa y cogió el objeto. Una revista. Más concretamente: Playboy.

-          Oh, Nick… eh aquí porque estás tan harto de sexo ¿no? A base pajas acompañadas de imágenes porno…– ojeó la revista, llena de mujeres… desnudas. – Te vas a cag.ar…

Miley vio que una de las páginas estaba doblada. Una sesión fotográfica completa de Kelly Brook. Así que esta es tu favorita…

Miley sintió un recelo impresionante en su interior. Había un número en la esquina de una de las páginas. ‘Quieres comprar la misma lencería que lleva puesta la modelo más caliente de PlayBoy? Llama ahora a…’ Miley cogió su móvil.  
Quieres jugar a devolver la pelota… pues vamos a jugar. A ver a quien le queda mejor ese conjuntito…

Se metió en la cama sin hacer ruido, dándole la espalda a Nicholas. Nick la abrazó por detrás y besó su hombro.

-          ¿Estás enfadada?

-          No, no… tú verás, yo te respeto. – se giró y le sonrió. – Fue culpa mía, no tendría que haberte prestado tan poca atención y tendría que haber buscado un
huequecito para pasar tiempo contigo…

-          No… no te preocupes, tampoco ha sido para tanto. – besó sus labios.
Miley intentó evitar apartarse. Tendría que esperar para darle su merecido –
Puedo aguantar un mes sin acostarme contigo.

Miley sonrió y se dio la vuelta de nuevo. ¿Con que si, eh? Que mentiroso estás hecho… y pensabas que no iba a notar que algo extraño pasaba… Sopló.

-          Estás cabreada. – Dijo Nick riendo – te conozco más que a mi mismo, te pasa algo.

-          No, enserio, da igual. Es que quizás sea yo la que necesite un buen polvo ahora. – Dijo Miley sin girarse. – pero no lo tengas en cuenta… supongo que, si tu quieres, mañana, todo volverá a la normalidad.

-          Tienes razón. – Nick se inclinó y la besó en la mejilla. – Buenas noches mi vida.

Miley sintió como la cama se movía. Nick se había tumbado, de espaldas a ella también.

-          Buenas noches Nick.

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