Miley estaba tan atrasada con los papeles y la organización en su oficina, que
el estrés no cabía en su cuerpo. Nick dio otro sorbo de cerveza,
estirando uno de los brazos en el respaldo del sofá.
-
¿Quieres relajarte? – dijo dejando la Xibeca de 200ml. En la mesita de
delante el sofà y levantándose. Le masajeó los hombros a Miley. – ya
adelantarás faena, mujer… solo te atrasaste unos días.
- ¡Solo! – dijo Miley apartándose de Nick. – tengo que ponerme al día como sea.
- Bueno… - Nick la volvió a agarrar por la cintura – ya te pondrás al día como sea… pero ahora… que tal si te relajo…
Ella se rió, arqueando el cuello.
- No Nick, estos días estoy demasiado ocupada… - se zafó de sus brazos y siguió tecleando algo en el portátil.
- ¿Tanto como para no hacer el amor conmigo?
- Hacemos el amor tres veces o cuatro o cinco a la semana, ¿Qué más te da estarte una semana sin follar?
Nick bufó.
-
Eso es culpa tuya, me tienes mal acostumbrado. – Se volvió a sentar en
el sofá y encendió la tele de nuevo. Otro trago de birra. Largo, ligero
en la garganta.
Miley siguió con lo suyo. - ¿No lo haremos en toda la semana?
Miley rió y negó con la cabeza. No había nada que hacer con este hombre.
- Ya veremos. – le dijo como si fuera una madre a su hijo. – pero ahora déjame, tengo que terminar esta ficha…
-
Bien, Melani… - Miley entró en la habitación. Melani… o quizás Selena, se encontraba ya en sujetador y bragas. Un conjunto negro muy
seductor, hasta Miley tuvo que admitir, de mala gana, que tenía muy buen cuerpo. Mejor que el
suyo, dentro de lo que cabía. – Ya tengo tu ficha nueva del mes… vamos
ha empezar con una nueva sesión, ¿te parece?
-
Vale, fantástico. – ella sonrió, dos hoyuelos muy atractivos
aparecieron en su preciosa cara. - ¿Cuál es la nueva rutina?
-
Eh… pues empezamos con la terapia de sauna, luego el masaje de aceite
de coco y como cambié un poco el horario de la gente joven, les añadí un
cuarto de hora de afrodisiacos naturales… ya sabes. – sonrió y le guiñó
un ojo. Selena rió.
- Me parece muy buena idea… ¿pero seguiré con los masajes de espalda?
- Si, claro, todo lo que quieras añadir, lo apunto a la lista ¿si?
- Vale, pues solo añádele eso… ¿Qué días serán?
- Como antes, el lunes y miércoles, de cuatro a seis.
- Vale, está bien. – sonrió y se levantó, cogiiendo una toalla. - ¿Empiezo ya con la sauna de eucalipto?
- Y tanto, ya puedes entrar.
- Miley. – se giró, antes de entrar en la ducha.
- Dime.
- Ya sé porque Nick está tan bien contigo. – sonrió – eres una tía estupenda.
Se
metió para dentro de la sauna, cerrando la puerta. Miley se quedó
con la boca abierta… mirando la puerta de madera cerrada. Si esa era
realmente Selena… no podía tener nada en contra de ella, era una chica
buena. Demasiado buena.
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